27 Oct

1. La Guerra de Marruecos (1906-1927)

La cuestión de Marruecos provocó el descontento popular a causa de los reclutamientos forzosos de tropas para una guerra que solo interesaba a un sector del ejército y a los capitalistas. La política colonial española se pactó con Francia en el Tratado de Algeciras de 1906, dando a España tres zonas de influencia. Aunque el sultán de Marruecos aceptó esta situación, algunas tribus se opusieron, lo que obligó a aumentar las tropas españolas. Esto originó conflictos como la Semana Trágica. El gobierno reafirmó la política colonialista y creó cuerpos especiales como los Regulares o la Legión. Tras el Desastre de Annual (1921), en el que murieron más de 12.000 hombres, se produjeron una serie de consecuencias:

  • Oleadas de protestas por parte de partidos y ciudadanos.
  • Se abrió un expediente de investigación (Expediente Picasso).
  • Aumento de los sentimientos antimilitaristas y antimonárquicos.

2. El Golpe de 1923 y la Dictadura de Primo de Rivera

En 1923, un grupo de generales al mando de Miguel Primo de Rivera dio un golpe de Estado. El rey Alfonso XIII encargó al general formar gobierno. Se publicó un manifiesto que lo presentaba como «un paréntesis de curación» para corregir los males del país. Su lema era «menos política, más administración».

Durante los dos primeros años, se creó un Directorio Militar. Sus primeras medidas fueron:

  • Declarar el estado de guerra en el país.
  • Suspensión de la Constitución.

La dictadura fue bien acogida por conservadores y liberales, pero cuestionada por partidos obreros y algunos intelectuales. También tuvo que enfrentarse a dos intentos de pronunciamiento militar a favor de la república: la Sanjuanada y un segundo intento cívico-militar.

Entre las principales medidas políticas y económicas destacan:

  • Reforzamiento de las medidas y fuerzas de orden público.
  • Represión al nacionalismo catalán.

A finales de 1925, los principales problemas estaban solucionados y Primo de Rivera sustituyó el Directorio Militar por uno civil. La dictadura subsistió gracias a la prosperidad económica y a una política social paternalista, con ayudas a las familias numerosas y la extensión de la seguridad social.

Sin embargo, la oposición a la dictadura era fuerte. Existían varios problemas, como el auge del movimiento republicano, el descontento dentro del ejército y la oposición de los intelectuales. A finales de 1929, hubo numerosos pronunciamientos que, aunque fracasaron, diezmaron el régimen. Las huelgas y manifestaciones hicieron que el gobierno cediera. En 1930, el dictador dimitió.

3. El Bienio Reformista (1931-1933)

Tras las elecciones generales, el gobierno siguió la línea reformista marcada por el gobierno provisional, mientras el parlamento elaboraba una nueva Constitución. La Constitución de 1931 reflejaba el ideario de izquierdas, lo que provocó roces con otras fuerzas. Con la Constitución, se formuló una república democrática de trabajadores, en la que se establecía:

  • Soberanía popular.
  • Amplia declaración de derechos y libertades.
  • Sufragio universal.
  • Cortes unicamerales.
  • Libertad de culto.

El gobierno de Manuel Azaña llevó a cabo una serie de reformas:

  • Reforma agraria: En 1932 se promulgó la Ley de Reforma Agraria, que pretendía acabar con el latifundismo y modernizar la agricultura. El IRA se encargaría de la expropiación y reparto, pero los resultados no fueron los esperados.
  • Cuestión religiosa: Se aprobaron leyes para reducir el poder de la Iglesia, como la Ley de Congregaciones, que regulaba las actividades eclesiásticas. También se expulsó a la Compañía de Jesús y se confiscaron sus bienes.
  • Reforma social: Se implementó un gran plan educativo, se crearon escuelas, se incrementó el número de maestros y se llevaron a cabo las «misiones pedagógicas» en el campo.
  • Cuestión autonómica: La Constitución permitía la creación de gobiernos autonómicos. En Cataluña, se negoció la creación de la Generalitat. En el País Vasco, el PNV elaboró el Estatuto de Estella.

Las medidas del gobierno de Azaña encontraron la oposición de la derecha conservadora y de la izquierda más radical. La derecha preparó un golpe de Estado encabezado por el general Sanjurjo. La izquierda extrema criticó la falta de resultados e incitó movilizaciones sociales, que dieron lugar a sucesos como los de Castilblanco y Casas Viejas. En las elecciones de 1933, la izquierda se presentó desunida, al contrario que la derecha.

4. La Guerra Civil Española (1936-1939)

La ayuda de la aviación alemana e italiana creó un «puente aéreo» que permitió trasladar tropas del África a España. Estas tropas iniciaron un rápido avance hacia Madrid. Antes de llegar a Madrid, Franco decidió asediar el Alcázar de Toledo, lo que llamó «la liberación del Alcázar», mientras Mola aislaba el País Vasco.

En 1936, se inició la batalla por Madrid. Ante la superioridad militar, partidos y sindicatos obreros defendieron la ciudad al grito de «¡No pasarán!», con el apoyo de la Brigada Internacional.

Tras fracasar el intento de tomar Madrid, Franco intentó cercar la ciudad, lo que llevó a las batallas del Jarama y Guadalajara. Las tropas nacionalistas conquistaron la zona norte con la ayuda de la Legión Cóndor, que bombardeó Guernica. Durante esta campaña, Mola falleció en un accidente de avión.

En 1937, los franquistas conquistaron Teruel y avanzaron hacia Aragón, llegando a Vinaroz el 15 de abril, dividiendo la zona republicana en dos. La última gran ofensiva fue la Batalla del Ebro. Tras tomar Barcelona, llegaron a la frontera francesa en 1939. Ante la inminente derrota, el gobierno de Negrín pretendía resistir. El coronel Casado dio un golpe de Estado. Franco exigió la rendición incondicional. El 1 de abril de 1939 terminó la guerra.

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