19 Feb

Guerra Civil Española (1936-1939)

La Sublevación Militar y la Internacionalización del Conflicto

1. Introducción

En la última fase de la República, bajo el gobierno del Frente Popular, la radicalización de la situación política entre la izquierda y la derecha, sumada a la división interna en cada uno de estos bandos, motivó el inicio del conflicto armado el 17 de julio de 1936. La justificación del golpe de estado, liderado por el general Franco, fue el asesinato de Calvo Sotelo. Este conflicto civil trascendió las fronteras españolas, recibiendo el apoyo de las Brigadas Internacionales para la República y de las fuerzas fascistas de Italia y Alemania para el bando nacional.

2. La Sublevación Militar

2.1. El Clima Previo a la Sublevación

Al clima de radicalización, violencia callejera y bipolarización de la vida política española, desde las elecciones de febrero de 1936, se unieron dos asesinatos: el 12 de julio fue asesinado el teniente de la Guardia de Asalto, socialista, José del Castillo, por la extrema derecha, probablemente Falange. En respuesta, el 13 de julio fue asesinado Calvo Sotelo, uno de los líderes monárquicos. Este segundo asesinato fue un catalizador para los militares que, desde las elecciones, estaban tramando una conspiración para derrocar la República. El acontecimiento adelantó los planes y el 17 de julio de 1936 se sublevó la guarnición de Melilla, extendiéndose la rebelión al resto del Marruecos español y a la península al día siguiente. El golpe militar fracasó inicialmente, ya que no consiguió triunfar en las principales ciudades, y buena parte del ejército y las fuerzas del orden (Guardia Civil y Guardia de Asalto) permanecieron fieles a la República. No obstante, la rebelión triunfó en amplias zonas de la España rural: Castilla y León, Navarra y Andalucía. Por otro lado, toda la franja cantábrica quedó aislada por los rebeldes, al permanecer leal a la República.

2.2. Dos Interpretaciones Diferentes sobre la Guerra Civil

En aquel julio de 1936 surgieron dos Españas que defendían principios contrapuestos e irreconciliables. Para unos, el «glorioso alzamiento nacional» se había hecho necesario para salvar a España de la anarquía, para restablecer el orden y acabar, mediante una «Cruzada de Liberación», con los enemigos del país: anarquistas, comunistas, socialistas, separatistas y masones, calificados todos ellos de *rojos*. Para la otra España, la que permaneció fiel al gobierno legal de la República, había que luchar para defender los logros de una república democrática y para terminar con el fascismo que se estaba extendiendo por toda Europa.

En cuanto a la población civil de cada zona, puede decirse, sin generalizar, que las clases altas y el campesinado medio apoyaron el levantamiento. Una buena mayoría silenciosa y apolítica de la población tuvo que ocultar su ideología si en su pueblo o ciudad había triunfado el bando rival. Para muchísimos españoles, el unirse a uno u otro bando se debió no a una ideología clara, sino a una cuestión geográfica: que en la zona en que vivían hubiese triunfado o no la rebelión.

3. La Internacionalización del Conflicto

3.1. La Ayuda Extranjera a la España Republicana

La República recibió inmediata ayuda de material militar de la URSS y, en menor cantidad, de Francia y México. Debido a este apoyo soviético, la España republicana quedó vinculada al comunismo según la opinión pública internacional, y se la empezó a tachar de «República roja y marxista». La ayuda soviética tuvo que ser pagada con el oro del Banco de España, el llamado «oro de Moscú» (510 toneladas con un valor de 530 millones de dólares). La ayuda humana llegó a través de las Brigadas Internacionales: unos 60.000 voluntarios de 30 países, sin demasiada experiencia militar, con el lema «España será la tumba del fascismo». Canalizados por los partidos comunistas europeos, estos jóvenes eran en su mayoría de ideología comunista (80%), socialista o liberal; obreros, periodistas, intelectuales, funcionarios, desempleados o aventureros. Vinieron a España para luchar contra la propagación del totalitarismo y para salvar la democracia republicana en España, una cuestión de política internacional. Su base de entrenamiento estaba en Albacete. Fueron distribuidos en 6 brigadas internacionales y estaban formadas por batallones que solían agrupar a los soldados de cada país (Telemann a los alemanes, Lincoln a los norteamericanos, Garibaldi a los italianos…). Su intervención ayudó a detener al ejército franquista en las puertas de Madrid en el otoño de 1936. Fueron retirados de España a finales de 1938 y unos 18.000 de ellos quedaron enterrados aquí.

3.2. La Ayuda Extranjera a la España Rebelde

El bando sublevado recibió ayuda de Italia y Alemania de forma masiva y pagadera en materias primas, especialmente en minerales, que eran muy necesarios para la industria de guerra alemana. Alemania envió fuerzas de Aviación organizadas en la llamada Legión Cóndor, también asesores militares y tanquistas. Italia aportó 40.000 soldados del *Corpo di Truppe Volontarie* (CTV). Portugal, bajo un régimen de dictadura, apoyó a los rebeldes proporcionando unos millares de combatientes (los Viriatos); igual hizo Irlanda con la llamada Legión de San Patricio.

Deja un comentario