11 Nov
1. La generación del 27: Definición
Con el término generación del 27 se conoce a un conjunto de poetas españoles del siglo 19 que se dio a conocer en el panorama cultural de la década de los 20. La elección de la fecha 1927 para denominar al grupo tiene su origen en la participación de la mayoría de ellos en el homenaje a Luis de Góngora. Sus principales componentes son: Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso, Federico García Lorca, Luis Cernuda, Raf Alberti y el epígono de la generación, Miguel Hernández.
Otras coincidencias entre los miembros de esta generación son:
- La mayoría pertenece a la burguesía acomodada.
- Casi todos tienen formación universitaria y tienen actitudes poco marcadas, aunque predominan las posiciones liberales.
- Tienen afinidades estéticas que darán lugar a poemas de temática y estilos variados.
Contexto cultural: influencias poéticas de la generación anterior, difusión en España de las vanguardias europeas, convivencia en la residencia de Estudiantes, proliferación de revistas literarias que dieron oportunidades.
Influencias: recibieron influencias de la poesía pura, movimientos vanguardistas, barroco español y poesía popular.
B) Características
– En cuanto a la métrica, mezcla de tradición y renovación, ya que se dejaron influir por la poesía clásica culta española de la que tomaron el soneto y la décima, y de la tradición popular heredaron el romance; junto a ellos encontramos renovaciones métricas en sus obras vanguardistas: desaparecen medidas, se utiliza el verso libre, etc.
– Cultivo intenso de la imagen y la metáfora: crean un vocabulario poético brillante que separa la realidad cotidiana de la literaria.
– Variedad de temas: temas vanguardistas relacionados con la técnica, lo moderno y lo intelectualizado; recuperan temas tradicionales o humanizados, como el amor, la muerte con sentido trágico, las preocupaciones sociales, etc.
C) Evolución
– 1ª etapa: abarca los primeros años 20, bajo la influencia de las vanguardias y de la poesía pura de Juan Ramón. Se caracteriza por la obsesión estética y se inspiran en Góngora.
– 2ª etapa: las circunstancias históricas de España llevan a la mayoría de los autores a intervenir directamente en política. Se inicia así un proceso de rehumanización que intensifica el compromiso social de los poetas de la Generación del 27 y provoca que se interesen por la lírica de Antonio Machado, alejándose de la obra minoritaria de Juan Ramón. Esto coincide con la irrupción del Surrealismo, que da preferencia a los sentimientos humanos. A ello se le añade la influencia directa del poeta chileno Pablo Neruda, con su defensa de la poesía impura.
– 3ª etapa: después de la Guerra Civil se inicia la dispersión del grupo: Lorca y Miguel Hernández han muerto; Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre y Gerardo Diego permanecen en España. Raf Alberti, Luis Cernuda, Pedro Salinas y Jorge Guillén reflejan en sus obras la nostalgia de una tierra perdida y lejana debido al exilio.
2. La tendencia a la deshumanización
El primer libro de Gerardo Diego, El romancero de la novia, está impregnado de ese tono tan becqueriano. Gerardo Diego destaca como representante español del Creacionismo. En Manual de espumas encontramos esa poesía libre de imaginación, al margen de toda lógica. A la misma línea corresponde la Fábula de Equis y Zeda, un tributo al arte gregoriano.
El magisterio de Juan Ramón los orienta hacia la poesía pura. Lo que expresa es el anhelo de depurar el poema de anécdota humana. El gran instrumento de este arte puro es la metáfora. Los primeros libros de Pedro Salinas son Presagios, Seguro Azar y Fábula y signo. Los tres pueden inscribirse en una línea de poesía pura. La huella de Juan Ramón es perceptible en muchos poemas. El influjo esencial fue el de la lírica popular, por ejemplo en Lorca, en Alberti…
Rafael Alberti aporta a su poesía tonalidades cromáticas y un hábil manejo del ritmo y la musicalidad con un claro origen en la tradición española. Su evolución poética se inicia con una estilización de las formas tradicionales y populares en Marinero en tierra. El Romancero gitano de Lorca es el punto más alto de la fusión comentada entre lo culto, lo vanguardista y lo popular. Lorca proyecta sobre esos personajes sus propias obsesiones, su sentimiento trágico de la vida. Las figuras que aparecen en el Romancero gitano son seres al margen de un mundo convencional y hostil, y marcados por la frustración o abocados a la muerte. En realidad, según Lorca, en el libro hay un solo personaje real, que es la pena que se filtra y ahí está el Romance de la pena negra. La huella clasicista caracteriza, según Cernuda, un momento de la evolución del grupo. En Gerardo Diego, la poesía de vanguardia y la clasicista fueron cultivadas paralelamente. Versos humanos reúne canciones, glosas, sonetos. En esta línea clásica alcanza su cumbre con el libro Alondra de verdad. Cal y canto de Alberti supone un notable giro hacia el barroquismo culto y la vanguardia. Por una parte, rinde tributo a la moda gongorina con sonetos, composiciones en tercetos. Por otra parte, incluye poemas audazmente vanguardistas. Égloga, elegía y oda de Cernuda asimila perfectamente los clásicos españoles; pero no es Góngora quien le inspira, sino Garcilaso de la Vega. Toda su obra poética expresará el inconformismo romántico de su intimidad.
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