01 Abr
La Segunda República y la Guerra Civil Española (1931-1939): Un Contexto de Crisis Internacional
1. Golpe de Estado y Respuesta Popular
Tras la victoria del Frente Popular, se organizaron tramas contra el nuevo gobierno en torno a la Unión Militar Española. El gobierno reaccionó de forma lenta y tímida. La República cometió un error al destinar a Mola, Franco y Goded a diferentes lugares.
En 1936, la guarnición de Melilla se sublevó y declaró el estado de guerra en Marruecos, lo que desencadenó la guerra en España. Franco combatió en el ejército africano. El 18 de julio de 1936 se produjo un levantamiento militar que fracasó. La República mantuvo el control de gran parte de España y la fidelidad de la Guardia Civil y el ejército, lo que llevó a un enfrentamiento entre los territorios leales a la República y los territorios sublevados. Desde la perspectiva económica, la posibilidad de solución de conflictos se inclinaba del lado de la República.
A nivel militar, el ejército se dividió en dos partes: los sublevados contaban con hombres armados y el experimentado ejército de África, mientras que la República tenía a su servicio a la mayoría de coroneles jóvenes. Las milicias de los sublevados tenían unidades militares de envergadura. Estos se organizaron en agrupaciones, y los oficiales organizaban a los grupos de civiles en columnas. Las milicias constituyeron el grueso de la masa en armas. En el bando rebelde había falangistas, requetés y militantes de las juventudes de Acción Popular.
Las milicias leales al gobierno se agrupaban según su adscripción partidista o sindical, y una vez aplastada la rebelión, se formaron columnas. En Madrid, el gobierno perdió el control político y de la calle, por lo que las fuerzas militares republicanas se debilitaron y desaparecieron, impidiendo frenar el avance rebelde. Franco atravesó el estrecho con ayuda de aviones alemanes e italianos y consiguió el enlace con el Ejército del Norte dirigido por Mola, por lo que el gobierno republicano intentó controlar sus organizaciones de proletarios y clases medias.
Las tropas franquistas, tras la liberación de Toledo, se encontraron con una defensa organizada y combativa. Miaja, con ayuda de las primeras Brigadas Internacionales, supuso la resistencia al fascismo, por lo que la esperanza de los rebeldes de un ataque por sorpresa se había acabado y solo quedaba la larga actuación militar de desgaste, por lo que buscaron ayuda extranjera. Se formaron nuevos ejércitos. En el bando franquista, la dirección militar fue estricta. Un decreto de militarización de las milicias en 1936 sometía al Código de Justicia Militar bajo la dirección de Mola.
En el bando republicano, en 1936, a iniciativa del gobierno comunista dirigido por UMRA, comenzó una reorganización militar, creándose un Estado Mayor Central, estructurándose el ejército en brigadas mixtas y creándose las divisiones como grandes unidades operativas. Todo esto dio lugar a una represión y exterminio del enemigo. La represión en la República fue selectiva. Los asesinados por la sublevación se contaban por miles, e incluso en algunos lugares triunfó la rebelión sin oposición. Tras la tensión en Madrid por el asalto del ejército de África, los bombardeos y la marcha del gobierno a Valencia, tuvieron lugar las matanzas de Paracuellos de Jarama, las cuales, lograron detener la violencia, deteriorando la imagen de la República y sirviendo a los sublevados para conseguir adhesiones a su causa.
2. Dimensión Exterior de la Guerra
A nivel internacional, este es uno de los aspectos más relevantes de la Guerra Civil Española. En la Sociedad de Naciones se creó un Comité Internacional de No Intervención que resultó absolutamente ineficaz para evitar la presencia internacional en la guerra. En el aspecto militar, la participación en los dos bandos fue importante, sobre todo en el lado franquista. La República contó con el apoyo de un voluntariado de las Brigadas Internacionales.
Estas tuvieron dificultades para adquirir suministros y pertrechos militares debido a la política de no intervención y cierre de fronteras, y posteriormente tuvieron que financiar recursos mediante el oro del Banco de España a Francia y Rusia. Alemania, Italia y Portugal apoyaron con unidades militares, recursos y financiación al ejército franquista. Alemania aportó la Legión Cóndor, Italia apoyó con el envío de aviones y cuerpo de tropas voluntarias, y Portugal e Irlanda con unidades de voluntariados menores.
3. Consecuencias de la Guerra
A nivel demográfico, supuso una fractura demográfica tras el impacto en pérdidas humanas, ya que hubo medio millón de víctimas. Habría que contabilizar los ejecutados por los vencedores y los exiliados. Esto produjo un estancamiento o retroceso de la población urbana.
A nivel político, se estableció una dictadura militar que se prolongaría durante 40 años con la pérdida de libertades políticas y la persecución. Por otro lado, la Ley de Responsabilidades Políticas de 1939 envió a cárceles y campos de concentración al bando republicano. Esto llevó a España a tener un compromiso con los regímenes fascistas y después a una fase de aislamiento que se recrudeció en 1946 con la condena de la ONU, la retirada de Embajadores, que duró hasta los acuerdos con EEUU en 1953 y la entrada en la ONU en 1955.
A nivel económico, se produjo una destrucción de recursos económicos e infraestructuras, por lo que se vivieron los años del hambre. La hacienda pública estaba arruinada y sin reservas financieras. La inflación multiplicó el índice de precios en la década siguiente a la guerra y produjo un estancamiento económico. España no pudo beneficiarse de las ayudas estadounidenses del Plan Marshall.
A nivel cultural, se produjo un aislamiento cultural y científico de España, y la mayor parte de las fuerzas de la cultura que habían apoyado a la República fueron aniquiladas o exiliadas, como la Generación del 27.
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