31 Ene

Nacionalismo e Ideología

El nacionalismo se ha convertido en una parte fundamental de la ideología que configura la nación mediante la movilización y el discurso. Este proceso está cambiando el concepto de nación, que ha pasado de referirse a un territorio a un espacio con una percepción política compartida y una identidad nacional reconocida. El nacionalismo demuestra cómo la realidad puede construirse a través de las palabras.

Inicialmente, se concebía a las naciones como entidades cosificadas, colectividades atemporales y homogéneas diferenciadas del exterior. Esto formaba una etnicidad con rasgos diferenciales que generaban una identidad colectiva en torno a intereses nacionales comunes. Algunas teorías sostienen que la nación es el resultado de las ideologías nacionalistas. Sin embargo, esto no es del todo preciso. Las naciones son el resultado de procesos sociales y políticos abiertos, no son meros datos o puntos de partida.

Muchos sociólogos consideran la reivindicación del autogobierno, de la autodeterminación o de la soberanía como uno de los núcleos del nacionalismo. No obstante, el nacionalismo va mucho más allá. Se trata de seleccionar elementos comunes como la lengua, la cultura, etc., para establecer un lazo de unión y poder referirse a aquellos que comparten dichos lazos como “ellos”, como un conjunto.

En su dimensión positiva, el nacionalismo forja políticamente un conjunto de individuos como un sujeto colectivo con una historia y un pasado compartido. En su dimensión negativa, crea la figura del “otro” al buscar la oposición con otras naciones.

En los nacionalismos, la lealtad a la nación prevalece sobre el resto de valores. La humanidad se divide en grupos culturales, se diferencia el “nosotros” del “ellos”, se exige un Estado propio y se relaciona la libertad y la paz mundial con la independencia de las naciones.

Nacionalismo y Movilización Política

La ideología nacionalista se caracteriza por tener una doble faz: combina intereses y lazos afectivos a la vez que prioriza unos intereses sociales y materiales a favor de unos y en detrimento de otros. Los elementos emotivos, los sentimientos y las lealtades son el principal lazo de unión. Los procesos de construcción nacional consisten en la creación de vínculos entre las élites y las masas que cristalizan en una comunidad nacional. El nacionalismo aúna dos puntos de partida: la etnicidad (raza, lengua, historia, etc.) y la orientación política compartida. Por ello, la génesis de identidades nacionales es un factor decisivo de la politización de los intereses materiales, como el de clase.

Contrastado el conjunto de valores, mitos, tradiciones, etc., se forma la nación, que es un fenómeno de masas.

El problema es que del nacionalismo surge una frustración motivada por la idea de que toda nación debe tener su propio Estado. El error radica en el concepto de nación y sus límites. Además, el nacionalismo genera una identidad colectiva que a veces aúna y otras es disgregadora. Se basa en la agregación de elementos diacríticos como la lengua o la historia, y en mitos y símbolos. Estos dos últimos generan ambigüedad y dan lugar a conflicto.

Los marcos interpretativos nacionalistas no reflejan ni expresan una realidad objetiva nacional preexistente; son estrategias retóricas, instrumentos de construcción de la diferencia etnonacional (seleccionan unos objetivos políticos y dejan otros, cogen unos rasgos diferenciadores e ignoran otros). Por ello, un discurso nacionalista es más movilizador cuanto más sentimental, emocional y radicalizado sea. No obstante, el exceso de radicalización puede suponer pérdida de apoyos políticos, por lo que es necesario encontrar un punto medio.

El nacionalismo actúa a través de:

  • Objetividad empírica
  • Responsabilidad moral
  • Dotación de sentido (fusión del propio destino con el de la nación, lealtad, etc.)

Además, las estrategias retóricas de la ideología nacionalista buscan la construcción nacional y la movilización política a través de tres tareas decisivas plasmadas en tres marcos:

  • Marco de diagnóstico: Identifica realidades problemáticas y busca la solución frente al “mal nacional”. Se buscan culpables responsables con rasgos negativos que pueden estar dentro o fuera de la nación. Esto es decisivo, ya que coloca como antagonistas a otras naciones o minorías nacionales.
  • Marco de pronóstico: Muestra un plan que pasa por la exigencia de la autodeterminación, soberanía y secesión. En este marco se presenta al salvador, al protagonista que representa los intereses de la nación.
  • Marco de motivación: Son los estímulos para la movilización como, por ejemplo, la dramatización del problema.

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