22 Ago

Fenómenos de Ladera

Movimientos Gravitacionales de Ladera

Se llaman así a los desplazamientos de los materiales de una ladera a favor de la gravedad, es decir, inducidos por su propio peso. Estos movimientos afectan a la totalidad de la capa superficial de material suelto, resultante de la meteorización, provocando inestabilidad.

Hay factores condicionales (producen las condiciones propicias para el movimiento) y los factores desencadenantes (provocan el inicio del movimiento) que actúan sobre las laderas, originando sus movimientos.

Tipos de Movimientos de Ladera

Movimientos en Masa
  • Reptación o Creep: Se llama así al descenso gravitacional lento y discontinuo de los materiales alterados que constituyen la capa más superficial del terreno. Dicho descenso se produce como resultado de la suma de dos movimientos: uno de expansión y otro de retracción.
  • Coladas de Barro: Se trata de un flujo o caída continua y rápida de materiales plásticos y viscosos, como arcilla o limos embebidos en agua, sin que exista un plano de rotura. La velocidad de la masa que se desliza es mayor en la parte superior que en la inferior del talud.
  • Solifluxión: Es otro tipo de flujo similar a las coladas de barro, de las que se diferencia porque es lento y resulta de la combinación de los movimientos de flujo y reptación. Afecta a la capa más superficial del terreno.
  • Deslizamientos: Son movimientos de las rocas o del suelo ladera abajo, sobre una superficie de rotura o superficie de despegue, situada en la parte inferior del mismo.

En un desplazamiento, la velocidad de la masa que se mueve hacia abajo es igual en todos los puntos. En este tipo de movimiento actúan tres tipos de fuerzas: la de la gravedad (G), que induce a la caída en vertical de las rocas; el rozamiento (R), fuerza opuesta a la anterior, que impide el deslizamiento y está en función del grado de cohesión de las rocas; y la fuerza de la cizalla (Z), debida al peso del cuerpo que se desliza. Los deslizamientos pueden ser de dos tipos:

a) Traslaciones: Si la superficie de rotura es más o menos paralela a la superficie del talud y separa los siguientes tipos de materiales:

  • Roca competente que se encuentra asentada sobre otra no competente.
  • Roca meteorizada, o suelo sobre roca competente.
  • También puede ocurrir el deslizamiento de la parte superior de una roca a favor de una fractura que sea paralela a la superficie del talud.

b) Rotaciones: Se producen cuando hay un deslizamiento a favor de una superficie de rotura curva. Son frecuentes en suelos cohesivos y de tipo uniforme.

Desprendimientos
  • Desprendimientos: Denominados así a la caída brusca y aislada de bloques o fragmentos rocosos de un talud. Estos mecanismos están favorecidos por la pendiente, el tipo de roca, la presencia de discontinuidades y las condiciones en las que predomine la meteorización mecánica.
  • Avalancha: Desprendimiento masivo y en seco de arena o bloques de piedra.

Predicción, Prevención y Corrección

La predicción espacial de los movimientos de las laderas es relativamente fácil; la temporal es más difícil. Para la predicción espacial, lo primero que hay que hacer es detectar la inestabilidad y sus posibles causas, mediante trabajo de campo con observaciones sobre el propio terreno, o en el laboratorio, recurriendo a fotografías convencionales o imágenes tomadas por satélites.

Así se ponen de manifiesto ciertas señales indicadoras, como las formas de erosión, de depósito, anomalías en la forma de la ladera y deformaciones.

Por otro lado, se deben analizar los factores que pueden potenciar el fenómeno, y elaborar mapas para cada uno, o bien, mediante métodos combinados, en los que se superponen varios de ellos.

Con todos esos mapas se pueden realizar mapas de peligrosidad, en los que han de señalarse con diferentes colores las zonas sometidas a los distintos grados de peligrosidad, los grados de inclinación de las pendientes, redes de drenaje y una serie de signos representativos de los diferentes fenómenos de ladera.

Estos datos pueden resultar de utilidad para realizar un SIG específico de cada zona concreta, a partir del cual se pueden realizar mapas de riesgo o elaborar simulaciones con el fin de evaluar el posible comportamiento del terreno.

Las medidas correctoras son las medidas estructurales que exponemos a continuación:

  • Modificar la geometría de los taludes para evitar los deslizamientos rotacionales, rellenando el pie o rebajando la pendiente.
  • Construir drenajes de recogida de la escorrentía superficial para controlar la erosión de la ladera o el hinchamiento de terrenos arcillosos.
  • La revegetación de taludes disminuye la erosión debida a la escorrentía y plantación de especies ávidas por el agua.
  • Medidas de contención aplicando fuerzas que contrarresten el movimiento de laderas.
  • Aumentando la resistencia del terreno, realizando un cosido o anclaje de la superficie inestable mediante barras de acero o mediante inyecciones de sustancias que aumenten la cohesión impidiendo el movimiento.

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