25 Dic

Iglesia de San Martín de Frómista: Un Viaje al Corazón del Románico

Exterior

La apariencia exterior de la Iglesia de San Martín de Frómista es característica del periodo románico en que fue construida. Sobre sus naves, de escasa altura, destacan el cimborrio octogonal sobre el crucero y las dos torres cilíndricas a ambos lados de la fachada principal. Las tres naves, con bóveda de cañón, tienen distinto volumen (la central es más ancha y alta que las dos laterales), y terminan en tres ábsides circulares.

Desde el exterior se advierten sus muros sólidos, con escasos ventanales coronados por arcos de medio punto situados en los ábsides y en los laterales del templo. A lo largo de todas las fachadas, a modo de cornisa, se extiende un adorno ajedrezado de piedra a diferentes alturas. Además, bajo los aleros de las puertas y tejados se encuentran más de 300 pequeños canecillos, con figuras similares a gárgolas, representando animales, seres humanos y seres mitológicos o fantásticos. Sobre la puerta principal se sitúa un crismón de seis brazos, de dudosa antigüedad.

La iglesia presenta cuatro entradas, una en cada una de sus fachadas, aunque sólo dos permanecen útiles: la de la fachada principal, la más ricamente adornada de todas, y la de la portada sur (actual puerta de entrada al público). La puerta de la fachada norte aparece tapiada.

Además, en la foto de la vista de la fachada principal de San Martín de Frómista, se puede ver (aguzando mucho la vista) la figura de un pollo colocada como si fuese una gárgola. Está situada en la punta de la torre izquierda.

Interior

La iglesia de San Martín presenta una planta basilical, formada por tres naves de distinto tamaño separadas por pilares compuestos. La nave principal o central es más ancha que las dos laterales, y las tres culminan en ábsides semicirculares. En el caso de esta iglesia, la planta basilical está combinada con la forma de cruz latina, con el cimborrio octogonal situado sobre el crucero.

Los ábsides albergan diversas esculturas medievales, entre las que destaca un Cristo del siglo XIII, que corona la nave central.

Decoración

El interior de la iglesia, aunque en general sobrio, presenta algunos elementos decorativos de interés. Destacan los capiteles que coronan cada una de las columnas (algunos de ellos, reconstrucciones modernas de los originales), con imágenes vegetales, animales o narrativas. Entre ellos merece la pena observar con detenimiento los dedicados a la historia de Adán y Eva, o a la fábula de «La zorra y las uvas».

Por otra parte, la repisa ajedrezada que se observa en el exterior recorre igualmente el interior, a diversas alturas.


La peregrinación era un medio para conseguir el perdón de los pecados o para cumplir una penitencia impuesta tras cometer un pecado grave.

Había pequeñas peregrinaciones locales y regionales en las que los creyentes se desplazaban a lugares cercanos, como iglesias y monasterios o a lugares que habían sido visitados por algún santo o había reliquias. Pero también existían grandes peregrinaciones, como las que se dirigían a Roma, Jerusalén o Santiago de Compostela, que marcaron la vida religiosa de muchos cristianos. Además, fueron una manera de transmitir la cultura y de avivar la economía.

Los grandes movimientos artísticos, como el románico, se extendieron por Europa a través de los caminos trazados por los peregrinos. Muchas pequeñas ciudades crecieron gracias a los peregrinos que transitaban y compraban sus productos, de modo que se avivó el comercio.

La mayor peregrinación que podía realizar un cristiano era la de Jerusalén, que llevaba a Tierra Santa, a los lugares donde Jesús vivió y enseñó. Esta visita otorgaba al peregrino el perdón de todos sus pecados.

Finalidad escultura pintura.

La función del arte no era meramente estética, sino que tenía una finalidad más elevada: la didáctica. El nivel cultural de la época era muy bajo y solo conocían los textos de la predicación oral y por esta visualización en los templos, que eran considerados como biblias en piedra. La mentalidad de la época estaba muy influenciada por el fin del primer milenio, con el que se asociaba el fin del mundo y el juicio final, con los castigos que llevaba aparejados para los pecadores.

Se utilizan las representaciones para que los fieles contemplen en las imágenes los acontecimientos religiosos. Las imágenes más comunes tienen relación con los pasajes bíblicos como el apocalipsis, también representan a Dios padre, hijo, la virgen.

Por otro lado, el hombre no tiene valor individual ya que está sometido a la voluntad divina, este se representa como género o especie. Asimismo, el artista no tenía más consideración que la de un simple trabajador, artesano o zapatero.

Deja un comentario