02 Ene

Las Meninas, obra hecha por Diego Velázquez fue acabado en 1656 corresponde al último periodo estilístico del artista, el de plena madurez y al estilo Barroco. Es una pintura realizada al óleo sobre un lienzo de grandes dimensiones donde las figuras situadas en primer plano se representan a tamaño natural. El Barroco se desarrolló fundamentalmente durante el siglo 17 y a principios de. El Barroco es una evolución del Renacimiento, a partir de la ruptura que el manierismo había hecho con la pureza clasicista.

Las características de la arquitectura barroca

El Barroco aporto un tratamiento anticlásico y antirracional. Los nuevos edificios se caracterizan por:- EL uso de formas cóncavas y convexas – La colocación de elementos que produjeran relieve.-Las columnas retorcidas.- El gusto por las formas curvas en las plantas, las paredes…- -La decoración creada con la luz y pinturas.

Las características de la escultura barroca


  La escultura barroca buscaba la exaltación del poder. Participaba la luz y las perspectivas. Las obras de este periodo buscaban el movimiento, las curvas y los efectos del claroscuro, como se aprecia: Gian Lorenzo Bernini. y ‘El éxtasis de Santa Teresa’.                                                                        

Las características de la pintura barroca

  La luz fue especialmente importante para realizar el realismo y aparentar profundidad. – Al inicio del periodo se definían planos de claroscuro (tenebrismo). Con el paso del tiempo la luz se utilizo para realizar perspectivas aéreas la luz se hizo vaporosa. Igualmente fue importante el tratamiento del color; los colores cálidos se relacionan con la fogosidad y el apasionamiento. Era muy frecuente la disposición de una línea para transmitir una sensación de movimiento. Obras que destacan son ‘Cesto de frutas’ y ‘Conversion de San Pablo’ de Caravaggio.

 

LASMENINAS

El tema central de “Las Meninas” es el retrato de la infanta
Margarita de Austria, colocada en primer plano, rodeada por sus sirvientes, «las meninas», aunque la pintura representa también otros personajes. En el lado izquierdo se observa parte de un gran lienzo, y detrás de éste el propio Velázquez se autorretrata trabajando en él. El punto de fuga se encuentra cerca del personaje que aparece al fondo abriendo una puerta, donde hay un foco de.Un espejo colocado al fondo refleja las imágenes del rey Felipe IV y su esposa Mariana de Austria.           

 La falta de definición aumenta hacia el fondo, esta misma técnica se emplea para crear la atmósfera nebulosa del techo. La profundidad del ambiente está acentuada por la alternancia de las ventanas y los marcos de los cuadros colgados en la pared. Este escenario en penumbra resalta el grupo fuertemente iluminado de la infanta.                   

Destaca su equilibrada composición y su orden. La mitad inferior del lienzo está llena de personajes mientras que la mitad superior tiene una progresiva penumbra de quietud. Velázquez iluminó el cuadro con tres focos luminosos independientes, sin contar el pequeño reflejo del espejo. El más importante es el que ilumina a la Infanta y su grupo convirtiéndola a ella en el principal foco de atención. El amplio espacio que hay detrás se va diluyendo en penumbras hasta que en el fondo un nuevo y pequeño foco luminoso irrumpe desde otra ventana cuyo resplandor incide sobre el techo y la zona trasera de la habitación. El tercer foco luminoso es el fuerte contraluz de la puerta abierta donde se ve la figura de José. El grupo de personajes principal, sobre una capa ocre solo destaca algunos matices grises y amarillentos. Ligeros y toques negros y rojos forman el efecto armónico. Las sombras se emplean con determinación, incluyendo en ellas el negro.


.Esta idea de neutralizar los matices predomina en su arte, tanto al definir con pocos y precisos trazos negros el personaje a contraluz del fondo, como cuando obtiene la verdadera calidad de la madera en la puerta de cuarterones del fondo, o cuando siembra de pequeños trazos blancos la falda amarillenta de la Infanta o al sugerir sin ni siquiera intentar dibujarlo su ligero pelo rubio.Velázquez utilizó los blancos de plomo sin casi mezclas en diversos puntos del cuadro, lo hizo con un toque rápido que consigue el reflejo de las vestiduras y adornos, como en el caso de la infanta Margarita o en la camisa del propio pintor. En las cuatro figuras femeninas del primer término se observa un tratamiento similar; los vestidos denotan la categoría y la clase de tela de cada uno de ellos.
Los personajes del cuadro son: José Nieto que contempla la escena. Entre las dos puertas encontramos un espejo donde se refleja la imagen de Felipe IV y Mariana de Austria. Al extremo izquierdo del cuadro aparece Velázquez Junto a él aparecen doña María, la infanta y doña Isabel de Velasco. Cierran la composición la enjoyada enana Maribárbola y el enano. Tras el cuarteto, en penumbra, la guardadamas doña Marcela de Ulloa, tocada de viuda y un caballero identificado con Diego Ruiz de Ancona.
Estos personajes se disponen en S, algo incrementado por los centros de atención introducidos por Velázquez.El juego de las miradas es de gran importancia: mientras María Agustina mira a la infanta, doña Marcela a su compañero y Nicolasito al mastín, Velázquez, Margarita, doña Isabel, Nieto y Ruiz de Ancona miran fuera del cuadro, hacia los espectadores.
Esto carga de significado al espejo, los reyes pueden estar fuera del espacio o pueden estar siendo pintados por Velázquez, superponiéndose la realidad natural y la ficción pictórica en una pintura.
La composición, aparentemente improvisada está organizada según lo que cada grupo ve en tres estados independientes de lo visible: lo real, lo pintado y lo reflejado en continua comunicación

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