08 Oct
La Generación del 27
En 1927, se celebró en el Ateneo de Sevilla una reunión para conmemorar el tricentenario de la muerte de Góngora. A ella acudieron autores que sentían admiración por el poeta cordobés. Esta fecha dio nombre al grupo o Generación del 27. Procedentes de la burguesía, su encuentro fue facilitado por la estancia de muchos de ellos en la Residencia de Estudiantes de Madrid. Los miembros de este grupo tenían una gran formación intelectual y mantenían lazos de amistad que posibilitaron su colaboración en revistas y actos literarios. Tradicionalmente, se incluye en este grupo poético a Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Emilio Prados, Rafael Alberti, Luis Cernuda y Manuel Altolaguirre. Un caso especial lo constituye Miguel Hernández, considerado por algunos estudiosos como un epígono de esta generación.
Características de la Generación del 27
El grupo del 27 cultivó principalmente la poesía, pero algunos de ellos escribieron también obras dramáticas y ensayos. Las principales características de este grupo son:
- Utilización de una lengua muy elaborada.
- Pretensión de alcanzar una poesía pura.
- Búsqueda de la belleza mediante el cultivo de la metáfora, principalmente.
- Uso abundante de imágenes.
Los poetas del 27 reciben la influencia de:
- Las vanguardias (especialmente del surrealismo, del creacionismo y del ultraísmo).
- La teorización estética de Ortega en su libro La deshumanización del arte.
- Juan Ramón Jiménez, sobre todo desde que se orientara hacia una poesía depurada, esencial, alejada de la anécdota biográfica y dirigida a un público elitista y minoritario.
Pero a la vez heredan formas y temas tanto de la lírica popular como de la lírica culta. De esta última admiran a Garcilaso de la Vega, Jorge Manrique, Quevedo, Bécquer y Darío, entre otros. Veneran especialmente a Góngora, por sus originales metáforas y su concepción de un lenguaje poético nuevo en el que el culto por la imagen y la belleza está por encima de todo. Con el paso del tiempo evolucionan hacia una poesía más preocupada por lo humano y lo social (es la llamada “rehumanización”, que coincide con la segunda etapa del grupo). El compromiso político penetra en la poesía, sobre todo con el estallido de la Guerra Civil. Después de la Guerra Civil, el grupo se disgrega (la mayoría tiene que exiliarse) y cada uno sigue su rumbo personal y poético. En definitiva, estos autores unen de forma magistral lo mejor de la tradición y de la vanguardia.
Principales Autores y Obras
Pedro Salinas
Pedro Salinas está considerado el gran poeta contemporáneo del amor gracias a sus dos obras más importantes: La voz a ti debida y Razón de amor. Salinas no canta al amor romántico, su reflexión sobre el sentimiento amoroso es de carácter intelectual. En estos poemarios, el yo poético busca la realidad esencial y profunda de la amada y de las relaciones amorosas más allá de las anécdotas, las simples apariencias o los rasgos externos. El amor no es descrito como sufrimiento o frustración, sino como una fuerza poderosa que da plenitud, alegría y sentido a la vida y al mundo.
Jorge Guillén
Jorge Guillén es el poeta más característico de una “poesía pura” e intelectual. Recopiló su obra bajo el título Aire nuestro, que engloba varios poemarios: Cántico, libro que manifiesta el entusiasmo ante el mundo y la vida; Clamor, donde el poeta protesta ante los horrores y miserias del momento histórico; y Homenaje, que alberga poemas dedicados a diversas figuras de la historia, las artes, etc.
Gerardo Diego
Gerardo Diego cultiva una poesía de vanguardia (sobre todo creacionista) y una poesía enraizada en la lírica tradicional y clásica. En la primera se sitúan obras como Imagen y Manual de espumas, en la que busca la belleza verbal y la sugestión del lector. En la poesía tradicional encontramos poemarios como Soria y Versos humanos, donde aparece una poesía humanizada y clásica tanto en las formas como en los temas: el amor, la reflexión personal, el paisaje soriano o el anhelo de espiritualidad.
Dámaso Alonso
En Dámaso Alonso confluyen las actividades de poeta y crítico. En este último terreno le cabe el mérito de haber descubierto a sus compañeros el significado artístico de Góngora con un estudio sobre su poesía y la edición crítica de las Soledades. En su obra poética destaca Hijos de la ira, publicada tras la Guerra Civil. Es un libro de poesía desarraigada y tremendamente humanizada.
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