13 Oct

Generación del 98

Contexto Histórico y Literario

A principios del siglo XX, en las letras hispánicas se cultivaron diferentes movimientos artísticos como el Modernismo y la Generación del 98. Los autores modernistas sintieron gran predilección por la poesía, en cambio, la Generación del 98 fue más propensa a cultivar géneros narrativos como la novela o el ensayo, pues estos les permitían reflexionar sobre sus ideas con mayor amplitud.

La Generación del 98 fue un grupo de intelectuales de fin de siglo a los que les afectó especialmente el Desastre del 98 (pérdida de Puerto Rico, Cuba, Filipinas y Guam). Este evento histórico marcó profundamente a estos pensadores, quienes se vieron impulsados a reflexionar sobre la identidad nacional y el futuro de España.

Autores y Características

Este grupo de pensadores estuvo formado por autores como:

  • Antonio Machado
  • Azorín
  • Pío Baroja
  • Ramón María del Valle-Inclán
  • Miguel de Unamuno (considerado el padre espiritual del grupo)

Estos escritores se relacionaban en Madrid en reuniones periódicas en locales como el Café de Madrid o la Cervecería Inglesa y publicaban en las mismas revistas (Helios, Alma Española). Mantuvieron relaciones de amistad entre ellos y todos compartían una honda preocupación por España, abriendo un debate sobre la identidad nacional.

Asimismo, todos ellos demostraron un sincero amor por Castilla y por sus paisajes rurales. Rechazaron en bloque el Realismo e intentaron renovar los géneros literarios tradicionales, creando formas innovadoras como la «nivola», el esperpento y la novela impresionista.

Su pensamiento estuvo fuertemente influido por la filosofía existencialista (Schopenhauer, Nietzsche) y muchos tendieron al pesimismo. Políticamente compartieron las teorías regeneracionistas de Joaquín Costa y plasmaron sus ideas y sentimientos en sus obras con gran subjetividad, alejándose de la objetividad del Realismo.

Principales Figuras y Obras

Azorín

José Martínez Ruiz, Azorín, publicó artículos periodísticos (Alma Española) y novelas que destacaron por su lenguaje cuidado, sus frases sencillas y breves, su léxico preciso y castizo, sus descripciones minuciosas y su subjetivismo autobiográfico.

En un primer momento, Azorín escribió novelas impresionistas y autobiográficas como La voluntad (1902) o Antonio Azorín (1903) y progresivamente fue rebajando el tono autobiográfico en obras como Doña Inés (1925) o Don Juan (1922). Finalmente, se fue acercando al vanguardismo con periodos de silencio a causa de la Guerra Civil Española.

Pío Baroja

Pío Baroja fue un narrador importante de este grupo. Sus novelas destacaron por la perfección de su acción, su belleza y lirismo, la agilidad de su lenguaje y por traer a sus textos el habla coloquial.

Asimismo, Baroja fue un maestro de la descripción de personas y situaciones como demuestran obras como La lucha por la vida o Zalacaín el aventurero (1908), o, sobre todo, El árbol de la ciencia (1911), composición que narra la desorientación existencial de Andrés Hurtado.

Ramón María del Valle-Inclán

Valle-Inclán fue otra voz narrativa de la Generación del 98. Su obra narrativa puede dividirse en tres etapas:

  1. Etapa modernista: A la que pertenecen sus cuatro Sonatas (Otoño, Estío, Primavera e Invierno); grupo de narraciones de gran sutileza y musicalidad en las que se narran las peripecias amorosas del marqués de Bradomín, un don Juan venido a menos.
  2. Etapa histórica: En la que Valle-Inclán escribió un conjunto de novelas centradas en las guerras carlistas.
  3. Etapa esperpéntica: A la que pertenecen obras como Tirano Banderas (1926) o las novelas que conforman El ruedo ibérico.

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