29 Dic
La Emisión de Obligaciones (Empréstitos)
Cuando una empresa necesita financiarse a largo plazo, puede optar por la emisión de obligaciones, también conocidas como empréstitos. Este proceso implica dividir la totalidad del capital requerido en pequeñas cantidades iguales, representadas por títulos denominados obligaciones, bonos o pagarés. Estos títulos se ofrecen al público, y los inversores que los adquieren se convierten en acreedores de la empresa. A cambio, obtienen el derecho a cobrar un interés periódico y a la devolución del capital invertido en los plazos acordados. De esta manera, la empresa recibe fondos propios a cambio de títulos que representan el reconocimiento de la deuda contraída. En esencia, una obligación es un título-valor que representa una parte alícuota de una deuda contraída por la empresa.
Leasing: Una Alternativa de Financiación
El leasing se presenta como una alternativa viable cuando las empresas necesitan adquirir nuevos equipos. En lugar de comprarlos directamente, pueden optar por arrendarlos a través de un contrato de leasing. Este contrato establece que el arrendador alquila un bien a la empresa, la cual se compromete a pagar cuotas periódicas por su uso. El leasing se considera una forma de financiación a medio o largo plazo, ya que permite a la empresa utilizar bienes sin necesidad de desembolsar fondos propios o recurrir a un crédito tradicional. Existen dos modalidades principales:
- Leasing financiero: En esta modalidad, el arrendador compra el bien al fabricante y lo arrienda a la empresa. La empresa está obligada a pagar el alquiler durante la vigencia del contrato, sin posibilidad de rescindirlo unilateralmente.
- Leasing operativo: Aquí, el arrendador suele ser el fabricante o distribuidor del bien. Además del arrendamiento, se encarga del mantenimiento y la renovación del equipo si surgen nuevos modelos. Esta modalidad es común en sectores con rápida evolución tecnológica, aunque su principal desventaja es su elevado coste.
Decisiones de Inversión
En términos económicos, la inversión se refiere a la utilización de fondos financieros para adquirir bienes de producción con el objetivo de aumentar la capacidad productiva de la empresa. En otras palabras, las inversiones económicas (reales o productivas) consisten en la adquisición del capital productivo necesario para el desarrollo de la actividad empresarial.
Tipos de Inversiones Económicas
Las inversiones económicas se pueden clasificar en dos categorías principales:
- Inversiones de funcionamiento: Son aquellas realizadas para adquirir los elementos necesarios para el proceso productivo. Estas inversiones se renuevan periódicamente y se recuperan a corto plazo.
- Inversiones permanentes o estructurales: Se refieren a la adquisición de bienes que serán utilizados por la empresa durante un período prolongado. Estas inversiones, también denominadas inversiones en activos inmovilizados, son a largo plazo.
Los Activos Financieros
Los activos financieros son títulos-valor que representan el reconocimiento de una deuda por parte del emisor y otorgan al poseedor el derecho a su cobro. Son creados por agentes que necesitan financiación, como las administraciones públicas o las empresas. Sus características principales son:
- Rentabilidad: Es el rendimiento que el inversor obtendrá del activo. Al invertir en un activo financiero, se presta dinero al emisor, quien a cambio ofrece una recompensa o rentabilidad. Si el rendimiento se conoce de antemano, se trata de renta fija (bonos y obligaciones). Si el rendimiento depende del desempeño de la empresa, el activo es de renta variable (acciones).
- Riesgo: Depende del plazo de devolución y de las garantías del emisor para cumplir con la deuda a su vencimiento. El riesgo será menor cuanto mayor sea la seguridad de recuperar la cantidad prestada.
- Liquidez: Se refiere a la facilidad con la que un activo puede convertirse en dinero efectivo sin costes significativos. Un activo será más líquido cuanto más fácil sea transformarlo en dinero sin pérdidas.
Ventajas e Inconvenientes de la Autofinanciación
La autofinanciación ofrece a la empresa una mayor autonomía e independencia financiera, mejorando su solvencia al aumentar los fondos propios. Para las pymes, suele ser la principal fuente de financiación debido a las dificultades para acceder a otras alternativas. Además, no es necesario remunerar explícitamente estos recursos, aunque sí tienen un coste de oportunidad asociado. Esto puede ser un inconveniente, ya que existe el riesgo de invertir en proyectos poco rentables. Otro posible inconveniente es el conflicto de intereses entre accionistas y directivos: cuanto menos beneficio se reparta, mayor será la autofinanciación para nuevas inversiones, pero menor será la rentabilidad para los accionistas.
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