29 Ene

La Segunda República Española (1931-1936)

1. Introducción

Los años de la dictadura de Primo de Rivera estancaron la sociedad española. Solo un grupo de intelectuales y políticos se atrevió a abordar los viejos problemas del país. Intentaron cambiar el rumbo de la historia y construir una sociedad moderna y democrática. El Pacto de San Sebastián reunió a tres fuerzas políticas con el objetivo de derrocar la monarquía. De este pacto surgieron dos líneas de acción: una revolucionaria, que llevó al fracasado pronunciamiento militar de Jaca en diciembre de 1930, y otra política, que logró arruinar el prestigio de la Monarquía. El Pacto de San Sebastián implicó la creación de un comité revolucionario compuesto por figuras como Alcalá Zamora, Maura, Marcelino Domingo y Prieto. En diciembre de 1930, se difundió un manifiesto que llamaba a la población a derribar la monarquía. Para los gobiernos de Berenguer y Aznar, la prioridad era organizar un proceso electoral escalonado que culminase en unas Cortes Constituyentes.

2. El Cambio de Régimen

La victoria de los republicanos en las elecciones municipales de abril de 1931 precipitó la caída de la monarquía. El cambio de régimen se hizo sin derramamiento de sangre, tras la proclamación de la República el 14 de abril. El conde de Romanones recomendó al rey Alfonso XIII abandonar España y negoció con el comité revolucionario el traspaso de gobierno.

2.1 El Gobierno Provisional

Niceto Alcalá Zamora, junto con representantes de la coalición republicano-socialista, se pusieron manos a la obra en la transformación del Estado. El primer problema surgió cuando Francesc Macià proclamó la República Catalana o el Estat Català, dentro de una federación de repúblicas ibéricas. Los anarquistas, por su parte, consideraron la República como un régimen burgués y se prepararon para la instauración de un régimen libertario.

2.2 La Reacción Eclesiástica

Mientras algunos obispos se mostraban cautelosos y el nuncio papal recordaba el respeto que se debía guardar a la República, el anticlericalismo gubernamental exacerbó el sentimiento popular, causando un enorme daño. Caldeados los ánimos con la pastoral del arzobispo de Toledo, un centenar de edificios eclesiásticos fueron incendiados en mayo. La expulsión del cardenal Segura daría a los católicos nuevas razones para oponerse a la República.

2.3 Las Cortes Constituyentes

Las elecciones a Cortes Constituyentes dieron la mayoría en casi todas las provincias a la conjunción republicano-socialista, salvo en el País Vasco y Navarra, donde ganaron los nacionalistas y tradicionalistas.

2.4 La Constitución Republicana

La primera tarea de las Cortes, presididas por Julián Besteiro, fue la redacción de una Constitución. Los debates sobre la separación entre el poder civil y eclesiástico provocaron la primera crisis de gobierno. Alcalá Zamora dimitió y Manuel Azaña ocupó su lugar. La Constitución se aprobó el 9 de diciembre de 1931 y establecía:

  • España se constituye en un Estado laico.
  • Una sola Cámara y sufragio universal, incluidas las mujeres.
  • Subordinación del derecho de propiedad al interés público.
  • Promulgación de estatutos de autonomía.

3. El Bienio Reformista (1931-1933)

3.1 La Reforma Educativa

Marcelino Domingo, ministro de Educación, consideraba que el atraso español podía superarse mediante un buen sistema educativo. Se propuso sustituir los métodos y profesores religiosos por partidarios de una enseñanza progresista. Se prohibió la enseñanza a las congregaciones religiosas. Sin embargo, ni el tiempo ni el dinero permitieron eliminar el monopolio docente de la Iglesia. Para 1933 se crearon diez mil nuevas escuelas primarias y se aumentó el sueldo de los maestros.

3.2 La Reforma Militar

Azaña modernizó el Ejército, que contaba con una escasa formación de soldados y un material anticuado. Ofreció la jubilación anticipada con el sueldo íntegro a los militares que lo desearan. Republicanizó el Ejército, disminuyó la jurisdicción militar en beneficio de la civil y suprimió la Academia General de Zaragoza. La República no se atrevió a disolver la Guardia Civil y creó la Guardia de Asalto.

3.3 La Reforma Agraria

Campesinos hambrientos y arrendatarios explotados esperaban un remedio a su situación. El régimen de Azaña estaba llamado a acabar con todas las lacras del campo español mediante una distribución más justa del régimen de propiedad y una mayor atención a sus rendimientos. Era urgente una ley que expropiara grandes fincas y las repartiera entre campesinos sin tierras. Azaña aprobó la Ley de Bases de la Reforma Agraria, que autorizaba la expropiación con indemnización, aplicable solo en 14 provincias.

3.4 Las Leyes Laborales

Se estableció la dirección del ministro de Trabajo, Francisco Largo Caballero. La gravedad de los enfrentamientos empujaba a la extensión de la jornada laboral de 8 horas, la prolongación de los contratos de arrendamiento de tierras y el laboreo forzoso en tierras donde existiesen braceros en paro. El instrumento más eficaz fue el de los jurados mixtos, que impulsarían un alza notable de los salarios agrarios. Gracias a la UGT, descendió el nivel de conflictividad.

3.5 Los Estatutos de Autonomía

El 9 de septiembre de 1932, Azaña forzó la aprobación del Estatuto de Cataluña. Pronunció uno de sus más brillantes discursos, que consiguió arrancar de los diputados un voto favorable. En el País Vasco, el espíritu nacionalista solo existía en las filas del nacionalismo vasco. El Estatuto de Autonomía estaba siempre supeditado a la consolidación de la República.

3.6 La Coyuntura Económica

España tardó más en acusar la crisis de 1929. Los vínculos de España con los países europeos se limitaban a la exportación de minerales y productos agrícolas. La depresión afectó a las clases medias, originó una brutal caída de las exportaciones y una disminución de las compras que frenaría el ritmo de mecanización del país. El pánico se adueñó de las finanzas, con una constante evasión de capitales y trastornos en la devaluación de la peseta. El paro no dejó de crecer. El Gobierno desarrolló un programa económico y una actuación austera en la emisión de Deuda Pública y en el control del déficit presupuestario. Indalecio Prieto, en Hacienda, se esforzó por atender los compromisos, llevando a cabo una reforma fiscal que introducía el impuesto sobre la renta. La reforma del Banco de España ocasionó la hostilidad de los poderes financieros.

3.7 La Conflictividad Social

La República solo aspiraba a una modificación sustancial del Estado en sus parcelas administrativas, políticas y de participación social. De ahí que la conflictividad fuese en aumento. Firmes partidarios de la acción directa, los sindicatos anarquistas comprendieron que sus aspiraciones no podían triunfar dentro de la legalidad de una república burguesa. Numerosas huelgas y ocupaciones de tierras llevaban el sello de la CNT. Los continuos desórdenes públicos debilitaban su autoridad y alimentaron la propaganda de los enemigos de la República. En Casas Viejas (Cádiz), la Guardia de Asalto intervino y aplastó un levantamiento anarquista, causando un gran estupor en la opinión pública. El sindicato anarquista cayó en manos de su grupo más radical.

3.8 La Reacción de las Derechas

Nadie conseguía frenar el desgaste del gobierno republicano-socialista. La supresión de la Compañía de Jesús produjo una fuerte conmoción entre los católicos. Nacía la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) con la finalidad de reformar la Constitución republicana. En la CEDA, liderada por José María Gil-Robles, convivían verdaderos democristianos con hombres de extrema derecha que se sentían atraídos por el fascismo.

3.9 El Fascismo Español

Tras el fracaso del golpe de Estado de Sanjurjo en agosto de 1932, los monárquicos confiaban en la preparación de un golpe de Estado más eficaz. Los ultramonárquicos se habían separado de Gil-Robles, que era líder de la derecha agraria y partidario de reconducir la legislación republicana en un sentido conservador. El carlismo también se organizó y derivó en un movimiento nacionalista de ultraderecha. Falange Española, fundada por José Antonio Primo de Rivera en 1933, atraería a la juventud universitaria derechista.

4. El Bienio Radical-Cedista (1933-1935)

La movilización de la derecha y las alteraciones del orden público desgastaron a Azaña, que perdió las elecciones municipales de abril de 1933. A los socialistas les resultaba más incómodo apoyar una política liberal. Las divisiones en la coalición gubernamental se manifestaban como irreversibles. El Presidente de la República destituyó a Azaña y convocó nuevas elecciones.

4.1 Las Elecciones de 1933: El Vuelco Electoral

En estas elecciones votaron por vez primera las mujeres. La derecha obtuvo un triunfo indiscutible, con el centro representado por el Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux.

4.2 La Política de la Derecha

Las reformas de Azaña fueron suspendidas o anuladas. Los patronos rebajaron los salarios y redujeron las reformas logradas por los trabajadores. Las Cortes aseguraron a la Iglesia su actividad docente y el cobro de dinero público. Los militares recuperaban su protagonismo. No se concedió ningún estatuto de autonomía. Los líderes y militantes políticos del PSOE y la UGT se radicalizaron. La CNT declaró la huelga general en Zaragoza y, junto a la UGT, volvió a poner en jaque a las fuerzas del orden. La situación también se manifestaba en Cataluña, donde Esquerra Republicana se enfrentaba a la República. En marzo de 1934, el Parlamento catalán aprobó una ley que hacía más favorable la situación de los campesinos arrendatarios, pero los dueños de las tierras consiguieron que Madrid la declarase inconstitucional. En el País Vasco, el conflicto llegó con motivo del estatuto del vino.

4.3 La Radicalización Sociopolítica: Octubre de 1934

El PSOE practicaba una política abiertamente revolucionaria. La CEDA exigió tres ministerios. La UGT y el PSOE consideraron esta exigencia una agresión contra la República y cursaron la orden de huelga general revolucionaria en Asturias, Cataluña y el País Vasco. El 6 de octubre de 1934, Lluís Companys proclamó el Estado catalán dentro de la República federal. Se declaró el estado de guerra y se combatió en las calles. La Generalitat se rindió y el Gobierno suspendió el Estatuto de Cataluña. En Asturias, las organizaciones proletarias asaltaron el Cuartel de la Guardia Civil, tomaron la cuenca minera, ocuparon las fábricas de armas, se apoderaron de Oviedo y en algunas ciudades organizaron comunas obreras y repúblicas utópicas. El Gobierno llamó a Franco para asesorar, y refuerzos del ejército procedentes de Marruecos desembarcaron en Asturias. Hubo 1000 muertos civiles y 300 entre la fuerza pública. Se encarceló a 30000 ciudadanos. Se limitaron las actividades de los partidos de izquierdas y se estableció la censura previa. La sociedad española se alejaba del entendimiento.

5. La Hora de la Izquierda: El Frente Popular

A lo largo de 1935, los gobiernos radical-cedistas acentuaban su política moderada. La extrema derecha hostigaba a la CEDA, y José Calvo Sotelo regresó del exilio para hacerse cargo del Bloque Nacional, con un programa totalitario. Largo Caballero empujaba a la UGT a posiciones cada vez más radicales.

5.1 Formación y Programa del Frente Popular

La política a seguir debía estar representada por el Frente Popular, que implicaba la alianza del proletariado con las clases medias, de socialistas y comunistas, para frenar el fascismo.

5.2 Las Elecciones de Febrero de 1936

El Gobierno, comprometido en sobornos y escándalos financieros, convocó elecciones para el 16 de febrero de 1936, que ganó el Frente Popular. Su programa incluía:

  • Amnistía total para los represaliados políticos.
  • Reposición de los trabajadores y empleados.
  • Reforma del Tribunal de Garantías Constitucionales.
  • Restauración de los artículos de la Constitución.
  • Continuar la Reforma Agraria.
  • Proteger a los pequeños productores y pequeños empresarios.
  • Sujeción del Banco de España al interés público.
  • Restaurar toda la legislación social.

5.3 La Conflictividad Social

Tras el triunfo del Frente Popular, desde el primer momento hubo conatos de fuerza entre los perdedores. La vida política no conseguía recuperar su pulso: se radicalizó el proletariado, ardieron conventos e iglesias, mientras los derechistas se pasaban a posiciones extremistas. La Falange, que recibía ayuda italiana, multiplicaba sus actuaciones violentas, aumentando la violencia general. La situación se complicó con la destitución de Alcalá Zamora. La CNT desencadenó una huelga de la construcción en Madrid y ensayó un comunismo libertario de consumo, expoliando tiendas de comestibles. El asesinato del teniente de la Guardia de Asalto Castillo por falangistas fue seguido, al día siguiente, por el asesinato de Calvo Sotelo.

5.4 La Conspiración contra el Gobierno del Frente Popular

Fue un error de la República destinar a Mola a Pamplona, donde se ganó al requeté, a Franco a Canarias y a Goded a Baleares. El 17 de julio de 1936, la guarnición de Melilla se sublevó y declaró el estado de guerra en Marruecos. Franco, desde Canarias, voló a Tetuán en el avión Dragon Rapide. Casares Quiroga, presidente del Gobierno, perdió unas horas decisivas sin tomar medidas.

6. Conclusión

El proceso de reformas y modernización de la sociedad española quedó truncado. La Guerra Civil fue un enfrentamiento de enorme magnitud entre dos concepciones del mundo: el autoritarismo fascista y la democracia.

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