11 Jul

Préstamos y Créditos Bancarios

En un préstamo, la empresa recibe del banco la cantidad solicitada de forma inmediata, por lo que debe pagar intereses por todos los fondos recibidos.

Es frecuente que las empresas precisen dinero para afrontar posibles necesidades que son difíciles de prever con exactitud. Se suele utilizar la apertura de una cuenta de crédito o línea de crédito. La operación consiste en que el banco concede a la empresa una determinada cantidad de dinero. El banco abre una cuenta corriente de cuyo dinero la empresa puede disponer según lo vaya necesitando, dentro de ese límite. Así la empresa solo paga intereses por las cantidades utilizadas y por el tiempo empleado y no por el total del crédito concedido, con lo que el coste por intereses disminuye.

Descuento Comercial o Descuento de Efectos

Los derechos de cobro pueden transformarse en dinero antes de su fecha de cobro. Cuando las empresas necesitan liquidez, en lugar de esperar a que llegue el vencimiento de la letra, pueden aprovechar la posibilidad que ofrecen los bancos de adelantar el dinero a través del descuento de efectos. Al descontar los efectos, estos quedan en poder del banco, quien abonará a la empresa su importe, una vez deducidos los gastos por su servicio.

El descuento de efectos supone para la empresa un préstamo del banco, ya que podrá disponer de los fondos antes de lo previsto, aportándole la liquidez que la empresa necesita. El riesgo para la empresa no desaparece hasta que el deudor haya pagado ya que en caso de resultar impagado el efecto, el banco le retira el dinero que le adelantó y le devuelve el efecto.

Financiación a través del Factoring

Consiste en que una empresa especializada (sociedad factoring), se encarga de cobrar los derechos de cobro de otras empresas. Una empresa que disponga de letras de cambio o facturas pendientes de cobro y necesite liquidez, puede venderlas antes de su vencimiento a una sociedad factoring para que esta se encargue de cobrarlas.

El factoring tiene las mismas ventajas que el descuento de efectos (suministrar liquidez y se evita la gestión de cobros), además de que una vez vendidos los derechos, la empresa se libera del riesgo de posibles impagos, ya que ese riesgo se traslada a la sociedad factoring. Su mayor inconveniente está en su elevado coste, ya que la sociedad factoring cobrará una comisión que le cubra ese riesgo y un interés por anticipar los cobros.

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