23 Dic
Los Reyes Católicos: Unión Dinástica e Instituciones de Gobierno
La unión matrimonial de Isabel de Castilla y Fernando II de Aragón en 1469 tuvo lugar en medio de los conflictos internos de ambas coronas y de las presiones internacionales. Tras el tratado de los Toros de Guisando (1468), se casaron con la desaprobación del rey de Castilla, trayendo como consecuencia una guerra de sucesión tras la muerte de Enrique IV. En esta guerra, los partidarios de Isabel obtuvieron la victoria en la batalla de Toro (1476). Finalmente, el Tratado de Alcaçovas (1479) puso fin al altercado con un acuerdo con Portugal. Isabel y Fernando habían estipulado previamente las condiciones de su unión como monarcas en la Concordia de Segovia. La monarquía de los Reyes Católicos se basó en la primacía de Castilla sobre Aragón, y sentaron las bases del Estado Moderno. Para ello, fue necesario reforzar la autoridad de la monarquía y restaurar la paz social.
En cuanto a los órganos de gobierno, los consejos podían ser territoriales o institucionales, como Hacienda o el Consejo de Cruzada. A nivel judicial, crearon una Chancillería en Granada. En el ámbito local, se instituyó la figura del corregidor, y en Castilla, las Cortes quedaron reducidas al voto de impuestos y a la jura del heredero. En Aragón, resultó más difícil fortalecer la autoridad real. Las ausencias de Fernando hicieron necesario el mantenimiento de la figura del Virrey.
El Significado de 1492: La Guerra de Granada y el Descubrimiento de América
En 1492, los Reyes Católicos culminaron la conquista del reino de Granada y la expulsión de los judíos, obteniendo la ansiada unidad cristiana de la península. Este afán de conseguir la unión de España, la amenaza turca y la falta del pago de parias favorecieron el inicio de hostilidades que llevarían a la guerra de Granada, que se divide en tres fases:
- La conquista y defensa de Alhama (1481-1484)
- La Toma de Málaga
- La guerra en Granada (1488-1492)
El 2 de enero de 1492, los Reyes Católicos hicieron su entrada triunfal en la ciudad sin apenas derramamiento de sangre. Por esta culminación pacífica del proceso de Reconquista, el Papa Alejandro VI les concedió el título de Católicos.
El proyecto de Colón fue presentado a los Reyes Católicos, quienes, tras un rechazo inicial, y después de la guerra de Granada, firmaron las Capitulaciones de Santa Fe, por las que se comprometieron a financiar la expedición formada por dos carabelas y una nao. Tras varias expediciones en las que descubrió varios territorios, en su última expedición a título personal, exploró la costa de América Central, aunque murió en 1506 sin saber que había descubierto un nuevo continente. Por último, el Papa Alejandro VI concedió, por la Bula Inter Caetera, todas las tierras a Castilla. Las presiones de Portugal hicieron que se firmara el Tratado de Tordesillas en 1494, por el que se repartían los territorios entre Portugal y Castilla. Florentino Vespucci confirmó el nuevo continente, denominado América.
El Imperio de los Austrias: España bajo Carlos I. Política Interior y Conflictos Europeos
Carlos I recibió una gran herencia de sus abuelos maternos y paternos, obteniendo numerosos territorios. El monarca no conocía el castellano y vino acompañado de consejeros flamencos que ocuparon altos cargos. Cuando fue coronado, convocó Cortes para que votaran nuevos impuestos con los que poder costear su candidatura imperial. Todo esto provocó una reacción inmediata y una sublevación de las Comunidades en Castilla contra el poder de este. Esta revuelta de carácter político terminó radicalizándose y adquiriendo un tono antiseñorial. Tras la derrota en Villalar y el ajusticiamiento de los principales líderes, la revuelta finalizó.
Similares protestas surgieron en Aragón ante el descontento social de artesanos y comerciantes frente a la oligarquía urbana y a la nobleza. La rebelión de las Germanías se inició en Valencia cuando la nobleza abandonó la ciudad por un brote de peste. Carlos I ordenó al Virrey que reprimiera esta revuelta, trayendo como consecuencia un reforzamiento del autoritarismo real.
Los conflictos exteriores de Carlos I fueron consecuencia de las pretensiones imperiales y religiosas, fruto de su ideal de monarquía universal y cristiana. Hubo guerras con Francia, con el Imperio Turco (máxima amenaza de la cristiandad) y, finalmente, con la defensa de la ortodoxia católica en el Imperio Alemán, que produjo grandes victorias, aunque finalmente tuvo que ceder en la Paz de Augsburgo (1555), concediendo la libertad religiosa a los príncipes alemanes.
La Monarquía Hispánica de Felipe II: Gobierno y Administración. Problemas Internos. Guerras y Sublevación en Europa
Durante el reinado de Felipe II, en política interior, los principales problemas fueron la intolerancia religiosa y los problemas para tener el ansiado hijo varón. La rivalidad con Francia por el control del Mediterráneo terminó tras la victoria en San Quintín y la firma de la Paz de Cateau-Cambrésis. Se enfrentó al Imperio Turco, obteniendo la victoria de Lepanto (1571).
La lucha contra el protestantismo se produjo tras el levantamiento de los Países Bajos, en el que 17 provincias que formaban la Unión de Utrecht se declararon independientes, hecho que no se solucionó hasta la Paz de Westfalia. El conflicto con Inglaterra surgió por varios motivos. El decisivo, y por el cual se decidió mandar a la Armada Invencible (que resultó un fracaso), fue el asesinato de la reina de Escocia, María Estuardo.
El mayor éxito en política exterior fue la incorporación de Portugal y el reconocimiento de Felipe II como rey en las Cortes portuguesas de Tomar en 1581. Los Austrias continuaron con el Sistema Polisinodial diseñado por los Reyes Católicos. En la Administración territorial, se siguió utilizando al corregidor. En la Administración local, se vendieron cargos municipales y se utilizó el sistema de insaculación para elegir cargos en el municipio. El ejército y los tercios consiguieron una supremacía en Europa que duró hasta entrado el siglo XVII.
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