12 Jul

T 2. Prehistoria y Edad Media

Los restos más antiguos del Paleolítico Superior, como las figuras danzando en la gruta de Trois-Frères o la interpretación de una danza grupal en Lérida, evidencian la presencia de la danza en la prehistoria. La función de la danza en este periodo se asocia a la fecundidad, a rituales y a la búsqueda del éxtasis. Los bailes grupales, inicialmente circulares, evolucionaron para incorporar a un solista y posteriormente a dos grupos enfrentados.

2.1. La danza en la Antigüedad

El Egipto faraónico nos ha legado escenas en pinturas y relieves que muestran una compleja coreografía, reflejando la importancia de la danza tanto en ceremonias sagradas como en contextos sociales. También se encuentran representaciones de danzas con bastones, cuyo origen se cree ritual. En la Antigua Grecia, se consideraba que el arte provenía de las musas, siendo Terpsícore la musa de la danza. Se encuentran escenas de danzas grupales con fines religiosos y guerreros, así como danzas dedicadas a los dioses. En Roma, la danza griega tuvo una gran influencia.

2.2. Danza en la Edad Media

La Edad Media vio el surgimiento de las danzas folclóricas, como las danzas de espadas. El Llivre Vermell de Montserrat, del siglo XIV, contiene cantos y danzas de peregrinos, como Stella Splendens y Polorum Regina. Estas danzas se realizaban en procesiones o en círculo. La Danza de la Muerte, propia de la Baja Edad Media, está relacionada con la peste negra.

T 3. Renacimiento

El Renacimiento marca un punto de inflexión con la aparición de los primeros tratados de danza y la figura de los maestros de danza. Se empiezan a clasificar las danzas en Altas (con saltos y levantamientos de piernas) y Bajas (con movimientos más contenidos). Surgen recopilaciones de música de danza como Danserye (1551) de Tielman Susato, que incluye branles, alemandas, pavanas y gallardas basadas en canciones francesas. Domenico da Piacenza (1420-1470) se considera el primer gran maestro de danza, autor de De arte saltendi et choreas ducendi (1455). En 1588, Thoinot Arbeau publica L’Orchésographie, otra obra fundamental para la danza.

3.1. Danzas

  1. Gallarda: Danza alta de origen italiano que surge en el siglo XVI. Se baila en compás binario de subdivisión ternaria (6/8) al que se añaden compases en hemiolia (3/4). Suele ir emparejada con la pavana.
  2. Pavana: Danza de origen italiano en compás cuaternario, aunque también existen ejemplos en compás ternario. Es una danza lenta y procesional que sigue un esquema de pasos: dos sencillos y uno doble hacia delante, y dos sencillos y uno doble hacia atrás.
  3. Saltarello: Danza alegre de origen italiano. Ya existen ejemplos musicales desde el siglo XIV. Se baila en distintos compases y la música suele ser monofónica, escrita en cuatro frases repetidas. El saltarello y la gallarda se emparejan a menudo con la pavana.
  4. Branle: Danza perteneciente a la baja danza. Consiste en una danza en grupo donde los participantes se agarran las manos y se mueven lateralmente. Tiene un origen popular y presenta diferentes variantes según el lugar.

T 5. Siglo XIX: El Ballet Romántico y Clásico

La transición del siglo XVIII al XIX en el mundo de la danza está marcada por figuras como Salvatore Viganó (1769-1821), coreógrafo del ballet Las Criaturas de Prometeo con música de Beethoven, y Carlo Blasis (1795-1878), autor de obras esenciales como Tratado Teórico-Práctico de la Danza (1820) y el Código de Terpsícore (1828).

5.1. El Ballet Romántico

El ballet romántico surge con La Sílfide (1832) de Filippo Taglioni. En esta obra, Marie Taglioni utiliza por primera vez la técnica de bailar sobre las puntas. La escena se puebla de criaturas fantásticas y exóticas como ninfas y sílfides. El vestuario se vuelve más ligero y la técnica más vertical gracias al uso de las puntas. Surgen grandes bailarinas como la propia Marie Taglioni, Carlota Grisi, Lucille Grahn y Fanny Cerrito, quienes actúan en obras como Pas de Quatre (1845) de Jules Perrot (1810-1892). Entre las grandes creaciones del ballet romántico destacan La Sílfide de Filippo Taglioni y La Peri (1841) de Coralli. Los últimos grandes ballets románticos serán Coppélia, estrenado en la Ópera de París, y Sylvia (1876) de Mérante.

5.2. Crisis del Ballet Romántico y Etapa Clásica

En Rusia se crean importantes escuelas de danza en Moscú y San Petersburgo. Marius Petipa establece la escuela rusa y es considerado el padre del ballet clásico. Petipa creó la estructura del “paso a dos” en entrada, adagio, variaciones y coda. Entre sus 55 ballets destaca Don Quijote (1869). Colaboró con Tchaikovsky en obras maestras como La Bella Durmiente (1890), El Cascanueces (1892) y El Lago de los Cisnes (1895).

5.3. Música de Ballet

Los ballets se vuelven más largos y complejos, con un mayor número de actos. La música adquiere un papel fundamental como guía para la coreografía. Se incorporan danzas populares y de salón como el vals. Se desarrollan números importantes como el “paso a dos”. Destacan compositores como Adolphe Adam (1803-1856), autor de óperas y del ballet Giselle, y Leo Delibes, autor de numerosas óperas y de Coppélia (1870).

5.4. Danzas

  1. Vals: Originario de Alemania en la segunda mitad del siglo XVIII, se baila en compás de ¾. Guarda similitudes con el ländler, una danza folclórica alemana en ¾ del siglo XVIII. Existen otras versiones en Europa que se han integrado al folclore de cada país, como el vals vienés, el vals francés y el vals inglés.
  2. Mazurca: Danza de origen polaco en ritmo ternario con acento marcado en el segundo y tercer tiempo. Es un género que también se encuentra en la música de concierto, como en las mazurcas de Chopin.
  3. Polka: Originaria de Bohemia en 1830, se baila en ritmo binario con un carácter rápido y saltado.
  4. Quadrille: Variación de la contradanza francesa del siglo XVIII. Recibe su nombre por la forma cuadrada que dibujan los bailarines.
  5. Galop: Danza sencilla y saltada de origen alemán. Se baila en compás de 2/4 y comienza en anacrusa.

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