13 Ago

Historiografía Romana

1. Características del Género

La Historia es el género narrativo por excelencia de la literatura romana. Para los romanos, como para los griegos, la Historia era materia literaria; la narración del acontecer histórico es, sin que el autor pretenda faltar a la verdad, un asunto artístico fuertemente influenciado por la Retórica. Con la Historia nace la prosa romana.

El hecho determinante para la adopción del género por los romanos fue el contacto con la cultura griega, a raíz de las conquistas y victorias militares de los siglos III-IV a.C.

En el origen de la historiografía romana fueron de gran importancia el respeto a las mores maiorum (las costumbres de los mayores) y la exaltación del pasado. Junto al sentimiento patriótico y el tradicionalismo, hay que mencionar un tercer rasgo que aparece en la historiografía romana: el realismo y el moralismo, reflejados en su interés por la conducta humana. Esto hace que la historiografía entre los romanos tenga una finalidad práctica.

2. Desarrollo Cronológico, Autores y Principales Obras

A) Precedentes de la Historiografía Romana

Las más arcaicas inscripciones en piedra y todo tipo de documento público o privado pueden ser considerados como precedentes de la Historiografía. Entre estos documentos destacamos:

  • Documentos públicos: Los annales que confeccionaba el pontifex maximus con los principales acontecimientos relacionados con la religión. Los commentarii de los magistrados, donde anotaban los sucesos relacionados con su cargo. Las actas del senado. Los tratados y las leyes de la ciudad.
  • Documentos privados: Los discursos de alabanza a los difuntos (Laudationes funebres). Las inscripciones fúnebres (tituli imaginum), en las que se detallaban las magistraturas desempeñadas y los hechos dignos de mención del difunto.

B) Época Republicana

a) Primeros Tiempos de la República (S. III-I a.C.):
  • LOS ANALISTAS (200-150 a.C.). Escribieron su obra en griego. Las obras de estos autores fueron tituladas Annales por registrar, a la manera de los annales pontificum, los hechos año por año. Solían empezar su obra con la fundación de Roma y continuar hasta su época. Tienen un gran valor documental.
  • Marco Porcio Catón (234-149 a.C.). Se le considera el verdadero fundador de la historiografía latina. Es el autor de la primera historia de Roma en latín, titulada Los Orígenes. Varió el tratamiento anual de los analistas y narró los hechos que tenían relación entre sí.
b) Finales de la República (S. I a.C.):
  • César (100-44 a.C.). Nació en Roma en el seno de una de las más nobles familias romanas, la Julia. Recibió una excelente formación literaria y se dedicó desde muy joven a la vida política, ocupando sucesivamente todos los cargos públicos del cursus honorum romano.

    Su producción literaria comprende Commentarii de bello Gallico (Comentarios sobre la guerra de las Galias) y Commentarii de bello civili (comentarios sobre la guerra civil). El título de commentarii alude a los informes o despachos militares enviados por su propia mano al Senado, así como a resúmenes y apuntes personales. Destaca en estas obras la pureza y elegancia de la lengua latina.

  • Salustio (86-35 a.C.). Nace en el seno de una familia acomodada. Ocupó diversos cargos públicos. De su producción histórica solo se conservan dos obras completas: Bellum Catilinae (la conjuración de Catilina) y Bellum Iugurthinum (La guerra de Yugurta), y una fragmentada Historiae.

    Desde el punto de vista estilístico se caracteriza por la tendencia a la brevitas.

  • Nepote (100-27 a.C.). Escribió una historia universal titulada Chronica y una colección de anécdotas denominadas Exempla, que no se ha conservado. Su obra más importante es De viris illustribus (sobre hombres ilustres), es el primer libro con carácter biográfico que se conoce.

C) Época Imperial

  • Tito Livio (59 a.C.-17 d.C.). Amigo personal de Augusto, permaneció alejado de la política y dedicó su vida a componer su monumental obra. Su gran obra es Ab urbe condita libri (desde la fundación de la ciudad hasta la muerte de Druso –año 9 a.C.–). Estaba formada por 142 libros de los que sólo han llegado hasta nosotros los libros del 1 al 10 y del 21 al 45. Su obra constituye un ejemplo de la concepción del género historiográfico como obra de arte por encima de todo.
  • Tácito (50 d.C.-120 d.C.) Recibió una excelente formación oratoria y se dedicó a la carrera forense. Su producción historiográfica está compuesta por dos obras menores de carácter monográfico: Agrícola y Germania y dos obras mayores: Anales (crónica de la historia de Roma de la dinastía Flavia) e Historias (abarca desde la muerte de Augusto hasta Nerón).
  • Autores del S. I d.C.: Valerio Máximo, Veleyo Patérculo y Quinto Curcio.
  • Autores del S. II d.C.: Suetonio escribió de viris illustribus, perdido, y su obra más famosa de vita XII Caesarum (vida de los doce Césares).
  • Época tardía: Del S. III-IV tenemos La Historia Augusta (treinta biografías de distintos emperadores desde Adriano a Diocleciano) de diferentes autores de la época.

    En el S. V triunfan los épitomes (resúmenes de obras anteriores), destacamos a Aurelio Victor, y los breviarios (síntesis personal de un autor a partir de obras anteriores) destacamos a Eutropio y su resumen de la historia de Roma desde su fundación.

    El último de los grandes historiadores paganos fue Amiano Marcelino (S. IV d.C.) escribió Res gestae (hazañas).

La Sátira en la Antigua Roma

Características Formales del Género

Designaba la palabra satura un plato variado o ensalada con diversos ingredientes mezclados; aplicado el término a la literatura se atribuyó a un tipo de representación, anterior al teatro, llamada sátira dramática por Tito Livio, que combinaba varios géneros: canto, danza, texto, acompañamiento. Más tarde se aplicó el término a un tipo de poemas de tema y metro variado practicado por Pacuvio y Ennio (S. III a.C.). No obstante, el sentido que le damos aquí es el que se desprende de la expresión de Quintiliano cuando manifiesta: satura tota nostra est (la sátira es totalmente nuestra), es decir, cuando hace alusión a un género originalmente romano que tiene como finalidad la crítica o invectiva ácida sobre personajes, situaciones e instituciones, caracterizado, en un principio, por la variedad de metros, pero a partir de Lucilio se fija el hexámetro como único verso.

En líneas generales se establece una distinción entre sátira menipea: que utilizó una mezcla de prosa y verso ya que tiene como referencia la figura de Menipo de Gádara (S. III a.C.) y la sátira hexamétrica: es la sátira genuinamente romana cuyo creador fue Lucilio y que a diferencia con la anterior utiliza un único esquema métrico: el hexámetro.

Desarrollo Cronológico, Principales Autores y Obras

La sátira como género literario surge en el último tercio del siglo II a.C. de la mano de Lucilio, al que se le considera el inventor de la sátira y el que fijará sus características formales y temáticas. Citamos a continuación los autores más representativos de este género:

  • Lucilio (180-102 a.C.). Es el creador de la sátira genuinamente romana, en verso hexamétrico. La invectiva, la crítica directa y agresiva se hacen presentes en los escritos de este autor y conformarán las características y rasgos distintivos de este género. De su obra han llegado a nosotros unos 1.500 versos, donde se observa la caricaturización y ridiculización de sus rivales políticos.
  • M. Terencio Varrón (116-27 a.C.). Compuso 150 libros de sátiras menipeas. Se conocen los títulos y unos 600 fragmentos.
  • Horacio (65-8 a.C.). Compone dos libros de sátiras que tituló sermones (conversaciones). Se reconoce heredero de Lucilio pero su obra reviste aspectos muy distintos. En primer lugar alterna el verso hexamétrico con el yámbico y en segundo lugar rebaja notablemente el tono de la crítica, se vuelve menos mordaz, menos agresivo, menos directo. La obra puede resultar un tanto monótona, aunque formalmente es de una gran perfección.
  • Sucesor de Horacio fue A. Persio Flaco, sus sátiras se reducen a poco más de 600 versos, que se caracterizan por un lenguaje y elaboración complicada. Ha sido considerado como un autor farragoso cuya obra es difícil de comprender.
  • El gran nombre propio en el campo de la sátira es Décimo Juvenal (55-130 d.C.). Su producción consta de dieciséis sátiras repartidas en cinco libros. En sus sátiras arremete contra todo y contra todos. Presenta la imagen de una sociedad degenerada, contra ello propugna una especie de limpieza moral de tipo nacionalista. Con Juvenal la sátira alcanza su máximo esplendor.

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