22 Mar
El **Imperio Azteca** se fundó en 1325 con la construcción de **Tenochtitlán** sobre el lago de Texcoco, siendo una sociedad jerárquica con el *tlatoani* a la cabeza, seguido de nobles, sacerdotes, guerreros, comerciantes, artesanos, campesinos y esclavos, sustentando su economía en la agricultura mediante *chinampas*, el comercio y tributos de los pueblos sometidos. Su religión era politeísta, destacando **Huitzilopochtli** y **Tláloc**, y realizaban sacrificios humanos. Antes de la llegada de los españoles, la cultura prehispánica estaba conformada por civilizaciones como los **olmecas** (considerados la cultura madre), los **mayas** (avanzados en matemáticas y astronomía), los **teotihuacanos** (constructores de la Pirámide del Sol y la Luna), los **toltecas** (Tula como su centro principal) y los **mexicas**, que consolidaron un imperio militarista. Su escritura se basaba en códices pictográficos y su organización política variaba entre ciudades-estado como los mayas, señoríos como los mixtecas y zapotecas, y un imperio centralizado como el mexica. La conquista comenzó en 1519 con la llegada de **Hernán Cortés**, quien, con alianzas de pueblos sometidos como los tlaxcaltecas y totonacas, enfrentó a los mexicas, realizando eventos clave como la matanza en el Templo Mayor y la Noche Triste. Epidemias como la viruela debilitaron a los indígenas, y tras un sitio de 80 días, Tenochtitlán cayó el 13 de agosto de 1521 con la captura de Cuauhtémoc, marcando el inicio del virreinato de la Nueva España. Durante la colonia, la crisis del orden social se evidenció en el conflicto entre españoles peninsulares y criollos, además del maltrato a indígenas y esclavos africanos. La economía se basó en la minería (especialmente la extracción de plata en Zacatecas y Guanajuato), la agricultura y un comercio monopolizado por España, pero con el tiempo surgieron problemas económicos debido a los altos impuestos, la corrupción y la crisis administrativa del siglo XVIII. En el aspecto político-social, las **Reformas Borbónicas** impulsadas por la Corona española afectaron a los criollos y fortalecieron el poder de los peninsulares, lo que generó descontento y conspiraciones independentistas como la de Querétaro en 1810, mientras España atravesaba una crisis por la invasión napoleónica de 1808.
La independencia inició con el **Grito de Dolores** el 16 de septiembre de 1810, liderado por **Miguel Hidalgo**, seguido por **José María Morelos**, quien estableció los *Sentimientos de la Nación* en 1813 y la Constitución de Apatzingán en 1814. Tras la etapa de resistencia con **Vicente Guerrero**, en 1821 **Agustín de Iturbide** y Guerrero proclamaron el **Plan de Iguala**, logrando la independencia con la firma de los Tratados de Córdoba el 27 de septiembre de 1821. Iturbide se convirtió en emperador en 1822, pero fue derrocado en 1823, estableciéndose la República Federal con la Constitución de 1824. México enfrentó conflictos como la guerra con Texas en 1836, que llevó a su independencia, y la intervención estadounidense en 1846-1848, que resultó en la pérdida de la mitad del territorio con el Tratado de Guadalupe Hidalgo. Posteriormente, en 1862, Francia invadió México y estableció el Segundo Imperio con Maximiliano de Habsburgo, quien fue derrotado por Benito Juárez en 1867, restaurándose la república. El México prehispánico estuvo conformado por múltiples civilizaciones avanzadas, siendo los olmecas la cultura madre (1200-400 a.C.), destacando por su escritura jeroglífica y colosales cabezas de piedra. Los mayas, en el periodo clásico (250-900 d.C.), desarrollaron un sistema matemático basado en el número cero, un calendario preciso y una escritura fonética avanzada; su sociedad se organizaba en ciudades-estado como Tikal y Palenque. Teotihuacán, en su apogeo (siglo IV-VII), fue una gran metrópoli con una influencia cultural que llegó hasta los mayas y zapotecas. Los toltecas, establecidos en Tula (900-1150 d.C.), fueron famosos por su arte escultórico y su sistema militarista. Los mexicas, última gran civilización, fundaron Tenochtitlán en 1325, expandiéndose mediante la Triple Alianza con Texcoco y Tlacopan, dominando Mesoamérica hasta la llegada de los españoles en 1519.
Hernán Cortés, al arribar, utilizó la enemistad de los pueblos sometidos para formar alianzas, como con los tlaxcaltecas y totonacas, y aprovechó la creencia de Moctezuma II sobre el regreso de Quetzalcóatl para entrar pacíficamente en Tenochtitlán. Sin embargo, la matanza del Templo Mayor (1520) desató la rebelión mexica, expulsando a los españoles en la Noche Triste, pero tras meses de sitio, enfermedades y escasez de recursos, la ciudad cayó el 13 de agosto de 1521, marcando el inicio del dominio español.
Durante el virreinato, el sistema de castas consolidó el poder de los españoles peninsulares sobre los criollos, mestizos e indígenas, mientras la economía se basaba en la minería (Zacatecas y Guanajuato), la agricultura con haciendas y el comercio monopolizado por la Casa de Contratación de Sevilla. Las Reformas Borbónicas del siglo XVIII intentaron modernizar la administración, pero incrementaron el control español y perjudicaron a los criollos, fomentando el descontento que llevó a conspiraciones independentistas, como la de Querétaro en 1810. El 16 de septiembre, Miguel Hidalgo inició el levantamiento insurgente con el Grito de Dolores, promoviendo la abolición de la esclavitud. José María Morelos tomó el liderazgo y redactó los Sentimientos de la Nación en 1813, donde estableció la soberanía del pueblo, la igualdad social y la independencia absoluta de España. Sin embargo, Morelos fue capturado y fusilado en 1815, dando paso a la resistencia liderada por Vicente Guerrero. En 1821, el Plan de Iguala, impulsado por Guerrero y Agustín de Iturbide, estableció la independencia bajo el principio de monarquía constitucional, consolidándose con los Tratados de Córdoba y la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821.
El Primer Imperio Mexicano (1822-1823) con Iturbide fracasó debido a su autoritarismo, lo que llevó a su derrocamiento y al establecimiento de la República Federal con la Constitución de 1824. Sin embargo, México enfrentó conflictos internos entre centralistas y federalistas, así como guerras externas, destacando la Guerra de Texas (1836), donde Texas se independizó con apoyo estadounidense, y la Guerra México-Estados Unidos (1846-1848), que resultó en la pérdida de más de la mitad del territorio con el Tratado de Guadalupe Hidalgo. En 1854, el Plan de Ayutla derrocó a Santa Anna, dando paso a la Reforma, un periodo de modernización encabezado por Benito Juárez, quien promovió las Leyes de Reforma (1857), separando Iglesia y Estado. Sin embargo, la intervención francesa (1862-1867) instauró el Segundo Imperio con Maximiliano de Habsburgo, quien fue fusilado en 1867, restaurando la república.
El Porfiriato (1876-1911) trajo estabilidad económica mediante inversión extranjera, expansión ferroviaria e industrialización, pero la desigualdad social aumentó, favoreciendo a latifundistas y empresarios mientras los campesinos sufrían explotación. La Revolución Mexicana (1910-1920) comenzó con el Plan de San Luis de Francisco I. Madero contra Porfirio Díaz, culminando en su renuncia en 1911. Sin embargo, la lucha entre facciones como los constitucionalistas (Carranza y Obregón), los villistas y zapatistas prolongó el conflicto hasta la promulgación de la Constitución de 1917, que estableció derechos laborales, reforma agraria y educación laica. En el siglo XX, México enfrentó la Guerra Cristera (1926-1929) por la oposición clerical a las políticas anticlericales de Calles, la expropiación petrolera de Lázaro Cárdenas en 1938 y el desarrollo estabilizador (1950-1970), que impulsó la industrialización. Sin embargo, la crisis económica de 1982 llevó a reformas neoliberales en los años 90, como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). En el siglo XXI, México ha enfrentado desafíos como la violencia del narcotráfico, crisis políticas y movimientos sociales, destacando la alternancia política con la llegada de partidos diferentes al PRI al poder, como el PAN en 2000 y Morena en 2018.
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