28 Mar

El Ferrocarril en la España Isabelina

La novedad más importante en la etapa isabelina fue la instalación, con casi treinta años de retraso respecto a los países europeos industrializados, de la red de ferrocarril. Su construcción se inició en 1848 con la línea Barcelona-Mataró y otros tramos inconexos. La red tardó en extenderse y no alcanzó la densidad de otros países de Europa Occidental.

Esta tardanza se explica por el atraso económico de España, pues no existían capitales ni técnicos para realizar su construcción. De ahí que, al final, fueran compañías y capitales extranjeros, sobre todo franceses, los que acometieron esa construcción. La Ley de Ferrocarriles de 1855 les proporcionó condiciones ventajosas: subvenciones estatales y libre introducción de hierros de todas clases. Por eso el ferrocarril no fue un factor importante de arrastre para el desarrollo siderúrgico e industrial. No obstante, la mejora de los transportes y la supresión de las aduanas interiores favorecieron el comercio interior.

Política Comercial: Proteccionismo vs. Librecambismo

Fue el mercado exterior el que adquirió protagonismo al imponerse, por parte de progresistas y demócratas, una política librecambista que insertó a España en el mercado internacional como exportadora de bienes primarios (alimentos, materias primas, bienes semielaborados) e importadora de productos industriales.

Ante la primacía industrial de Gran Bretaña en el siglo XIX, todas las naciones en mayor o menor medida trataron de proteger sus industrias de la fuerte competencia inglesa. Para ello, el método más extendido fue el de imponer ARANCELES a los productos importados.

Defensores del Proteccionismo

En España, los grupos socioeconómicos que defendieron este PROTECCIONISMO de elevados aranceles fueron fundamentalmente tres:

  • Fabricantes de algodón catalanes: Quienes lograron atraerse también a los obreros (ante el miedo de que la competencia extranjera arruinara a la industria española).
  • Productores cerealistas castellanos: Que aseguraban de este modo la venta de sus cosechas de trigo a cualquier precio.
  • Industriales siderúrgicos vascos.

Defensores del Librecambismo

Frente a estos se encontraban los partidarios del LIBRECAMBISMO, para quienes el Estado debía intervenir lo menos posible en la economía y dejar que las leyes del mercado (OFERTA Y DEMANDA) actuaran libremente. Estos conformaban un grupo menos definido social y económicamente que los anteriores (puesto que es una postura más ideológica que la defensa de intereses particulares). Era defendido en general por:

  • Comerciantes.
  • Compañías ferroviarias.

Ambos esperaban de la rebaja de aranceles un aumento del comercio y del desarrollo de los transportes.

Evolución de la Política Arancelaria (Siglo XIX)

De esta manera, la política arancelaria española a lo largo del siglo XIX partió del proteccionismo del siglo XVIII y pasó por diversas etapas:

  1. Acusado proteccionismo inicial: El Arancel de 1826, de fuerte proteccionismo, prohibía la importación de más de 600 artículos.
  2. Reducción paulatina: Con los Aranceles de 1841 y 1849, que reducían la prohibición de artículos a 84 y 13 respectivamente.
  3. Política relativamente librecambista: El Arancel de Figuerola de 1869, elaborado por el Ministro de Hacienda después de la Gloriosa, se basaba fundamentalmente en:
    • Eliminación de la prohibición de importar productos.
    • Proyección de disminución gradual de los aranceles desde 1875 a 1881.
  4. Retorno al proteccionismo: En 1875, con la Restauración, se retornó de nuevo al proteccionismo, que culminó con el Arancel de 1891, con el que se inició un fuerte proteccionismo hasta 1960.

Modernización Monetaria: La Peseta

Hasta los años 30 del siglo XIX circulaban en España monedas de distintas épocas y regiones. Ninguna de ellas se regía por el sistema decimal, por lo que la mezcla de piezas y sistemas dificultaba sus conversiones y era un obstáculo para las transacciones comerciales.

La modernización del sistema monetario consistió en la implantación de una sola UNIDAD MONETARIA, basada en el sistema decimal: LA PESETA. Esto se consiguió en 1868 tras varios intentos.

Desarrollo del Sistema Bancario

Al mismo tiempo que se iniciaba la transición a un sistema monetario moderno, se emprendía también la implantación de un nuevo SISTEMA BANCARIO.

El primer gran banco español fue el Banco Nacional de San Carlos (1782), concebido como banco oficial para la administración de la Deuda Pública. Tras su quiebra y para solucionar parte de los problemas de la Deuda, se creó en 1829 el Banco Español de San Fernando, cuya principal función era prestar dinero al Estado.

Durante el reinado de Isabel II se crearon dos bancos más, el Banco de Isabel II en Madrid y el Banco de Barcelona. La rivalidad entre el antiguo Banco Español de San Fernando y el Banco de Isabel II casi los conduce a la quiebra, por lo que en 1856 el gobierno decidió fusionarlos fundando el Banco de España.

A partir de las leyes bancarias de 1856, relacionadas con la Ley de Ferrocarriles, surgieron numerosos bancos y sociedades de crédito, muchos de los cuales se hundieron tras la crisis de 1866.

Por último, tras el desastre colonial de 1898, se repatrió a España gran parte de los capitales establecidos en Cuba, Puerto Rico y Filipinas, iniciándose una nueva fase de desarrollo bancario con fundaciones tan importantes como el Banco Hispano Americano en 1901.

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