11 Jul
RACIONALISMO
Tendencia a creer racional la esencia o estructura de todo lo real, o a la razón el instrumento adecuado para penetrar toda realidad. Hay que distinguir un racionalismo antiguo (grecolatino) que destaca simplemente la inteligibilidad de las leyes naturales contra el irracionalismo mítico, y un racionalismo moderno que pretende reducir la existencialidad y la contingencia del mundo a la necesidad racional.
EMPIRISMO
Escuela filosófica que no admite otro criterio de verdad que la experiencia sensible. Rechaza la suposición de ideas innatas, y también la intelección como penetración en las cosas sensibles hasta obtener de ellas su concepto o esencia. Reduce así los conceptos, de forma parecida al NOMINALISMO, a meros nombres o términos designativos de colectividades agrupadas mentalmente. Forman esta corriente, principalmente, los ingleses del siglo XVII Locke, Berkeley, Hume.
GIRO COPERNICANO
Copérnico, durante el Renacimiento, cambió la perspectiva de la astronomía situando al Sol en el centro de giro de todos los planetas del Sistema Solar. Su descubrimiento fue de tal envergadura que la expresión «giro copernicano» se acuñó para referirse a grandes cambios o descubrimientos. Así fue como Kant comparó sus innovadoras teorías epistemológicas con los descubrimientos astronómicos de Copérnico, pues las planteó como un verdadero cambio. Él quiso legitimar la universalidad de la ciencia negada tanto por racionalistas como por empiristas. Para ello dijo, había que cambiar la perspectiva en que se da el conocimiento: no es el sujeto cognoscente el que se adapta al objeto para conocerlo, sino que se ha de adaptar el objeto conocido al sujeto, que influirá, afectará y conformará el conocimiento del objeto. Sólo de esta forma se pueden incluir las estructuras e ideas que el sujeto humano posee a priori en el conocimiento del objeto y, de esta forma, universalizarlo. Así, la ciencia dejará de ser prevalida como decían empiristas y racionalistas, pues podremos extender sus juicios a cualquier ser humano. El conocimiento, pues, se dará gracias a la sensibilidad y al entendimiento.
ILUSIÓN TRASCENDENTAL
Kant denomina así a la tendencia inevitable de la razón humana a buscar lo incondicionado, la esencia de las cosas. El filósofo de Konisgberg hace una diferenciación entre aquello que se da en un espacio y un tiempo determinados, que es captado por los sentidos, y la cosa en sí, su naturaleza real, independientemente de cómo se nos muestre. Establece que los fenómenos pueden conocerse mediante la intuición sensible y los noúmenos mediante una intuición intelectual o suprasensible de la que el ser humano carece, por ello son inaccesibles para éste. Esto conforma un fenomenismo gnoseológico. Por todo ello, Kant niega la Metafísica como ciencia, a pesar de que admitirá que es natural para el ser humano tender a ella. A esta doctrina se le denominará idealismo trascendental: el espacio, el tiempo y los objetos que en ellos se dan, están sujetos a la experiencia y son probables.
IMPERATIVO
Un imperativo moral es un mandato u orden que, referido a la moral, nos dice qué es lo que debemos hacer. Tras estudiar las éticas previas, Kant llegó a la conclusión de que eran todas éticas prácticas y materiales basadas en imperativos hipotéticos, pues nos decían qué tenemos que hacer para conseguir algo. Aplicándolas, la voluntad sería heterónoma, ya que dependerá del contenido del enunciado para lograr un determinado fin. Kant defenderá una ética formal sin contenido, extrapolable a cualquier situación y basada en imperativos categóricos. La voluntad, en esta ética del deber, se vuelve autónoma pues es ella misma la que crea la ley moral. Así, los imperativos hipotéticos nos ayudan en un solo contexto y condicionan la voluntad mientras que los categóricos son prácticos en cualquier situación dado su carácter formal y universal.
CONTRATO SOCIAL
Permite a los individuos salir del estado de naturaleza para entrar en el estado civil. No es un hecho histórico sino una hipótesis que nos dice cómo debe ser administrado el Estado. El contrato social es el propio de una constitución republicana si implica la igualdad o sumisión absoluta de los individuos a una autoridad, lo cual acerca el pensamiento kantiano a Hobbes y, al mismo tiempo, garantiza la libertad o que el individuo es colegislador, esto es, que ninguna ley puede ser aprobada sin su consentimiento y que, por tanto, el gobernante tiene que dictar las leyes como si emanase de la voluntad general, lo cual aproxima el pensamiento de Kant a Rousseau. El contrato social originario ha de respetar también el principio de ciudadanía, que implica la elección de representantes. Al contrario que Rousseau, para quien todos los hombres son ciudadanos, Kant distingue entre ciudadanos activos y pasivos siguiendo el criterio de posesión de tierras.
LIBERTAD
Es, junto a la igualdad y a la independencia, una de las características esenciales del ciudadano del Estado. Establece que no tenemos por qué obedecer jamás una ley a la que no hayamos dado nuestro consentimiento. Se define como el poder de auto legislarse colectivamente: la libertad significaría autonomía El ciudadano ha de ser colegislador, es decir, el Estado debiera legislar como si fuera posible que la voluntad unida de su pueblo diera su consentimiento. Esto no expresa desobediencia civil, concepto que Kant desechaba totalmente.
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