12 Jul
Principales discusiones teológico-filosóficas
Aborda la relación entre razón y fe, distinguiendo la Filosofía de la Teología sin separarlas por completo. La fe, proveedora de creencias irrenunciables, busca dialogar con la razón. La sumisión inicial de la razón a la fe evoluciona hacia mayor autonomía, defendida por Santo Tomás de Aquino. Tras la crisis de la Escolástica, surge la reclamación de la independencia de la razón, marcando el inicio de la filosofía moderna.
La naturaleza de los universales
Aborda la naturaleza de los universales y los debates entre platónicos-agustinianos, aristotélicos, realistas y nominalistas, especialmente en el siglo XIII. Destaca el redescubrimiento de la física y metafísica aristotélica tras la toma de Toledo. Surge el averroísmo latino en la Universidad de París, interpretándose como un aristotelismo arabizado. San Alberto Magno y Santo Tomás de Aquino son pioneros en cristianizar el pensamiento aristotélico tras la traducción de los comentarios árabes a las obras de Aristóteles.
Relación Razón-Fe
La relación entre el cristianismo y la filosofía ha evolucionado a lo largo del tiempo, inicialmente caracterizada por la supremacía de la fe sobre la razón hasta la influencia de Santo Tomás de Aquino. Aquino reexaminó esta relación, otorgando mayor autonomía a la razón. Rechazó la teoría de la «doble verdad», enfatizando una única verdad accesible tanto mediante la razón como mediante la fe.
Reconociendo la singularidad e independencia de la filosofía y la teología, Aquino asignó a cada una su objeto y método de conocimiento. La filosofía explora verdades naturales accesibles mediante la razón, mientras que la teología se adentra en verdades reveladas conocidas solo a través de la revelación divina. Sin embargo, Aquino reconoció un terreno «común», representado por los «preámbulos» de la fe (por ejemplo, la existencia y unidad de Dios), accesibles tanto por la fe como por la razón. Esta distinción sentó las bases para el surgimiento de la filosofía moderna dentro de la Escolástica en los siglos posteriores.
Proceso del conocimiento
Destaca que el conocimiento comienza con los sentidos, considerando el alma como una «tabula rasa» al nacer. Los objetos generan sensaciones a través de los sentidos, siendo necesaria la interacción entre cuerpo y alma para el conocimiento. El objeto del reconocimiento intelectivo es la forma universal, captada en la sustancia mediante los sentidos.
Para sustancias no materiales como ángeles y Dios, Santo Tomás sostiene que el conocimiento es posible solo por analogía, a través del entendimiento de principios y causas del ser.
Teología de la creación
Dios es el único ser necesario; los demás seres reciben su existencia de Él. Santo Tomás abraza la creación «ex nihilo», donde Dios crea el mundo de la nada. Respecto al mal, sostiene que Dios lo permite para obtener beneficios mayores, como la libertad de la voluntad y el perfeccionamiento del mundo.
Órdenes de tendencias en la naturaleza
- Como sustancia, tiende a conservar su existencia, imponiendo el deber moral de procurar su conservación.
- Como animal, tiende a procrear, generando normas de conducta relacionadas con la procreación y el cuidado de los hijos.
- Como ser racional, tiende a conocer la verdad y vivir en sociedad, dando lugar a las obligaciones morales de buscar la verdad y respetar las exigencias de la justicia.
Concepto de ley natural
La ley natural es la porción de la ley eterna en las criaturas, arraigada en seres racionales, reflejando la participación divina en humanos a través de la conciencia moral, siendo una expresión de su naturaleza racional.
Características de la ley natural
La Ley Natural, al derivarse de la naturaleza humana, debe ser evidente, objetiva y guiar a todos, siendo fácilmente comprensible. Además, es universal e inmutable, ya que la naturaleza humana es común a pesar de las diferencias culturales y permanece constante a lo largo de la historia. Aunque el ser humano opta por el bien al seguir la Ley Natural, también puede elegir el mal debido a su libertad.
Relación entre la ley natural y positiva
La ley positiva concreta los preceptos morales generales de la primera. Se plantean preguntas sobre los límites de la ley natural en situaciones como la guerra o la huelga de hambre. Además, se argumenta que la ley positiva es una extensión de la ley natural y debe respetar sus exigencias, sirviendo como marco que establece los límites. Según Santo Tomás, la existencia de la ley positiva es necesaria para regular la convivencia social, buscando el bien común a través de la producción justa y distribución de bienes, y la paz social con gobernantes legítimos que eviten la turba movida por intereses propios o irracionalidad.
Formas de gobierno
Santo Tomás aboga por la monarquía como la mejor forma de gobierno, destacando su facilitación para lograr la unidad de criterio en el bien común. No obstante, defiende una combinación ideal de monarquía, aristocracia y democracia, similar a una monarquía constitucional con monarca, senado y congreso. En resumen, su interés político se centra en que la verdadera sociedad trasciende lo terrenal, orientándose hacia Dios como fin último, siendo la visión de Dios en la otra vida el objetivo sobrenatural de la sociedad.
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