28 Ago

c) como hemorragias subperiósticas.

Su presencia sólo se confirma mediante un examen clínico detenido y pruebas especiales, como la aspiración para la hemartrosis y la radiología para las hemorragias.

13) Sistemas internos.

Sistema gastrointestinal.

Citaremos en el grupo I:

Hepatomegalia.

Debe evaluarse el monto de la hepatomegalia registrándose en centímetros, por debajo del reborde costal. La hepatomegalia no es un hecho preeminente en nuestro medio ambiente, aunque sí lo es en muchas regiones tropicales, en que obedece generalmente a una etiología mixta con intervención del paludismo crónico, la malnutrición y tal vez la migración de larvas de helmintos a través del hígado.

Sistema nervioso.

Trastornos psicomotores.

Frecuentemente los niños afectados de malnutrición caloricoproteínica grave se presentan como apáticos, retraídos, sin vivacidad y sin interés por lo que les rodea.

Confusión mental.

Puede llegar a la psicosis.

Los signos clínicos de trastornos del sistema nervioso central

pueden consistir en pérdida sensorial, debilidad motora, pérdida del sentido de la vibración y supresión de los reflejos aquilianos. Para examinar el sentido o la sensibilidad vibratoria debe utilizarse un diapasón de 128 vibraciones por minuto. Para apreciar la debilidad motora basta con la clásica prueba de las flexiones, es decir, la capacidad para ponerse en cuclillas y levantarse cuatro veces consecutivas.

Sistema cardiovascular.

Señalaremos algunos signos observables en el grupo I:

Agrandamiento del corazón.

Las causas de la cardiomegalia son generalmente ajenas a problemas de la nutrición, salvo para los casos de grave anemia y beriberi.

Taquicardia.

Puede relacionarse en el sentido de la nutrición a la anemia, al beriberi y a ciertas cardiopatías probablemente alimentarias.

En el grupo II se aprecia:

Tensión arterial.

Estudiar sus variaciones.

GUIA PARA LA INTERPRETACION DE LOS GRUPOS DE SIGNOS CLINICOS

1. Malnutrición caloricoproteínica.

Malnutrición caloricoproteínica en los adultos y los escolares.

Los signos habituales de esta malnutrición en los adultos y en los escolares son:

  • Disminución de la grasa subcutánea
  • Atrofia muscular.

Se acompañan a veces de agrandamiento de las parótidas, edema de los tobillos y ginecomastia.

Determinaciones antropométricas.

Generalmente se encuentra un peso corporal insuficiente en relación con la talla, y las medidas de la grasa subcutánea y de la masa muscular son muy inferiores a las normales.

Pruebas bioquímicas.

Suele registrarse hipoalbuminemia en los casos avanzados.

Malnutrición caloricoproteínica en los niños pequeños.

Los signos presuntivos en estos casos son:

  • Edema
  • Despigmentación del cabello
  • Cabellos fácilmente desprendibles
  • Cabellos finos y ralos
  • Alisamiento del cabello
  • Atrofia muscular
  • Despigmentación difusa de la piel
  • Trastornos psicomotores
  • Facies lunar
  • Hepatomegalia
  • Dermatosis en forma de pintura cuarteada.

El cuadro clínico de la malnutrición caloricoproteínica varía mucho en los primeros años de la vida, no sólo entre los dos síndromes graves principales, el kwashiorkor y el marasmo alimentario, sino también en relación con los grados de deficiencia menores y mucho más comunes.

Determinaciones antropométricas.

El retraso del crecimiento indicado por un peso corporal insuficiente en relación con la edad y por la atrofia muscular es muy característico.

Pruebas bioquímicas.

Los casos avanzados presentan hipoalbuminemia y a veces poca excreción urinaria de creatinina. La prueba de desequilibrio de aminoácidos en el suero y la excreción de la hidroxiprolina pueden presentar anomalías.

Sobrealimentación en los niños y los adultos (obesidad).

Los signos que se presentan en estos casos son:

  • Aumento de la grasa subcutánea
  • Aumento del perímetro abdominal.

Determinaciones antropométricas.

Muestran un exceso de peso para la estatura, con pliegues cutáneos excesivos y una relación anormalmente alta entre el perímetro abdominal y el torácico. El trastorno será visto en otra sección en forma específica.

2. Deficiencia de vitamina A

Los signos presuntivos de la deficiencia de vitamina A son:

  • Manchas de Bitot
  • Xerosis conjuntival
  • Xerosis corneal
  • Queratomalacia
  • Xerosis de la piel
  • Hiperqueratosis folicular (tipo 1).

Mientras que la queratomalacia es más frecuente en los niños pequeños, las manchas de Bitot y la xerosis son más comunes en los escolares.

Pruebas bioquímicas

Se han empleado las concentraciones de caroteno y de vitamina A en el suero.

Prueba biofísica.

Es clásico el empleo de la prueba de adaptación a la oscuridad para descubrir la ceguera nocturna o hemeralopía, que es un signo de carencia de vitamina A; pero su ejecución es difícil, especialmente en los niños.

3. Deficiencia de riboflavina.

Los signos presuntivos de la falta de riboflavina son:

  • Estomatitis angular (cicatrices angulares)
  • Queilosis
  • Lengua magenta
  • Atrofia de las papilas linguales
  • Dermatitis seborreica nasolabial
  • Palpebritis angular
  • Blefaritis angular
  • Dermatosis escrotal (o vulvar)
  • Vascularización corneal.

Pruebas bioquímicas.

Categoría 1: riboflavina urinaria. Categoría 2: riboflavina en los hematíes (prueba de sobrecarga).

4. Deficiencia de tiamina.

Los signos presuntivos corrientes son:

  • Edema
  • Pérdida del reflejo rotuliano
  • Debilidad motora (prueba de las flexiones)
  • Sensibilidad anormal en la pantorrilla
  • Pérdida sensorial
  • Agrandamiento del corazón
  • Taquicardia.

Fuera de los signos de insuficiencia cardiovascular, todos aquellos relacionados con la deficiencia de tiamina se vinculan al sistema nervioso central. Deben agregarse por lo tanto también algunos síntomas subjetivos tales como la parestesia.

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