15 Sep

TEMA 4: RELACIÓN DE AYUDA

1. DEFINICIÓN

Relación: Significa que entre el consejero (persona que da la ayuda)
Y el usuario, se desarrolla una interacción un intercambio, un encuentro una transición.

Ayuda: Quiere que la persona en dificultad, con apoyo de otro que interpreta, sintetiza, amplia el horizonte, facilita la exploración de un modo ordenado, logra liberarse de algo que la frena o perjudica, cambia una opción de muerte por una opción de vida.

En concreto, la podemos definir como toda relación en la que al menos una de las partes intenta promover en el otro el desarrollo la maduración y la capacidad de funcionar mejor y enfrentar la vida de manera más adecuada. El toro puede ser un individuo o un grupo.

2. CONDICIONES DE UNA BUENA RELACIÓN DE AYUDA

Para que se de una buena relación de ayuda son necesarias tres condiciones por parte de la persona que va a dar esta ayuda:
-La autenticidad
-La aceptación
-La comprensión empática

§En la relación de ayuda hemos de partir de que el sujeto no tiene dentro de sí una serie de recursos: el individuo tiene en sí amplios recursos para la autocomprensión, para modificar el concepto que tiene de sí mismo, sus actitudes y su comportamiento.
§Creación de un clima de confianza: para que el sujeto llegue a decir lo que lleva en el interior
§Debemos personalizar en la comunicación, es decir, ocuparnos del significado único de lo que oye.

En la relación de ayuda hemos de partir de que el sujeto tiene dentro de sí una serie de recursos: el individuo tiene en si amplios recursos para la auto comprensión, para modificar el concepto que tiene de sí mismo, sus actitudes y su comportamiento. Creación de un clima de confianza: para que el sujeto llegue a decir lo que lleva en el interior.

Debemos personalizar en la comunicación, es decir, ocuparnos del significado único de lo que se oye tiene para quien lo pronuncia.

3. CARACTERÍSTICAS DE LA RELACIÓN DE AYUDA

Es una interacción entre dos personas:
La relación de ayuda implica un auténtico acto de comunicación interpersonalsometido, como toda comunicación formal, a procesos, actitudes, defensas… porparte del que habla y del que escucha. La relación con el otro se ve expuesta a caer en los mecanismos que dificultan la relación auténtica. Por ej: Yo nunca me equivoco, esto es un secreto de mi profesión. Merecen especial mención las actitudes:
-De parte de la persona que ayuda, hacen que una relación estimule o inhiba el desarrollo: La persona que se muestra respetuosa de su individualidad y de la del otro y cuida de las personas que se hallan a su cargo sin ser posesivo, facilita la autorrealización del individuo.
-La manera en que la persona que recibe la ayuda percibe la relación:
a) la confianza que siente con el que ayuda,
b) la comprensión por parte de este último y
c) la sensación de independencia con que adopta sus decisiones y elecciones.

2ª Su objetivo: La modificación de comportamientos.
Tenemos que partir del principio de que todo comportamiento en el ser humanoes modificable para poder admitirlo como objetivo de la relación de ayuda.Cualquiera que sea el procedimiento para conseguir este cambio de comportamientoha de respetar las opciones del individuo y mantenerse en una línea ética, lo cual noquiere decir desconocimiento de las leyes que rigen el comportamiento, lamotivación, y que en suma se trata de buscar la mejora del otro.

3ª La manifestación de sí mismo.
Es indiscutible la importancia que tiene el conocer la experiencia de la situacióny el significado que el otro le da para poder ayudarle en su intento de cambio. Sinconocer ese sentido de su experiencia no podemos conocer al hombre por más queconozcamos su nivel intelectual, su pasado, y otros elementos que son más deorden pasivo.La posibilidad de cambio va ligada a la percepción que «aquí y ahora» tiene lapersona de sí mismo y, consiguientemente, de la posibilidad que su conocimiento leproporciona para realizar su proyecto de reestructura personal.El conocimiento de sí mismo no puede hacerse sino a través del espejo que esel otro, esa persona significativa a quien uno expresa y desvela sus secretos, los significados de su propio vivir y experienciar. El arte de la relación de ayuda consiste en favorecer ese desnudarse ante el otro y en descifrar el lenguaje verbal y gestual con que la persona habla de su experiencia interna.

4ª La relación de ayuda como proceso de aprendizaje.
En la relación de ayuda el otro es un sujeto de aprendizaje, si partimos de quetodo comportamiento es aprendido. Para cambiar o modificar dichos comportamientoalgo que está a nuestro alcance es el «manipular» las condiciones de aprendizaje yla creación de otras nuevas. Los principales elementos de dicho aprendizaje son:

– El aprendizaje de actitudes:

El que da la ayuda motiva al sujeto positivamente de modo que vaya concibiendo como algo suyo el comportamiento deseado.

– Aprendizaje de modelos:

A los que debe observar, criticar o, aceptar o rechazar. Debemos de cuidar de los modelos propuestos tengan atractivo suficiente y asequibles para la calidad psíquica del individuo que pide la ayuda.

– Aprendizaje por ejercicio:

Se somete al sujeto a ejercicios concretos de role/play, comunicación verbal y no verbal, métodos de relajación para el domino de sus sentimientos y de su propio cuerpo.

Estos aprendizajes son aceptados por unas corrientes de pensamiento y rechazados por otras (no directivos), pero lo que si se ha comprobado es que son válidos para:
a) Sujetos agresivos,
b) Sujetos muy angustiados y
c) Sujetos muy inadaptados.

– Aprendizaje emocional:

Por el control de sentimientos fuertes, incluso provocados en la situación de laboratorio por medio de estímulos generadores de ansiedad, satisfacción, etc.

Nuestro objetivo como personas que damos la ayuda será según DIETRICH:

Estimular, liberar y reorganizar las funciones de aprendizaje y los contenidos de la experiencia

Se trata de impulsar al sujeto, de remitirle a alternativas y posibilidades desatendidas… Si se quiere provocar cambios de conducta en otra persona, la ayuda decisiva consiste en inducirle a buscar el cambio por razones que sean importantes para ella. Si el cambio ha de ser autentico y duradero, el impulso para dicho cambio debe venir de dentro y no de fuera.

4. PRINCIPIOS REGULADORES DE LA RELACIÓN DE AYUDA

El hecho de que hay diversos métodos para acercarse al otro no quiere decir que no haya requisitos básicos comunes a toda relación de ayuda. Los principios que han de regir la relación de ayuda son:
a.Se ha de percibir a la persona como un todo.
b.Toda persona es inteligencia, habilidad y pulsión … pero también es relación, dinamismo…
c.Individuo significa irrepetibilidad, diferencia, exclusividad en la manera de vivir desde dentro la experiencia.
d.En la relación de ayuda solamente existe una cosa: la persona.
e.Se ha de conseguir la libertad radical del sujeto con el peso de su pasado y las posibilidades de opción que descubre a través de la relación de ayuda.

5. FASES FUNDAMENTALES DE LA RELACIÓN DE AYUDA

En la relación de ayuda los procesos de estructuración y reestructuración de la persona son irrepetibles, así como lo es también cada situación concreta que nos presenta cada individuo.
CIAN menciona las siguientes fases en el proceso de relación de ayuda.

1. Prestar atención:


Es el punto de partida. El usuario pretende ser escuchado y pide toda la atención que merece su problema. Para esta atención influye el marco físico y ambiental y el marco psíquico, hecho de delicadeza, tacto y observación atenta. La 10 entrevista es decisiva.

2. Responder:


El educador debe comprender lo que el usuario le va diciendo y comunicarle lo que ha comprendido. Si el educador responde a las exigencias delusuario que se siente acogido y comprendido, éste deseará volver para continuar su narración.

3. Personalizar:


El educador conoce al sujeto: sus puntos débiles, las zonas accidentadas, los mecanismos que impiden el desarrollo de todas sus potencialidades. Este se lo hace saber al usuario y si éste se ve reflejado en lo que dice, la personalización resulta bastante eficaz y el crecimiento puede ser rápido.

4. Iniciar:


La entrevista termina siempre con un plan a llevar a cabo, algo concreto, medible, visible y práctico. Él educador le va dando pistas y el usuario opta por aquello que va descubriendo poco a poco.

5.1. FASES IDEALES EN LA RELACIÓN DE AYUDA

Debemos partir de que el usuario es siempre quien marca el camino y el compás en este tipo de relación. ¿Cuáles son las fases ideales de una relación de ayuda?.

ðFase inicial:
Los primeros momentos de la R.A (relacción de ayuda) son los más importantes. El usuario nos hace un pequeño examen tanto de lo físico como de lo que somos. Es importante cuidar los aspectos del ambiente (luz, distribución del mobiliario, decoración,…), los detalles que muestres que estamos centrados en él. Se necesita crear un clima de confianza que permita al otro relajarse y desmontar todos sus mecanismos de defensa. Para lograr este primer objetivo conviene:

Dejar que el sujeto exponga su problema:

Lo primero que dice no es lo más importante, comienza con lo más fácil, examina la situación antes de sacar lo que guarda dentro.

Escucharlo con atención flexible y activa:

hay que escuchar el conjunto más que fijarse en los detalles, captar más los sentimientos profundos que las circunstancias que rodean a los hechos.

Tratar de comprender el sentimiento central:

con el que el usuario vive la situación; alegría, gozo, vergüenza, rabia, etc. Una forma de descubrirlo es ver el verbo, adverbio, palabra que se repite con mucha frecuencia.

Debemos de formular más de una hipótesis de la posible causa en la que se encuentra el sujeto.

ð2ª Fase: Primera intervención del que da la ayuda:
Una vez que el sujeto ha expresado todo lo que nos quería decir. Nos puede servir utilizar las respuestas reflejo (síntesis de los expuesto por el otro).

ð3ª Fase: Exploración del problema:
Se intenta descubrir las raíces del problema y así eliminar los aspectos más dolorosos y complejos. Para ello podemos:
– Tratar de descubrir el problema, la situación o el sentimiento esencial.
– Buscar juntos las causas o raíces que originaron el problema.
– Examinar juntos las soluciones que se hayan intentado antes, viendo los resultados.
– La exploración debe ir hacia lo profundo: Utilizando todas las técnicas posibles: respuestas reflejo, preguntas, apertura de campo perceptivo para no fijarse en un sólo punto. Todo ello puede conducir al usuario a que se escuche de forma profunda, a descubrir mecanismos equivocados… Pero el cliente ha de llegar por sí mismo.

ð4ª Fase de profundización y concentración:
Se trata de explorar, mediante la profundización y la concentración en elementos cada vez más precisos de la situación en la que se halla el sujeto. Este momento se caracteriza por estas señales:
– Silencios más largos.
– Introspección de sí mismo.
– Mirada vuelta hacia abajo.
– Escasas palabras y frases cortas porque algo se avista y se distingue cada vez más precisamente. En esta fase se requiere, sobre todo, silencio, presencia atenta, ninguna pregunta. Esta fase es necesaria para avanzar y asumir hasta el fondo la complejidad de la situación y vivirla tal como es o ha sido.

ð5ª Fase de la «zona Profunda»:
La fase anterior tiende a abordar la zona profunda, donde los problemas se resuelven. La zona profunda es aquel espacio particular, peculiar de cada persona, en el que radican las intuiciones, las certezas, las relaciones, los elementos más positivos y originales del ser de cada uno. Se ven los valores sobre los cuales cada uno puede apoyarse para reemprender el camino.

ð6ª Fase de integración y de las pistas vitales:
Esta fase la vive el sujeto en silencio. El problema ya tiene un nombre, las soluciones son, en parte, claras y personalmente sufridas y elaboradas. Finalmente la persona podrá vivir o «revivir».

6. DIFERENTES ESTILOS DE RELACIÓN DE AYUDA

Según la disposición de la persona que va a dar la ayuda podemos hablar de los siguientes estilos:

6.1. CENTRADO EN EL PROBLEMA

El que da la ayuda se identifica sobre todo con el problema o con la situación presentada por el sujeto, sin tener en cuenta los aspectos subjetivos con que el problema es vivido por éste.

6.2. CENTRADO EN LA PERSONA

Presta atención sobre todo a la persona, al modo en que ésta vive el problema, toma en consideración al individuo en su totalidad (sentimientos, valores,…) convencido de que el otro tiene necesidad, ante todo, de sentirse comprendido, tranquilizado, acogido totalmente.

7. ACTITUDES DE LA RELACIÓN DE AYUDA

Según BERMEJO las actitudes básicas de la R.A son:

7.1. ACTITUD EMPÁTICA

Es la disposición de una persona a ponerse en la situación existencial de otra, a comprender su estado emocional, a tomar conciencia íntima de sus sentimientos, a meterse en su experiencia y asumir su situación. Más que sentir lo mismo que el otro, es cuestión de recepción y comprensión de los estados emotivos.

Su objetivo inicial esComprender lo que verdaderamente está viviendo el sujeto, el significado de lo que le está sucediendo. Actitud que permite ponerse en el lugar del otro para comprender lo que experimenta y, de este modo, ser capaces de transmitir comprensión y ayuda sin identificarse necesaria y totalmente con él. La ayuda decisiva consiste en inducirle a buscar el cambio por razones que sean importantes para ella. Si el cambio ha de ser auténtico y duradero, el impulso ha de venir de dentro y no de fuera.

7.1.1. FASES DE LA EMPATÍA

ð1ª Fase:
Consistiría en identificarme temporalmente con el ayudado mediante una especie de sexto sentido: ¿qué sentiría yo si estuviera en su lugar? Esto me permite comprender el impacto real que la situación de dolor esta teniendo en él.

ð2ª Fase:
Consistiría en la repercusión o incorporación, es decir, en dejarse tocar por el sufrimiento del otro, en vibrar con él, observarse a sí mismo y percibir el impacto real que tiene el dolor en la persona a la que quiero ayudar, comprendiendo qué es lo que vive exactamente, considerando su situación desde su punto de vista.

ð3ª Fase:
De la separación, del restablecimiento de la distancia física y emotiva de uno mismo de la persona que queremos ayudar. Si esto no se da se producirá el síndrome burn-out No hay empatía si no se da separación.

7.1.2. EFECTOS DE LA EMPATÍA SOBRE EL QUE PIDE LA AYUDA

Utilizando esta actitud nosotros debemos dejar de lado nuestro mundo interior y centrarnos en el mundo del otro, comunicándole compresión y poniéndonos a nosotros mismos entre paréntesis. Por tanto es unidireccional. Según TAUSCH y TAUSCH (1987), los beneficios de esta actitud serían los siguientes:
– Suscita sentimientos y experiencias relevantes.
– Estimula la autoexploración.
– Favorece la auto confrontación.
– Transforma constructivamente a los interlocutores.

7.1.3. DIFICULTADES DE LA EMPATÍA

1. La empatía exige la capacidad de «meterse en el punto de vista del otro». Esta disposición va contra la inclinación más natural, que consiste en tender a tranquilizar, a dar consejos, a proponer soluciones inmediatamente, etc. Todo ello puede convertirse, en ocasiones, en modos de defenderse de la implicación emotiva.

2. Si el que da la ayuda se mete en el mundo interior del otro, su propia persona queda afectada, se encuentra con la propia vulnerabilidad y revivir situaciones que él mismos ha vivido y se despiertan heridas que aun no tiene cerradas.

3. La dificultad que consiste en no saber vivir bien la separación emotiva o en no saber mantener la distancia afectiva que permita una mayor objetividad.

7.2. LA ESCUCHA ACTIVA

Significa poner atención para oír, es centrase en el otro y esto supone hacer callar al conjunto de voces que murmuran dentro de nosotros y que se llaman recuerdos, remordimientos, alegrías, preocupaciones, sentimientos diferentes,…

Escuchar supone utilizar el «tiempo libre mental» en centrarlo en la persona que comunica. (Alemany dice que somos capaces de percibir, elaborar y comprender el mensaje contenido en 600 palabras por minuto, mientras que emitimos normalmente entre 100 y 140). El uso de este tiempo lo deberíamos centrar en observar el lenguaje no verbal, elaborar el contenido de las palabras, esforzarnos por comprender los significados que el otro ha codificado, interpretarlos correctamente leyendo sencillamente detrás de las palabras, con especial atención al mundo emotivo y de los significados. Escuchar también supone un cierto «vacío de sí», de las propias cosas y de los prejuicios. Escuchar es acoger las expresiones de la vida del otro. En resumen, escuchar es centrase en las verdaderas necesidades del usuario.

7.2.1. CÓMO SE ESCUCHA ACTIVAMENTE

1. Se escucha con toda la persona pero sobre todo con la mirada. Mediante monosílabos: sí, ah, hummm…,…
2. Respetando el silencio.
3. Se escucha haciendo silencio dentro de nosotros, evitando todo juicio sobre el otro y sobre lo que dice, evitando dejarse llevar por prejuicios, liberándose de la obsesión por uno mismo y haciendo espacio al otro. Evitando las distracciones y estando atentos al paralenguaje: tono de voz, pausas, velocidad,…

7.2.2. OBSTÁCULOS PARA LA ESCUCHA ACTIVA

1. Resistencia a la escucha: por los peligros que se nos presentan si nos abrimos de verdad.

2. Obstáculos del ambiente físico:


ruidos, formas, mobiliario, etc.

3. Obstáculos del área emocional:


sentimientos propios o los contagiados por el que le damos la ayuda.

4. Obstáculos del área cognitiva o mental:


prejuicios morales, primeras impresiones, mal uso del tiempo, etc. Ej.
a) O. de la ansiedad: de cómo va a ser percibido, cómo debe responder, miedo, etc.
b) O. de la superficialidad: No personalizar la conversación, huir de los temas más comprometidos.
c) Tendencia a juzgar, a imponer inmediatamente las propias ideas y decir lo que es justo y lo que no lo es.
d) La impaciencia, la impulsividad, que lleva a que el otro no se exprese y termine a su ritmo sus frases.
e) O. de la pasividad: tendiendo a dar siempre la razón al sujeto por falta de la capacidad de intervención activa y de confrontar ideas en el momento oportuno.
f) Tendencia a predicar, a propone en seguida pequeños sermones.

7.3. ACEPTACIÓN INCONDICIONAL

Aceptación incondicional significa aceptar sin condiciones a la persona a la que se pretende ayudar, con todo su presente, su pasado y su futuro, con su modo de expresarse y de vivir, sin reservas y sin juicios de valor. Cuál es su significado dentro de la Relación de Ayuda:

A) Ausencia de juicio moralizante sobre la persona del ayudado.; respeto


Se trata de considerar al otro una persona digna de respeto, por encima de sus comportamientos, aunque el que da la ayuda no los considere válidos o correctos. Esto no implica que se apruebe toda conducta como buena, sino que se evita proyectar sobre la persona la propia escala de valores, en el sentido de que implique en el otro un sentimiento de no acogida y comprensión. Cómo se puede llevar esto a la práctica evitando:
– Dar órdenes, exhortar o moralizar.
– Dar consejos y formular soluciones hechas
– Expresar juicios positivos o negativos
– Poner en ridículo o ironizar sobre las confidencias del otro.
– Utilizar etiquetas,
– Investigar o juzgar el tema en una determinada dirección
– Imponer el propio criterio sobre lo que es bueno o malo
– Emitir un veredicto sobre la persona y su comportamiento.
Quien se siente aceptado incondicionalmente camina hacia la autoaceptación.

B) Confianza y consideración positiva del ayudado


Esto supone fiarse del otro, de sus recursos para afrontar su situación. Supone por nuestra parte el descubrir al otro como valioso, percibir sus potencialidades y depositar en él una fe incondicional, cualquiera que sea su estado actual. Se trata de promover al máximo la libertad y responsabilidad del ayudado a la hora de tomar decisiones.

C) Acogida de toda su persona, particularmente del mundo emotivo


Como dice Colombero los sentimientos son los modos en que respondemos a las cosas y persona que nos rodean y a los acontecimientos que suceden en torno a nosotros Solo si acogemos los sentimientos del otro atenderemos al usuario en su globalidad y le podremos ayudarle a encauzarlos e integrarlos de tal modo que no sean los sentimientos los que rijan su comportamiento sino que sea él como persona quien decida ante distintas situaciones.

8. EL SILENCIO EN LA RELACIÓN DE AYUDA

El silencio es uno de los ingredientes más delicados en el proceso de la relación de ayuda y comunicación interpersonal. Nuestro silencio y el de los demás tienen múltiples significados

8.1. SIGNIFICADO

Podemos decir que existen silencios ricos y pobres, fértiles, creativos y otros ruidosos y destructivos. Hay silencios donde se respira la paz y otros donde la agresividad agujerea el propio interior.

De la calidad y manejo del propio silencio dependen la vivencia del silencio en la R.A, porque el silencio no se improvisa; es necesario educarse para el silencio, educarse para callar, al igual que es necesario educarse para escuchar y para hablar.

El silencio es un recurso para la r.a. Es necesario mantenerlo en su justa medida, sin llenarlo de palabrerías. Hay que saberlo interpretar y leer estando atentos a: su rostro, su mirada, su postura, sus manos, los contactos si los hubiera. Pero nosotros debemos de ser elocuentes con este silencio a través de lo anterior: postura, mirada, … La urgencia por hablar nace de la dificultad de soportar el silencio, de la experiencia de amenaza a la propia capacidad de controlar la andadura del diálogo. Hemos de saber cuando hay que romper ese silencio

8.2. TIPOS DE SILENCIO

– Respetuoso.
– Embarazoso.
– Reflexivo.
– Que sirve para preparar la siguiente intervención.
– Que acoge.
– Que huye del diálogo.
– De amenaza.
– De rabia.
– De rencor.
– De aceptación…

9. OBSTÁCULOS QUE IMPIDEN LA EVOLUCIÓN DE LA RELACIÓN DE AYUDA

9.1. POR PARTE DEL QUE DA LA AYUDA

1. La falta de profundidad personal: El que vive en la superficie de sí mismo o demodo instintivo, no conocerá nunca bien a otra persona ni la podrá ayudar. Tampoco una relación de tipo cerebral, que se mantiene sólo en el nivel de las ideas.

2. La concentración en el propio yo:


El que da la ayuda está demasiado preocupado de sí mismo, no está disponible psicológicamente para «atender» al otro.

3. La falta de tiempo:


Para estar atento al otro, hace falta pararse y eliminar la prisa.

4. La dificultad para maravillarse:


Consecuencia de todo lo anterior que ya no hay nada que le sorprenda.

9.2. POR PARTE DEL QUE PIDE LA AYUDA

1. Desactivar los mecanismos de defensa: Los mecanismos de defensa son utilizados cono medios para conservar el equilibrio interior de la personalidad, esto es, para lograr una buena adaptación a sí mismo y a los otros, en cualquier situación de la vida, pero sobre todo en situaciones de relación interpersonal. La persona se defiende de los conflictos consigo misma o con los otros, y trata de realizar la mejor adaptación posible a la realidad interior y exterior. El éxito de este esfuerzo será más o menos aceptable, pero los procesos psíquicos, en si, son adaptativos: tienden a estructura o reestructurar la Personalidad para obtener un buen equilibrio de tensiones. Todo mecanismo tiene su razón de ser, su significado, la finalidad ideal: resolver conflictos y frustraciones de manera tal, que no obstaculice el progreso continuo del individuo hacia los propios fines lejanos. Los mecanismos de defensa presuponen siempre la existencia de un conflicto.

* Podéis ver los distintos tipos de mecanismos de defensa en el libro de CIAN
pag.110 a 121.


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