25 Nov
Oposición al liberalismo: Carlismo
En 1830 nace Isabel II. Poco antes de nacer, su padre Fernando VII, viendo la posibilidad de que tuviera una hija, crea la Pragmática Sanción para abolir la Ley Sálica. Esta decisión genera un enfrentamiento con el hermano de Fernando VII, Carlos María Isidro de Borbón, quien ve cerradas sus posibilidades de reinar. El 29 de septiembre muere Fernando VII, dejando a Isabel II como heredera. Carlos María Isidro no lo acepta y publica el Manifiesto de Abrantes (1833), autoproclamándose rey con el nombre de Carlos V. Así se inicia un conflicto dinástico e ideológico.
Ideología Carlista
Carlos María Isidro y sus partidarios, contrarios al liberalismo, defienden:
- El absolutismo
- El integrismo religioso y los intereses de la Iglesia
- El foralismo: defensa del régimen foral y de los privilegios vascos y navarros.
El carlismo encuentra apoyo en la alta nobleza, altos mandos del ejército, alto clero, intelectuales y clases urbanas. Se configura, por tanto, como un conflicto entre absolutismo y liberalismo.
Las Guerras Carlistas
Se produjeron tres Guerras Carlistas:
Primera Guerra Carlista (1833-1840)
Se da durante la regencia de María Cristina y dura siete años. Consta de tres fases:
- 1833-1835: Los carlistas, al mando de Zumalacárregui, utilizan tácticas de guerrilla. Sin apoyos urbanos, son derrotados en la toma de Bilbao, donde muere Zumalacárregui.
- 1835-1837: Los carlistas lanzan ofensivas que los sitúan a las puertas de Madrid. Intentan crear sublevaciones sin éxito, al igual que fracasan en un segundo intento de tomar Bilbao. Son derrotados por Espartero en la batalla de Luchana en 1836.
- 1837-1839: Destaca el cansancio en esta fase, conocida como guerra de desgaste. Ante la ventaja de los isabelinos, los carlistas se dividen en dos facciones. Se firma el Convenio de Vergara (1839) entre Espartero y Maroto, que pone fin a la guerra. El acuerdo respeta los fueros vascos y navarros e incorpora el ejército carlista al isabelino.
Segunda Guerra Carlista (1846-1849)
Se produce durante la década moderada, al comienzo del reinado de Isabel II. Dirigida por el general Cabrera, termina con la derrota carlista.
Tercera Guerra Carlista (1872-1876)
Iniciada por Carlos VII tras el exilio de Isabel II en 1868, buscaba una alternativa al trono vacante. Los carlistas son derrotados por el general Martínez Campos. Con la Restauración de los Borbones en Alfonso XII, el carlismo pierde toda aspiración.
Las Regencias de Isabel II (1833-1843)
Regencia de María Cristina (1833-1840)
Condicionada por la Primera Guerra Carlista, busca el apoyo de los liberales. Confía primero en Cea Bermúdez, cuyo gobierno destaca por la división provincial de España. Obligada a despedirlo, nombra a Martínez de la Rosa, cuyo gobierno promulga el Estatuto Real de 1834. Posteriormente, recurre al progresista Mendizábal, impulsor de la desamortización eclesiástica. Le suceden Istúriz y Calatrava, bajo cuyo gobierno se promulga la Constitución de 1837, de corte progresista. Durante este periodo, Mendizábal lleva a cabo las grandes desamortizaciones eclesiásticas (1836).
Regencia de Espartero (1840-1843)
Destaca por el intento de recortar los fueros vascos y la anulación foral de Navarra. También por los intentos frustrados de militares de restituir a María Cristina y la disolución de las Cortes. Espartero bombardea Barcelona. Finalmente, se exilia y comienza el reinado de Isabel II.
Reinado de Isabel II (1843-1868)
Década Moderada (1844-1854)
Destaca el gobierno de Narváez, quien gobierna en diferentes periodos. Se promulga la Constitución de 1845, que establece la soberanía compartida entre el rey y las Cortes, una monarquía hereditaria, recortes de libertades y derechos individuales, y la división de poderes. Se crea la Guardia Civil en 1844, el Código Penal (1848) y se reforma el Código Civil. La crisis económica y el autoritarismo del gobierno llevan a la sublevación de 1854 y al Bienio Progresista.
Bienio Progresista (1854-1856)
Comienza con la Vicalvarada de 1854, liderada por los generales O’Donnell y Dulce. Sus demandas se recogen en el Manifiesto de Manzanares, redactado por Cánovas del Castillo. Destaca la Ley de Desamortización General de Pascual Madoz, que afecta a bienes comunales, propios y de la Iglesia. La Constitución de 1856, más progresista, nunca se aplicó.
Unión Liberal de O’Donnell (1856-1868)
Llega al poder el partido de la Unión Liberal. Época de auge económico con apoyo de la burguesía y los terratenientes. Destacan dos conflictos: el levantamiento campesino en Andalucía, debido a las desamortizaciones de Madoz, y el levantamiento frustrado del pretendiente Carlos VI. El gobierno termina por el fallecimiento de sus líderes (O’Donnell y Narváez), el deterioro económico y la inestabilidad política desde 1863. El periodo finaliza con el Pacto de Ostende en 1866, que busca destronar a Isabel II.
Sexenio Democrático (1868-1874)
Gobierno Provisional (Regencia de Serrano)
Se toman medidas como la libertad de culto, supresión de órdenes religiosas y reactivación de las desamortizaciones eclesiásticas. Se convocan elecciones a Cortes Constituyentes, donde vencen los partidarios de la monarquía parlamentaria. Se elabora la Constitución de 1869, que establece una monarquía constitucional, soberanía nacional, sufragio universal, sistema bicameral, separación de poderes, libertad de culto y amplio reconocimiento de derechos y libertades.
Regencia del General Serrano
Se nombra regente al general Serrano, con Prim como jefe de gobierno, para elegir un nuevo rey. Amadeo de Saboya es elegido. El gobierno de Prim destaca por la reorganización de la Hacienda pública (Figuerola), el establecimiento de la peseta y la creación de un nuevo Código Penal. Enfrenta levantamientos republicanos, revueltas campesinas y la guerra de Cuba.
Reinado de Amadeo I (1871-1873)
Amadeo de Saboya jura la Constitución de 1869 en un contexto tenso tras el asesinato de Prim. Se enfrenta a la oposición de republicanos, carlistas, la guerra de Cuba y la Iglesia. Abdica en 1873.
Primera República Española (1873-1874)
Se proclama la Primera República. Se enfrenta a la Tercera Guerra Carlista, la guerra de Cuba y el movimiento cantonal. Figueras, primer presidente, suprime impuestos y las quintas, y concede una amplia amnistía. Dimite por la falta de ingresos y los problemas del ejército. Pi i Margall, segundo presidente, elabora la Constitución federal de 1873, que no entra en vigor. El movimiento cantonal, originado en el campo, defiende la formación de cantones. Salmerón recurre al ejército para sofocarlo. Castelar, conservador y autoritario, provoca un golpe de Estado del general Pavía en 1874. Serrano forma un gobierno provisional y disuelve las Cortes. El descrédito de la república lleva a Cánovas del Castillo a proponer la restauración borbónica en Alfonso XII, proclamado rey en 1874, iniciando la Restauración.
Deja un comentario