17 Ene
Debido a la configuración del relieve y a la inclinación de la
Meseta hacia el oeste cerca del 70% de las aguas españolas vierten al atlántico, y sus ríos son largos y de escasa pendiente. Sin embargo, ocurre todo lo contrario con los ríos de la vertiente cantábrica y mediterránea. Régimen fluvial
Variación del caudal
(volumen de agua transportada por un río) a lo largo del año. Factores que intervienen:
- Climáticos: por la distribución de las precipitaciones en forma de lluvia o nieve, de mayor o menor regularidad estacional y por la temperatura (estiaje veraniego).
- Geológicos: pendiente, altitud y orientación de la cuenca y por el tipo de rocas que influyen en el grado de erosión.
- Bióticos: por la presencia o no de vegetación.
- Antrópicos: por la construcción de pantanos, embalses o canales que regulan el caudal del río.
Tipos de regímenes fluviales
- Nival: el río nace en las altas y medias montañas, presentando el máximo caudal en primavera y verano, coincidiendo con el deshielo, y el mínimo en invierno, al producirse las precipitaciones en forma de nieve que quedar acumuladas.
- Pluvial: la mayor parte del caudal procede de las lluvias, normalmente se reduce en verano.
- Pluvio-nival, nivo-pluvial o mixto: cuando su caudal procede tanto de agua de lluvia como del deshielo.
Los ríos de la vertiente cantábrica son cortos y caudalosos. Cortos por la proximidad de la cordillera Cantábrica al mar y por tener su nacimiento a considerable altura y a escasa distancia de su desembocadura; son caudalosos por la abundancia de precipitaciones y carecen de estiajes acusados por la regularidad de las precipitaciones que los alimentan. Los ríos característicos de esta vertiente son de este a oeste: el Bidasoa, el Nervión, el Nalón, el Das, el Deva, a destacar la cuenca del Nalón-Narcea, como la más importante. En la vertiente atlántica desembocan los grandes ríos de la Meseta. Los rios atlánticos son largos y de pendiente muy suave. Conforme a la distribución espacial de las precipitaciones, disminuyen de caudal a medida que se sitúan más al sur. Su régimen se ve enriquecido por los grandes afluentes, en particular los que tienen su nacimiento en las montañas, cuyas aguas vienen a atenuar los contrastes estacionales de caudal.
En la vertiente mediterránea desaguan ríos desiguales. El Ebro es el de mayor longitud, caudal y regularidad. Se trata, en general, de ríos muy poco caudalosos, con grandes crecidas estacionales y fortísimos estiajes. Asimismo, en esta vertiente están presentes cursos que llevan agua sólo en ocasiones, permaneciendo secos la mayor parte del año: son las denominadas ramblas. Las cuencas hidrográficas españolas En primer lugar, las cuencas pertenecientes a la vertiente atlántica: La Cuenca del Miño: Es el río gallego por excelencia y aunque desemboca en la vertiente atlántica tiene las mismas características de caudal, longitud y velocidad que los cantábricos. Nace en Lugo, discurriendo de Norte a Sur hasta Orense, donde La Cuenca del Duero: La cuenca del Duero es la más extensa de toda la península. El río Duero nace en los Picos de Urbión /Sistema Ibérico). Atraviesa las provincias de Soria, Burgos, Valladolid, Zamora y desemboca en Oporto. Recibe entre otros afluentes el Pisuerga y el Esla por la derecha (nacen en la Cordillera Cantábrica y aportan más agua) y el Adaja y el Tormes por la izquierda (nacen en el Sistema Central, con menor pluviosidad). Predomina el régimen pluvial, con máximos en invierno y mínimos en verano. La Cuenca del Tajo: El río Tajo es el de mayor longitud de la peninsula, aunque la cuenca es pequeña. Nace en la sierra de Albarracín (Sistema Ibérico). Atraviesa las provincias de Guadalajara, Madrid, Toledo Cáceres. Desemboca en Lisboa. Solo a la orilla derecha recibe afluentes de relativa importancia: Jarama, Alberche, Tietar y Alagón. El régimen pluvionival con mávimo nrimaveral en el
en el curso alto y medio y pluvial oceánico en el curso bajo.
La Cuenca del Guadiana: Es el menos caudaloso de los ríos españoles. Nace en las lagunas de Ruidera y desaparece para reaparecer posteriormente en los Ojos del Guadiana, afloramiento de aguas subterráneas donde se hallan las Tablas de Daimiel. Atraviesa las provincias de ciudad Real y Badajoz, desemboca en Ayamonte después de hacer frontera entre España y Portugal algunos kilómetros. En el territorio de gestión de la Confederación Hidrográfica del Guadiana se incluyen los ríos Tinto y Odiel, que desembocan directamente en el mar. La Cuenca del Guadalquivir: Nace en la Sierra de Cazorla, y atraviesa la provincia de Jaén, Córdoba, Sevilla v Cádiz desembocando en Sanlúcar de Barrameda, en las
Marismas de Doñana. Es navegable en el último tramo.
Cuenta con aportación de los afluentes de Sierra Morena
(Guadalimar, Jándula, Guadiato) y de la Cordillera Subbética (Genil, caudaloso porque baja de Sierra Morena). Caudal máximo
en invierno y mínimo en verano. Posteriormente, las chicas pertenecientes a la vertiente mediterránea:
La Cuenca Sur: Pequeña cuenca intercomunitaria compuesta por pequeños ríos que nacen en los Sistemas Béticos y desembocan rápidamente en el Mediterráneo. Poseen las características de los ríos de vertiente mediterránea.
La Cuenca del Segura: Incluye territorios principalmente de Murcia, y de las Comunidades circundantes: Andalucía, Castilla- La Mancha, y Comunidad Valenciana. Río de caudal irregular con fuertes estiajes en verano. Para paliar la falta de agua en las regiones del sureste se construyó el Trasvase Tajo-Segura, obra de ingeniería que afecta a las cuencas del Tajo, Guadiana, Júcar y Segura.La Cuenca del Júcar: La Confederación Hidrográfica del Júcar incluye en el territorio que gestiona no solamente la cuenca del río Júcar, sino también la del Turia y otros pequeños ríos que desembocan en el Mediterráneo entre la cuenca del Segura y la del Ebro. Son ríos cortos e irregulares, que padecen estiajes en verano y crecidas principalmente en otoño. La Cuenca del Ebro: La cuenca del río Ebro es la segunda más extensa de la península. El Ebro nace en Fontibre (Santander), y recorre las provincias de Burgos, Álava, Rioja, Zaragoza y desemboca formando un extenso delta al sur de la provincia de Tarragona. Los afluentes de la izquierda, de régimen pluvio-nival, que recogen las aguas de la vertiente pirenaica meridional, son el Aragón, el Gállego, el Segre, y el Cinca; los afluentes de la derecha, como el Jalón, de régimen pluvial irregular, nacen en el Sistema Ibérico. Cuencas interiores catalanas: Como cuenca intracomunitaria depende de la Generalitat de Cataluña. Se trata de pequeños ríos pirenaicos o nacidos en las Cordilleras Costero Catalanas
que desembocan directamente en el mar. Poseen las características de los ríos de vertiente mediterránea.
Demarcaciones hídricas de Canarias y Baleares: En ambos casos apenas existen cursos permanentes de agua en superficie, por lo que el abastecimiento se hace principalmente a partir de las aguas subterráneas, humedales y desaladoras.
En el caso de Baleares la gestión del agua le corresponde al
Consorcio de Agua del Gobierno Balear, mientras que en canaria es el cabildo insular de cada una de las islas quien gestiona las aguas de su territorio. Como hemos visto, la hidrografía peninsular está muy condicionada por el relieve y por las condiciones climáticas, dando lugar a vertientes y cuencas con unas características muy diferenciadas y a unos regímenes fluviales muy diversos
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