27 Dic
La Unión Dinástica y la Configuración del Estado Moderno
La unión dinástica de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón a finales del siglo XV supuso la fusión de las coronas de Castilla y Aragón, pero no la creación de un Estado unificado. Ambos reinos mantuvieron sus propias instituciones, leyes, monedas y fronteras, funcionando como entidades separadas bajo los mismos monarcas. La unión fue principalmente dinástica, sin integración política total. Castilla, con una población mucho mayor y una economía más dinámica, tuvo más peso en la nueva estructura de poder. Se implementaron reformas centralizadoras en Castilla, como la creación de la Santa Hermandad, la reorganización del Consejo Real y el establecimiento de corregidores que reforzaron el poder real. También se incorporaron las riquezas de las Órdenes Militares a la Corona, consolidando el control financiero del Estado. En Aragón, Fernando encontró más resistencia para imponer su autoridad debido a la fuerte tradición local y el poder contractual de los nobles. A pesar de esto, introdujo la Inquisición y empleó una política matrimonial estratégica para unificar el poder nobiliario y eclesiástico.
Los Reyes Católicos impulsaron la unidad religiosa con la reforma de la Iglesia y la expulsión de los judíos en 1492. A nivel territorial, lograron la conquista de Granada, la anexión de Navarra y expandieron su influencia en África y las Canarias. Sin embargo, la unidad política no fue completa. Tras la muerte de Isabel en 1504, la sucesión de Castilla pasó a su hija Juana, lo que reflejó que los reinos aún mantenían sus diferencias. Aunque los Reyes Católicos sentaron las bases de un Estado más centralizado en Castilla, la unificación de España estaba lejos de completarse, especialmente en la Corona de Aragón, que preservó su autonomía.
Modelos de Repoblación y Organización Territorial
Los modelos de repoblación en los reinos cristianos tras la conquista de tierras musulmanas fueron fundamentales para la organización territorial y social:
- Presura o repoblación libre: En el valle del Duero (siglo IX), pequeños campesinos y mozárabes ocupaban tierras deshabitadas. Originó comunidades de campesinos libres, pero a partir del siglo X la nobleza y el clero se adueñaron de muchas tierras, convirtiendo a los campesinos en arrendatarios.
- Repoblación concejil: Durante los siglos XI-XII en el sur del Duero y otras zonas, los reyes otorgaron fueros que permitían la creación de villas con autonomía. Generó medianos propietarios libres y una economía con actividad artesanal y comercial.
- Repoblación de las Órdenes Militares: Entre los siglos XII-XIII, se otorgaron latifundios a las Órdenes Militares en zonas como el valle del Guadiana. Esto impulsó la ganadería y creó una estructura de grandes propiedades con campesinos dependientes.
- Repartimiento: Desde el siglo XIII en Andalucía, Murcia y Valencia, el reparto de tierras tras las conquistas favoreció a nobles, órdenes militares y el clero. Se crearon grandes latifundios y se expulsó a la población musulmana tras la revuelta de 1264.
- Repoblación en Aragón y Cataluña: Predominó inicialmente la presura, pero con el tiempo las donaciones a nobles e Iglesia impulsaron el feudalismo.
Figuras Clave y Acontecimientos Históricos
Compromiso de Caspe (1412): Tras la muerte del rey Martín I de Aragón sin sucesión, hubo riesgo de guerra civil. Para evitarlo, se convocó a nueve compromisarios que eligieron como rey a Fernando de Antequera, infante de Castilla y sobrino de Martín I. Esto evitó una guerra civil, pero creó tensiones entre la monarquía y la oligarquía catalana, que continuó oponiéndose a los reyes de Aragón.
Conflicto de la Remença: Este conflicto involucraba a los campesinos catalanes, llamados “payeses de remensa”, que estaban adscritos a tierras con carácter hereditario. Podían liberarse de esta sujeción mediante el pago de la “remensa”. El conflicto estalló en el siglo XIV entre los campesinos y los señores feudales por los llamados “malos usos”, una serie de abusos que los señores ejercían sobre los campesinos. Tras extenderse entre 1450 y 1480, los campesinos lograron la abolición de estos abusos con la Sentencia Arbitral de Guadalupe en 1486, otorgada por Fernando el Católico.
Alfonso VI (1065-1109): Rey de León y Castilla, unificador de ambos reinos y conquistador de Toledo en 1085. Enfrentó a los almorávides, quienes comenzaron la reunificación de los reinos musulmanes.
Batalla de las Navas de Tolosa (1212): Los reyes cristianos (Castilla, Aragón, Navarra y Portugal) unieron fuerzas en una cruzada apoyada por el Papa para derrotar a los almohades. Esta victoria marcó un avance significativo en la Reconquista, aunque Granada siguió bajo control musulmán hasta 1492.
Fernando III el Santo (1230-1252): Unificó León y Castilla. Reconquistó gran parte del valle del Guadalquivir, incluyendo Córdoba y Jaén. Planeaba expandir la Reconquista al norte de África, pero murió antes de poder hacerlo.
Mesta: Asociación de ganaderos castellanos que data de la Alta Edad Media. Sus asambleas, llamadas “mestas”, regulaban el pastoreo y la trashumancia. Recibió apoyo real y perduró hasta 1836.
Jaime I (1225-1276): Rey de Aragón, conocido como el Conquistador. Combatió rebeliones y expandió su reino mediante conquistas, incluyendo Mallorca y Valencia. También impulsó la expansión comercial catalana por el Mediterráneo.
Escuela de Traductores de Toledo: Institución cultural que tradujo textos árabes al latín, contribuyendo a la transmisión de conocimiento filosófico y científico. Alcanzó su apogeo bajo Alfonso X el Sabio en el siglo XIII.
Las Invasiones Bárbaras y la Consolidación Visigoda
Invasiones bárbaras: A partir del siglo IV y especialmente en el 409, pueblos germánicos invaden el Imperio Romano. Estas tribus buscaban mejorar su calidad de vida y protección ante amenazas de otros pueblos bélicos. Muchos de estos pueblos invadidos se convirtieron en jornaleros o tropas auxiliares del imperio. En el siglo III, las invasiones masivas se intensificaron, culminando en el derrocamiento de Rómulo Augústulo en 473. Entre estos invasores, los visigodos establecieron un estado unificado en la península ibérica tras la invasión de suevos, vándalos y alanos.
Conversión del rey visigodo Recaredo al catolicismo: En el III Concilio de Toledo (589), Recaredo abandonó el arrianismo y adoptó el catolicismo, logrando apoyo político de la aristocracia hispanorromana y de la Iglesia. Su bautismo fue en secreto y, posteriormente, trató de convencer a los obispos arrianos de aceptar la doctrina trinitaria.
Evolución de Al-Ándalus: Del Califato a los Reinos de Taifas
Califato de Córdoba (912-1009)
En 912, Abderramán III hereda el trono en medio de conflictos. Consigue estabilizar el reino y en 929 se proclama califa, consolidando su poder con la construcción de Medina Azahara. Su nieto, Al-Hakam II, refuerza la cultura andalusí. Tras su muerte, Almanzor asume el control del califato, destacándose por sus campañas militares contra los reinos cristianos, saqueando ciudades como Santiago de Compostela. A la muerte de Almanzor en 1002, el califato entra en una etapa de crisis y agitación política.
Disgregación y Reinos de Taifas (1009-1090)
A partir de 1031, los reinos de taifas toman control, fragmentando Al-Ándalus. Los reyes de taifas pagan parias a los reinos cristianos para evitar su conquista.
Imperio Almorávide (1090-1145)
En 1086, los almorávides, un grupo norteafricano de bereberes nómadas, derrotan a Alfonso VI en la batalla de Sagrajas y restauran el islamismo. Sin embargo, su gobierno se debilita debido a fracasos y corrupción interna.
Segundos Reinos de Taifas e Imperio Almohade (1145-1224)
A partir de 1145, surge una segunda etapa de reinos de taifas, nuevamente fragmentando Al-Ándalus. Los almohades, un grupo ultraortodoxo, cruzan el estrecho de Gibraltar en 1170 y derrotan a Alfonso VIII en la batalla de Alarcos (1195), pero no logran sostener sus avances.
Reino Nazarí de Granada (1224-1492)
El Reino de Granada fue el único reino de taifas que perduró hasta 1492, siendo un vasallo del reino cristiano, pagando tributo. Durante sus dos siglos de existencia, enfrentó conflictos internos y amenazas externas, hasta ser conquistado por los Reyes Católicos en 1492.
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