29 Ene
Fundamentos ideológicos
Un falangismo de conveniencia, es decir, una serie de principios provenientes del fascismo que son aceptados por necesidad del Régimen de la Falange. Un fundamentalismo religioso, donde el Régimen declara oficiales los principios de la iglesia católica. Un autoritarismo feroz que se aplica a todos los órdenes de la vida. Un fuerte componente de nacionalismo español, sin espacio para las autonomías. El nacionalsindicalismo, una mezcla de principios capitalistas y socialistas. La constitución de un partido único, la FET de las JONS, al que los funcionarios estaban obligados a afiliarse. Una democracia orgánica, en la cual el estado estaba formado por organismos como la familia, la iglesia y el ejército.
Desarrollo económico
El plan de estabilización (1957-1959)
Las dificultades económicas provocaron un cambio en la política económica del Régimen:
- Reducción del gasto excesivo del Estado y de los particulares.
- Desaparición progresiva de los controles del Gobierno sobre las actividades económicas.
- Apertura de la economía española a los mercados exteriores.
Los nuevos »tecnócratas» del Opus Dei tuvieron mucha importancia en este desarrollo.
La España del desarrollismo
A partir de 1961 se produjo un fuerte crecimiento económico, el llamado »milagro español». Este crecimiento se basó en la expansión industrial gracias a los sueldos bajos y la llegada de capitales extranjeros. El sector turístico fue el pilar de la economía. La balanza comercial era deficitaria, pero se compensaba por el turismo y las remesas de los emigrantes en Europa. A partir de 1963, el Gobierno intentó regular el crecimiento mediante los Planes de Desarrollo, copiados del modelo francés. Se establecieron objetivos económicos a cumplir cada tres años, aplicados en varias ciudades. Aunque no todos se lograron, España tuvo una de las tasas de crecimiento más altas del mundo. Inicialmente, Franco se opuso a la entrada en la CEE, pero los tecnócratas no pensaban igual y, en 1959, España solicitó formalmente su ingreso, siendo rechazada por temas políticos.
Exilio y Represión
La caída del »Cinturón de Acero» en Bilbao en 1937 marcó el fin de la guerra, aunque continuó hasta los Pactos de Santoña. Se establecieron dos bandos: los »vencedores» y los »vencidos», que se exiliaron o fueron reprimidos. Las consecuencias sociales en Euskadi fueron: procesos, fusilamientos, encarcelamientos, exilios y confiscaciones de bienes. La »gran represión» se intensificó al final de la guerra. Los maestros opuestos al Régimen fueron sustituidos, los medios de comunicación controlados, y el euskera y la simbología vasca prohibidos. Se suprimieron los Estatutos de Autonomía en las »provincias traidoras», manteniendo el Concierto Económico en Álava. Los años de posguerra fueron duros económicamente debido a la política autárquica. Políticamente, hubo esperanza por la evolución de la Segunda Guerra Mundial. La oposición vasca en el exilio se acercó a EEUU, mientras que en el interior destacó el Pacto de Bayona en 1945.
Características del Estatuto de Gernika
El Estatuto de Gernika, aprobado en referéndum en 1979, establece un sistema de gobierno parlamentario, donde el lehendakari debe tener la confianza del Parlamento Vasco, elegido por sufragio universal e integrado por 75 diputados. La autonomía vasca se fundamenta en la foralidad histórica, reconocida por la Constitución Española. El País Vasco obtiene un procedimiento de financiación especial basado en una actualización de los Conciertos Económicos. El Estatuto permite tener una policía propia, la Ertzaintza. Las Diputaciones Forales tienen atribuciones que a veces entran en conflicto con el Gobierno Vasco.
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