14 Abr
IMPRESIONES E IDEAS
La naturaleza humana es el centro capital de las ciencias, por ello Hume busca desarrollar una ciencia de la naturaleza humana fundamentada en la experiencia y la observación. Esta ciencia investigaría los procesos psicológicos del ser humano. De hecho, intentó extender el método de la ciencia de Newton al suyo. Aligual que Locke, Hume sitúa el origen del conocimiento en la experiencia, pero por otro lado llama percepción a todo dato que se presente en la mente. Existen 2 tipos de percepciones: -Impresiones: Son datos inmediatos e irreductibles de la experiencia. Pueden ser las sensaciones, las pasiones o las emociones. – Ideas: Son copias o imágenes atenuadas de las impresiones. Pueden ser los pensamientos, los recuerdos o las imaginaciones. La diferencia entre impresiones e ideas radicaría en la fuerza, la intensidad y la vivacidad al presentarse ante nuestra conciencia. Ejemplo: No es lo mismo estar escuchando un concierto (impresiones), que recordarlo (ideas). Tanto las impresiones como las ideas pueden ser: – Simples: No admiten distinción ni separación. – Compuestas: Admiten distinción de partes. No confundir con la distinción de Locke de ideas simples y complejas. Hume entiende que el origen del conocimiento se encuentra en las impresiones simples. Así como estas son el origen de las ideas simples, también son el origen de las ideas complejas (las asociaciones de ideas simples de las que hablaba Locke). Igualmente, son también el origen de las ideas secundarias (razonamientos sobre ideas primarias). Sabiendo este principio de Hume y que el significado de un término es la idea que expresa, obtenemos el criterio empirista de significación: todo término al que no pueda asignarse una o varias impresiones carece de significado, si bien toda palabra que posea significado debe estar asociada a una idea. Hume entiende que existen 2 formas de reproducir las impresiones por parte de nuestra mente: – Recurriendo a la memoria: Reaparecen con un grado de viveza intermedio entre el de una impresión y el de una idea. – Recurriendo a la imaginación: Reaparecen como meras ideas, como débiles copias o imágenes de las impresiones. Mientras la memoria conserva tanto las ideas simples como su orden o posición, la imaginación puede combinar ideas simples arbitrariamente y descomponer ideas complejas en otras simples. Debido a un impulso innato que nos mueve a combinar determinados tipos de ideas, la imaginación opera según unos principios generales de asociación: a) Semejanza, b) Contigüidad en el tiempo o en el espacio, c) Causa y efecto. Cuando hablamos de ellas, no nos referimos a los objetos mismos sino a las operaciones psicológicas de los sujetos. No podemos decir de las cosas que nos rodean nada más que la información que nos proporcionan las impresiones, y la mente tiene este modo de operar con las ideas.
Crítica a la Metafísica Racionalista
Hume se opone a la filosofía tradicional (racionalistas, Descartes, Spinoza), y utilizando el criterio empirista de significación pone de manifiesto su falta de rigor y sus insuficiencias conceptuales1.Análisis de la idea de causalidad
: La metafísica racionalista entiende que existe una conexión necesaria y real entre hechos. Atendiendo a esta conexión parece que podemos formular enunciados sobre sucesos pasados, presentes o futuros. Sin embargo, Hume critica a este pensamiento aludiendo a 3 circunstancias: 1) La contigüidad entre tiempo y lugar 2) La prioridad en el tiempo 3) La conjunción constante entre causa y efecto. Deducimos la existencia de los efectos a partir de la existencia de las causas. No obstante, no tenemos ninguna “impresión sensible” por la que podamos demostrar la idea de causalidad. Aunque carezcamos de conocimiento sobre dicha idea, Hume encuentra la justificación de su uso en la creencia. Apoyados en la imaginación y en la memoria, comprobamos una y otra vez que los hechos se dan en un cierto orden y regularidad. Así creamos una especie de impresión interior que nos hace creer que todo está causalmente determinado (por ejemplo, acostumbrados a ver cómo los platos se rompen al caer al suelo acabamos creyendo que la causa de su rotura es su impacto contra el suelo). De esta forma, aunque no tengamos prueba de ello, creemos que los hechos seguirán sucediendo así en el futuro gracias a la noción de causalidad, que no tiene más apoyo que una costumbre establecida por un mecanismo psicológico. La causalidad funciona más como la ley de nuestro modo de pensar las cosas que como una ley universal.
2. Análisis de la idea de sustancia
La metafísica racionalista entiende la sustancia como un “substrato” (un soporte de cualidades) que existe por sí mismo y subsiste a sus posibles cambios (por ejemplo, una persona a lo largo de su vida sigue siendo ella misma, aunque esté sujeta a cambios). Tanto Dios como el yo y el mundo entran en la categoría de sustancia. Los empiristas desconfían de esta idea, pues no podemos acceder a ella a partir de la experiencia. De hecho, no existe ninguna impresión que nos la confirme. Desde esta perspectiva, la sustancia es un producto de la imaginación creado para explicar la permanencia de las cosas. No sería más que una colección de cualidades que la imaginación une y la memoria recuerda. En definitiva, no hay ninguna idea legítima de sustancia.
3. Análisis de la idea de Dios
: La metafísica racionalista fundamenta la existencia de Dios en la idea de causalidad, entendiendo Dios como la causa del mundo y de todas nuestras impresiones.
Este argumento no se corresponde con como funciona realmente nuestro conocimiento (a partir de impresiones)
, por lo que no tenemos ninguna evidencia empírica de Dios. Hume, como miembro de la Ilustración, sostiene que el poder sacerdotal promueve el terror y la ignorancia mediante los cuales la religión hace presas a las mentes. Constituyen, de hecho, el mayor obstáculo para el progreso y el bienestar social. Igualmente, pone de manifiesto la falta de fundamento racional con respecto a los milagros y a las profecías tomados como soporte de la revelación.
4. Análisis de la idea de mundo
: La metafísica racionalista entiende el mundo como el conjunto de objetos físicos externos, responsables de nuestras impresiones.Para Hume no es posible confirmar la existencia de tales objetos independientemente de nuestra mente. Estos se presentan en nuestra mente (a modo de percepciones) con tanta constancia y regularidad que acabamos creyendo que existen, aunque no los percibamos (por ejemplo, si metemos a un gato en una caja, nosotros seguiremos creyendo que está ahí aunque no le veamos, cosa que empíricamente no podemos demostrar). De este asunto se ocupa la imaginación.
Hume señala que lo que llamamos experiencia no se refiere sólo a lo que captamos por los sentidos sino también por lo producido por la imaginación.
5. Análisis de la idea del yo
: La metafísica racionalista defiende que el yo (alma) es una entidad permanente. Se trata de una sustancia distinta de nuestras ideas e impresiones.Para Hume, el yo individual es un conjunto de estados psíquicos que fluyen rápidamente. Ante la pregunta de si el alma es inmortal, Hume responderá que al afirmar o al negar su inmortalidad estaríamos haciendo un juicio cuyo objeto (el alma) no existe, pues no.
Justificación del método científico
Inspirándose en Leibniz, Hume hace una distinción entre los contenidos de nuestro conocimiento:-Enunciados que expresan relaciones entre ideas al margen de la experiencia. Pertenecen a las llamadas ciencias formales.
Ejemplo: 45 – 4 = 41 –
Enunciados que hacen mención a cuestiones de hecho a partir de la experiencia. Pertenecen a las llamadas ciencias experimentales.
Ejemplo: La Tierra no es plana. El conocimiento que corresponde a las ciencias formales es el matemático, ya que en él se ejercita un razonamiento demostrativo que no necesita de la experiencia.
La veracidad de una proposición matemática no depende de cuestiones de hecho, ya que es independiente del modo en que llegamos a conocer los significados de los símbolos (5 + 4 = 9 será siempre así al margen de toda experiencia)
Al tratarse de proposiciones formales y no de hipótesis empíricas, su veracidad no depende de su aplicación (por muy susceptibles que sean las matemáticas de ser aplicadas). Para convertir en falsa una proposición aritmética o algebraica tendríamos que cambiar los significados de los símbolos, no existe otra manera. Un enunciado que expresa una relación de ideas no puede ser negado sin caer en contradicción (no se puede negar que 5 + 4 = 9 sin caer en contradicción). Mientras los enunciados de las ciencias formales están vacíos de contenido factual (empírico), con las cuestiones de hecho, propias de las ciencias experimentales, ocurre lo contrario. A diferencia de los primeros, aquellos que enuncian cuestiones de hecho jamás implican contradicción y pueden ser concebidos por la mente muy fácilmente se ajuste o no a la realidad (nadie puede decir que 2 + 1 = 5 sin contradecirse, pero todos podemos concebir que la Tierra es plana sin contradecirnos tan pronto como concebimos que es esférica). Decir que el Sol no saldrá mañana no implica ninguna contradicción lógica. Lo que Hume defiende aquí es que no podemos tener la misma seguridad de que el Sol saldrá mañana que la que tenemos de la veracidad de una proposición matemática. Puede ser muy probable que el Sol salga mañana, pero no cierto si entendemos por proposición cierta aquella cuya opuesta es contradictoria e imposible. Para rechazar el ideal deductivo de los racionalistas, Hume pone de manifiesto como la demostración (formal, matemática) no tiene cabida en el campo de los hechos, donde sólo tiene validez otro tipo de razonamiento con reglas propias: la inducción a partir de la experiencia. En el ámbito de las ciencias físico-naturales (experimentales)
, toda ley científica que pretenda describir la regularidad y la necesidad de diferentes sucesos se fundamenta en el principio de causalidad.
Si en matemáticas tenemos la demostración, en las ciencias empíricas hacemos uso de las relaciones causa-efecto.
Todo razonamiento en cuestiones de hecho incluye una inferencia causal, que Hume entiende como un mecanismo psicológico o como un principio de nuestro modo de pensar las cosas basado en el hábito y la costumbre. Es por esto por lo que la uniformidad de la naturaleza no es demostrable racionalmente, lo que conduce a Hume a establecer creencia como medio científico. Aunque las leyes científicas tengan un valor de probabilidad y no sean necesarias, sí son suficientes para que podamos comprender la realidad. Para Hume, la creencia, basada en la experiencia y en la imaginación, es suficiente para justificar la validez de la ciencia experimental.
La Estética trascendental
La Analítica trascendental
Kant también se aleja de Hume
;Para el último el juicio es un principio sintético, pero a posteriori, proviene de la experiencia, es una generalización resultante de que hemos observado repetidas veces la sucesión constante de dos fenómenos: como la experiencia no muestra conexiones necesarias, como la experiencia muestra solamente que las cosas suceden de hecho así y no que tengan que suceder necesariamente así, tal juicio no es estrictamente universal ni necesario, sino contingente.
Señala Hume
>la experiencia no nos han mostrado nunca algo que comienza a existir sin causa, pero esto no implica que sea lógicamente imposible.En contraposición, Kant entiende que Hume confunde las leyes causales particulares con el principio general de causalidad.
ley causal-> «todos los cuerpos son dilatados por el calor»
Kant no tendría inconveniente en reconocer que se trata de un juicio sintético posterior. Al mantener que hay juicios sintéticos Kant sostiene que el conocimiento no puede consistir exclusivamente en la recepción de impresiones, el concepto de juicio sintético a priori, es la base sobre la que se produce la revolución kantiana, se puede decir que la crítica de la razón pura es de los juicios sintéticos a priori. (Mates y la Física).
Teoría de los juicios y fundamentación de las ciencias
Los propósitos de Kant en la crítica de la razón pura son establecer las condiciones de validez del conocimiento científico y analizar la imposibilidad de la metafísica en la medida desde la perspectiva kantiana. La problemática de la metafísica 70 entre que constituye un examen de la realidad. Esta disciplina fórmula acerca de algo más allá de la experiencia. Kant constata cómo otras disciplinas han encontrado el camino seguro así se menciona el rigor y la certeza de logros de las matemáticas y de la física, las lógicas. Consistente en primar un enfoque a priori en la indagación de los objetos de estudio, Kant trató de aplicar en el terreno de la teoría del conocimiento el método de las disciplinas científicas. Así pues el sujeto va a ser el centro de la explicación y justificación del conocimiento. El sujeto para Kant no se sujeto de Descartes, no está cargado con ideas innatas, necesita adquirir desde la experiencia los contenidos en su conocimiento. Estas condiciones han de ser universalmente válidas y necesarias, dividíéndose en dos clases:1-una impresión sensible puede ser tal, requisitos o o formas a priori de la sensibilidad, 2-al que podamos pensar una impresión sensible, conceptos a priori del entrenamiento, las categorías. Solo podemos conocer gracias a las formas a priori que ordenan el material caótico de las impresiones sensibles. Pero Kant no se sitúa en el ámbito de vista psicológico no analiza el funcionamiento de nuestra mente al conocer. Kant se sitúa en el punto de vista trascendental:
Analiza el conocimiento mismo para descubrir allí las condiciones a priori que lo hacen posible. –
las formas a priori no son formas anteriores experiencias sino formas independientes de la experiencia. Kant utiliza el ajetivo trascendental para aludir a todo aquello que se refiere a las condiciones a priori del conocimiento todas que yo que no depende de la experiencia concreta sino que es preciso.
Filosofía trascendental
> conjunto de principios que son necesarios para justificar la experiencia toda amplitud: moral, estética.Por todo ello, la indagación sobre la posibilidad de una metafísica científica te quiere de una cuestión previa. La teoría de los juicios.
Kant sostiene que la pregunta acerca de las condiciones que posibiliten la ciencia podría concretarse en una pregunta acerca de las condiciones que hacen posibles los juicios de la ciencia. Determina juicios que están en la base de la ciencia, establece una doble clasificación atendiendo a dos criterios diferentes, a) según la inclusión o no del predicado en el sujeto o bien del modo cómo es posible conocer la verdad de los juicios. En función del «primer criterio».
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