07 Ene

Fundamentos Ideológicos del Franquismo

El nuevo régimen instaurado en 1939 tuvo desde un principio unos fundamentos ideológicos muy claros:

  • Concentración del poder político en Franco: La «adhesión inquebrantable» al Caudillo fue el elemento clave de todo el edificio político del franquismo.
  • Anticomunismo: Se oponía a los llamados «rojos», que abarcaban desde la extrema izquierda revolucionaria hasta la burguesía democrática.
  • Nacionalcatolicismo: La Iglesia había bautizado el levantamiento militar contra la República como «cruzada». A cambio, dominó la vida social y la educación. Una estricta moral católica en lo público y en lo privado se impuso en el país.
  • Tradicionalismo: Se basaba en parte de las ideas aprobadas por el carlismo, pero sobre todo arraigado en valores militares que ponían la unidad de la Patria como valor sacrosanto.
  • La militarización de la vida civil fue una constante.

La dictadura basó su sistema político en la estricta prohibición de los partidos políticos, unida a una brutal represión contra los que habían apoyado a la República. En 1937 se había establecido el partido único que vino a denominarse el Movimiento Nacional.

Las Familias del Régimen

Franco buscó a sus colaboradores entre grupos ideológicos distintos que formaron las «familias del régimen»:

  1. Falangistas: Ahora los falangistas se hallaban integrados en el partido único bajo el liderazgo absoluto de Franco. Su principal función fue el control de la vida social y económica del país a través de diversas instituciones del régimen.
  2. Militares: Los militares tuvieron prestigio y poder político, pero estuvieron completamente subordinados a Franco. Alguno de los más importantes colaboradores del dictador, como Carrero Blanco, fueron militares.
  3. Católicos: Muchos cuadros y dirigentes de la dictadura procedieron de instituciones religiosas como el Opus Dei. Tras el Concilio Vaticano II se produjo un distanciamiento entre la dictadura y parte de la Iglesia.
  4. Monárquicos: Tras el final de la guerra, los carlistas jugaron un papel secundario, desapareciendo como fuerza política relevante. Pese a que Franco se negó a ceder la jefatura del estado a Don Juan de Borbón, muchos monárquicos colaboraron con la dictadura, especialmente en los primeros años del régimen.

En la práctica, todas estas «familias» tuvieron un papel secundario. Franco siempre impidió que alguien acaparara demasiado poder y buscó un equilibrio que garantizara su poder omnímodo.

Las Transformaciones Institucionales

El 19 de mayo de 1939, Franco celebra la victoria y se autoconcede la Cruz Laureada de San Fernando. Al día siguiente, rinde su espada al Cardenal Gomá, en un gesto de alianza con la Iglesia.

Los primeros decretos firmados por Franco ampliaron aún más su poder:

  • Los Estatutos de Falange, la Presidencia de la Junta Política es concedida a su cuñado Ramón Serrano Suñer, y la Secretaría General permanece bajo la autoridad del dictador.
  • La Administración Central del Estado queda modificada por el decreto de 8 de agosto: fijaba los ministerios, eliminaba la Vicepresidencia del Gobierno y autorizaba al Jefe del Estado a aprobar decretos-ley sin previa deliberación del Gobierno.

A falta de una Constitución, la dictadura fue dando leyes orgánicas que permitieron la institucionalización progresiva del régimen franquista:

  • Fuero del Trabajo, 1938: Prohibición de los sindicatos libres. Siguiendo el modelo fascista, la Organización Sindical se configuró como el sindicato único controlado por la Falange.
  • Ley Constitutiva de las Cortes, 1942: Cortes elegidas por sufragio indirecto por las corporaciones y el propio Franco. Su función era la de deliberar sobre los borradores de las leyes, siguiendo las instrucciones del dictador y sus asesores.
  • Fuero de los Españoles, 1945: Su objetivo básico era maquillar la imagen autoritaria del régimen en un momento en que, terminada la guerra mundial, las potencias iniciaban el aislamiento de la dictadura franquista.
  • Ley de Referéndum Nacional, 1945: Esta ley permitía al Jefe del Estado convocar plebiscitos para que el pueblo aprobara directamente una ley.
  • Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado, 1946: España fue declarada «reino» y Franco se reservó el poder de proponer su futuro sucesor.
  • Ley de Principios del Movimiento Nacional, 1958: Significó una afirmación de los valores del 18 de julio y un claro rechazo a toda actividad sindical o política.
  • Ley Orgánica del Estado, 1967: Culminó el proceso de institucionalización. Fue aprobada por un referéndum nacional, convertido en auténtico plebiscito a favor de los 25 años de «paz» de Franco. Tres años después se produjo el nombramiento del príncipe Juan Carlos como sucesor de Franco a título de Rey.

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