24 Ene

La crisis de la Restauración. Reinado de Alfonso XIII (1902-1931)

En 1902 termina la regencia de María Cristina y Alfonso XIII es declarado rey. Continuó la Restauración, con el turno político. El proceso fue difícil (excepto en países con larga tradición liberal, como Inglaterra o Francia) y con tensiones producidas por la acción del comunismo (Revolución Rusa) y del fascismo (casos de Alemania e Italia). En España, el proceso estuvo lleno de dificultades y enfrentamientos que condujeron a una guerra civil. Hasta la implantación de la II República española en 1931, hay una serie de factores que debemos tener en cuenta para explicar los cambios políticos y sociales de estos años:

A) La ineficacia del sistema de la Restauración

Desde 1875, dos grandes partidos (Liberal y Conservador) se repartían el poder en España, lo que dio estabilidad en un principio. Después, mostró carencias, como un exceso de corrupción, innata al sistema que se basaba en el caciquismo y la incapacidad para representar a la sociedad. El movimiento obrero (socialismo), los republicanos y los nacionalistas de las regiones periféricas (País Vasco, Cataluña y, en menor medida, Galicia) no se veían representados por el sistema. El bipartidismo no era idóneo para liderar el cambio político, difícilmente la democratización de la sociedad podía implantarse.

B) La guerra de Marruecos

Conflicto impopular hasta 1927. La población estaba en contra. La guerra va a estar en el centro de los sucesos revolucionarios y le va a costar el puesto al rey Alfonso XIII.

C) La relación Iglesia-Estado

España era un país católico, la Iglesia intervenía en la vida pública (orden moral, educación) y política. Los cambios afectaban a la Iglesia, la tendencia era hacia un país laico y quitar a la Iglesia los privilegios y el control casi total que tenía de la educación.

D) La actuación de los militares

Cuando las cosas se ponían tensas, los militares actuaban por la fuerza y daban golpes de Estado, uno de ellos en 1936 conduce a la Guerra Civil.

E) El momento histórico

Momento revolucionario y de extremismos: anarquismo (en toda Europa), sindicalismo radical, revolución socialista (Rusia), fascismo (Italia), nacionalsocialismo (Alemania), etc. Esto influye en España y se debe tener en cuenta para explicar la realidad nacional.

Periodo de crisis del sistema de la Restauración (1900-1917)

Las guerras coloniales en Marruecos

Después del «Desastre del 98», España quiere compensar la pérdida de las colonias americanas con el control de otras en el norte de África. Los países europeos controlaban colonias en África, España solo recibe una mínima parte de Marruecos y del Sahara. Las zonas se rebelaron y España trató de controlarlas por medio de una guerra. La guerra de Marruecos influyó mucho en la política y la sociedad, provocó crisis. Además, la opinión pública mayoritaria culpó al monarca del fracaso en Marruecos, lo que provocó el fin de la Restauración. La guerra causó importantes problemas:

A) La población no entendía que España hiciera una nueva guerra para controlar una zona muy pobre.

B) Los soldados eran reservistas de reemplazo, eran elegidos por sorteo en diferentes reemplazos, pero los hijos de los ricos podían evitar ir si pagaban una excepción bastante cara.

Hubo dos momentos críticos destacados. En 1909, los reservistas se amotinan en el puerto de Barcelona negándose a ir a la guerra, quemaron iglesias y se enfrentaron a los soldados. El ejército actuó con violencia, hubo muertes y heridos. La Semana Trágica tuvo una fuerte repercusión internacional entre los partidos europeos de izquierda que convocaron manifestaciones de protesta (tan importantes como la de París que congregó a más de 50.000 personas). El rey se ve obligado a quitar a Antonio Maura, sustituido por el liberal Canalejas. Más grave fue después la derrota de Annual en 1921, donde murieron unos 12.000 soldados, provocó una convulsión nacional, los opositores acusaron al rey Alfonso XIII de ser el culpable.

División política: La oposición del resto de partidos que estaban alejados del poder

Los tradicionales carlistas, los republicanos (el Partido Radical de Alejandro Lerroux), los socialistas (el Partido Socialista Obrero Español y la Unión General de Trabajadores), tenían una escasa representación en las Cortes, y no dejaron de movilizar a campesinos y trabajadores para acabar con un sistema político que los mantenía al margen del poder. Presionaron con manifestaciones, huelgas y protestas en la calle, pero algunos recurrieron a la violencia, varios políticos fueron asesinados en atentados. Tras el Desastre del 98 nacieron en Cataluña y el País Vasco los partidos nacionalistas. En Cataluña, los empresarios venidos de Cuba impulsaron un proceso que reclamaba más autonomía para la región y tener mayor control de la hacienda catalana. Así nació la Lliga Regionalista (formada por la alta burguesía empresarial de derechas); luego surgió el partido nacionalista republicano de izquierdas: Ezquerra Republicana. En el País Vasco, Sabino Arana fundó en 1895 el Partido Nacionalista Vasco, en defensa de la “raza” vasca, las tradiciones y costumbres vascas frente a los inmigrantes del resto de España que llegaban para trabajar y amenazaban con acabar con este legado. El anarquismo utilizó el terrorismo para alcanzar sus objetivos de destrucción de la sociedad burguesa, evolucionó hasta el sindicalismo radical, creando la Confederación Nacional de Trabajo (CNT), buscaba una transformación revolucionaria de la sociedad utilizando la huelga general revolucionaria.

Periodo final de la Restauración (1917-1923)

España fue neutral en la Primera Guerra Mundial. Las fábricas e industrias aprovecharon para proveer de suministros a los países combatientes. La economía mejoró, fue un crecimiento rápido que acabó perjudicando. A principios de 1917, el nivel de vida en España había subido un 70% respecto al año 1914. Hizo que aumentaran las desigualdades entre ricos y pobres. La guerra mundial finalizó en 1918, España entró en una crisis económica, entró en recesión por la inflación y la falta de demanda. Miles de personas perdieron su empleo y los sindicatos reaccionaron con huelgas y revueltas. En el verano de 1917 se produjo una triple crisis que estuvo a punto de acabar con el sistema:

  • Una fracción de los militares que estaban en la Península se quejaban del trato desigual que recibían respecto a los militares que participaban en la guerra de Marruecos (rápidamente ascendidos). Presionaron al gobierno y tuvo que ceder en parte a sus reivindicaciones.
  • Los partidos nacionalistas catalanes aprovechan para declarar la autonomía de su territorio. Y los partidos republicanos y socialistas preparaban un movimiento revolucionario que acabara con la Restauración.
  • Los sindicatos movilizaron a la población en huelgas generales que también pedían un cambio de sistema. El presidente del Gobierno (Eduardo Dato) cierra las Cortes y suprime las libertades, e impone el estado de excepción.

El bipartidismo había muerto. En 1917 se formó un gobierno de concentración nacional con nacionalistas catalanes. La inestabilidad y la falta de acuerdos duró hasta que se produjo la temida reacción militar y el 13 de septiembre de 1923, el Capitán General de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, dio un golpe de Estado y proclamó una dictadura militar, aceptada por el rey. Los problemas derivados de la guerra de Marruecos, la crisis económica posterior a la Primera Guerra Mundial, la presión ejercida por los partidos políticos opositores terminarán provocando la caída del sistema bipartidista.

La dictadura de Primo de Rivera (1923-1931)

Primo de Rivera da un golpe de Estado que triunfó, suprimió las Cortes y acumuló todo el poder. Prohibió los partidos políticos y censuró la prensa. La población era indiferente, cansada de la inestabilidad. El dictador llega a acuerdos con el Partido Socialista y con los nacionalistas catalanes, promete respetar la autonomía. Por la presión del ejército, retira la confianza, inicia una dura represión que prohibió instituciones catalanas, el uso del catalán, incluso la sardana. Una vez recuperado el orden, la dictadura obtuvo éxitos, se logró en 1927 la total pacificación del protectorado español en Marruecos. Se aprovechó la etapa de prosperidad económica mundial posterior a la Primera Guerra Mundial y se realizaron obras públicas: carreteras, ferrocarriles, puertos y obras hidráulicas. Se crearon grandes monopolios públicos como la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE) y la Compañía Arrendataria de Monopolio de Petróleo (CAMPSA). Pero el régimen era fuertemente impopular, especialmente para los intelectuales, así como para los partidos políticos de izquierda, nacionalistas y los sindicatos. La crisis mundial de 1929 alcanzó también a España y contribuyó a la caída de la dictadura. Primo de Rivera dimitió el 28 de enero de 1930, asfixiado por todos: partidos contrarios -al frente republicanos de izquierda-, el descontento social provocado por el paro que trajo la crisis de 1929 y la presión internacional de las democracias europeas. La monarquía también retiró su apoyo, no sobrevivió mucho tiempo. En 1930, el general Berenguer sustituyó a Primo de Rivera para realizar las reformas necesarias y establecer un cambio de sistema, eran lentas y motivó la desconfianza generalizada en el proceso. En 1931, el rey sustituye a Berenguer por Aznar para que agilice las reformas. Se convocaron elecciones municipales en abril de 1931, pueden participar de nuevo todos los partidos políticos prohibidos durante la dictadura. La sensación popular era que se trataba de un plebiscito a la monarquía: si los partidos monárquicos perdían, el cambio de sistema y la implantación de la República serían imparables, esto fue lo que sucedió. En los pueblos y pequeñas ciudades ganaron los monárquicos, en todas las grandes ciudades triunfaron los republicanos. El 14 de abril de 1931, fue declarada la Segunda República Española, ese día el rey abandonó España camino del exilio.

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