03 Jul

Breve Historia de la Ética: La Ética Medieval – Temor de Dios

Es el poder del cristianismo y su influencia en el pensamiento occidental lo que justifica que sea tratado en el ámbito de la filosofía moral. El poder del cristianismo es inmenso, especialmente en lo que se refiere a la construcción de una doctrina moral.

El Cristianismo y la Moral

  • El cristianismo es una religión, no una filosofía, pero reconoce valores y propugna un modo de entender la vida.
  • Antes se creía que el cristianismo era practicado por pequeños grupos que, con su forma de vivir, se oponían al poder político imperial. “Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”, ya que Dios está por encima del poder terrenal.
  • La ética cristiana, inicialmente dirigida a unos pocos, termina siendo universal.
  • En el trasfondo de toda teoría ética hay una antropología más o menos explícita. En el caso del cristianismo, el hombre es creado por Dios para servirle y honrarle, redimiéndose así de sus pecados.
  • En la religión cristiana, la figura del pecado viene a sustituir al ignorante o al insensato de la filosofía griega. Es decir, en la doctrina cristiana uno no actúa mal porque ignora el bien, sino porque la naturaleza del individuo es ser malo por causa del pecado original.
  • La idea del pecado no es moral, sino religiosa, pero sin ella no se entiende la moral cristiana.
  • Los griegos se preguntaban cómo hacer para que coincidieran la felicidad y la virtud. Los cristianos responden diciendo que la felicidad no es de este mundo, ya que el hombre es una criatura divina que está de paso en la tierra y su lugar es el reino de los cielos.

El Mandamiento del Amor

  • Dios hará que los virtuosos sean felices en su reino, donde la vida feliz y la vida virtuosa se encuentran.
  • El contenido genuino de la moral cristiana es el mandamiento del amor: amar al prójimo como a ti mismo por amor a Dios. Este mandamiento se instala para subvertir el orden establecido y corregir la hipocresía; es decir, busca darle cumplimiento a la ley como debe ser.
  • El amor al prójimo no hace mal; el amor es la plenitud de la ley.
  • Dios es quien manda y establece cómo hay que vivir, pero le corresponde a cada persona, a la conciencia, juzgar las acciones y arrepentirse en caso de transgredir.

Importancia del Discernimiento

Los teólogos destacan la importancia del discernimiento, el juicio que lleva a cabo la conciencia, la revisión y guía de la conducta.

Resumen

Una antropología que percibe al hombre como pecador y una doctrina moral que obliga a creer en Dios y a amar a los hombres.

Obligaciones Morales

¿Por qué hay que ser moral o virtuoso?

  • Protágoras: Hay que ser virtuoso porque la ciudad necesita ciudadanos que sepan convivir.
  • Platón: Superioridad de la justicia sobre la injusticia, aludiendo al valor intrínseco de la justicia.

NOTA: Los teólogos cristianos deberán explicar por qué hay que obedecer la ley divina, especialmente cuando esta ordena lo inconcebible y reprobable.

La Lucha entre el Bien y el Mal: San Agustín

  • Debido a la naturaleza pecadora del ser humano, todo lo que hace es imperfecto, como lo está también la sociedad en la que vive.
  • La moral cristiana enseña que no todos los deseos conducen al bien y que hay que enderezarlos con el propio esfuerzo y la ayuda de la gracia divina. Solo así el hombre se hace acreedor de la vida eterna.

Agustín de Hipona

  • La filosofía de la Edad Media es ante todo teología; la filosofía debe ser vista como esclava de la teología.
  • Agustín quería entender el mal en un mundo creado por Dios, que siendo la suma bondad no debería permitirlo (maniqueísmo). Luego se convierte al cristianismo y extrae el principio de las dos ciudades: la divina y la terrenal.
  • Pensamiento moral: Naturalismo teológico, según el cual el objetivo de la ética es alcanzar el fin “natural” de la vida humana, que no es otro que la felicidad.
  • Según los griegos, la felicidad se consigue viviendo bien (la vida feliz es la vida buena).
  • Agustín dice que, a pesar de la caída del ser humano, este quiere ser feliz y, para serlo, debe aprender a ser buena persona, es decir, querer el bien. Se llega por el precepto del amor por encima de cualquier deseo.
  • Un esfuerzo no es fácil porque la voluntad es débil, PERO con la ayuda de la gracia divina es más factible.

Resumen

Ama y haz lo que quieras.

  • A la vida buena se accede a través del conocimiento y de las prácticas de la virtud (según Platón son: prudencia, justicia, fortaleza, templanza).

Virtudes

  1. Prudencia: La que distingue el bien del mal.
  2. Justicia: Distribuye los bienes dando a cada uno lo que es suyo.
  3. Fortaleza: Ayuda a soportar las adversidades.
  4. Templanza: Frena los deseos desviados.

Estoicos: Agustín toma la idea de un logos divino que gobierna el mundo, y es la ley divina, mediada por las leyes divinas a las que hay que someterse, entendiendo que cualquier mal que nos ocurra es un castigo divino.

Filósofos Cristianos

El hombre ya no es un ser social cuyo destino y fin es la política, sino una criatura de Dios que debe dar cuenta finalmente de sus actos.

  • Agustín: Proyecta sus dos tipos de ciudades:
  1. La ciudad regida por el amor de Dios: desprecio de la persona.
  2. La ciudad regida por el amor a uno mismo: ignora a Dios.

NOTA: Es posible desarrollar las virtudes sin tener presente a Dios, pero los medios serían inmorales y la virtud deviene del vicio (virtutes paganorum): las virtudes de los paganos son vicios.

Virtudes de los Paganos – Moral Agustiniana

El Valor de la Conciencia: Pedro Abelardo

  • Un aspecto innovador de la filosofía cristiana medieval es el descubrimiento del sujeto y la subjetivación de la moral, lo que se ha llamado “el despertar de la conciencia moral”.
  • Agustín señalaba que sin intención de pecar no hay pecado.

Pedro Abelardo

  • Es el primer filósofo medieval que escribe una ética, un texto breve donde se desmarca de la moral naturalista. Es una ética individualista (moral de la persona).
  • Lo importante para que haya acción moral, según Pedro, es la intención del sujeto.
  • Ningún acto es malo o bueno en sí mismo, sino que la bondad o maldad vendrán dadas por el consentimiento interior del sujeto.
  • Pecar es despreciar a Dios, un acto religioso, no necesariamente moral.
  • Es la intención o la conciencia lo que determina el carácter de la acción al consentir o dejar de hacerlo sobre el bien o el mal.
  • “Comprender para creer”, otra insignia.
  • Habla del examen de la conciencia para conseguir el perdón; rechaza las confesiones públicas. Todo lo que no se hace por convicción es pecado.

Ley Divina, Ley Natural y Ley Humana

Tomás de Aquino

  • Constructor de la filosofía escolástica.
  • No rechaza del todo la idea de que la razón de ser de la filosofía moral es la búsqueda de la felicidad que debe conducir al bien (filosofía aristotélica).
  • Solo Dios sabe con certeza qué es bueno.
  • Tomás añade, además de las virtudes aristotélicas, otras tres (teologales):
  1. Fe
  2. Esperanza
  3. Caridad
Las virtudes son los valores intrínsecos de la moralidad y hay otros valores extrínsecos que son la ley y la gracia. La imposición de una ley moral divina no es tal, porque en realidad esta ley se encuentra ya inscrita en la naturaleza del ser racional. Donde la ley divina y la ley natural convergen. Aristóteles determinó que siempre existe un fin y este es el bien. Tomás dice que este bien lo determina Dios, que solo ordena aquello que está en la naturaleza del hombre. Tomás dice que para saber lo que cada cosa tiene que hacer, basta conocer la definición de esa cosa y exigir que esa definición se realice. La ley natural es el puente necesario que une la ley divina o eterna con las leyes humanas, lo que nos permite entender la ley divina como algo intrínseco a la naturaleza, pero es necesaria porque la razón humana tiene límites.

Resumen

  • Pecar es desobedecer la ley de Dios, porque tal desobediencia viola el orden natural.
  • “Creer para comprender” – contrario a Abelardo.

Nota: El dominio de la ética es la voluntad, de forma que solo a partir de ella podemos explicar la ley moral, puesto que la ley moral procede de la voluntad de Dios.

La separación entre la física y la ética se traduce en la separación entre el poder temporal y el poder espiritual.

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