07 Abr

El Imperio Español en los Siglos XVI y XVII: Auge, Desafíos y Transformaciones

El Imperio Español, durante los siglos XVI y XVII, experimentó un período de expansión, conflictos y eventual declive. A continuación, se exploran los reinados de Carlos I y Felipe II, así como la crisis del siglo XVII y las reformas propuestas por el Conde-Duque de Olivares.

Carlos I (Carlos V del Sacro Imperio Romano Germánico)

Carlos I heredó un vasto imperio compuesto por:

  • Corona de Castilla: (Reino de Navarra y América) a través de los Reyes Católicos (sus abuelos maternos).
  • Corona de Aragón: (Aragón, Cataluña, Valencia, Cerdeña, Reino de Nápoles y Sicilia) también por parte de los Reyes Católicos.
  • Países Bajos y el Franco Condado: por parte de María de Borgoña (su abuela paterna).
  • Territorios patrimoniales de Austria: (Sacro Imperio Romano Germánico) desde 1519, heredados de Maximiliano I (su abuelo paterno). Ese mismo año fue elegido emperador, como Carlos V, sucediendo a su abuelo Maximiliano.

Este gran imperio presentaba dos inconvenientes:

  • Gran vulnerabilidad: Estaba compuesto de territorios muy dispersos, susceptibles a ataques en numerosos frentes.
  • Dificultad de gobierno: Cada territorio tenía sus propias leyes e instituciones.

En 1516, Carlos I llegó a España desde los Países Bajos, donde se había criado. En 1515, heredó Borgoña y los Países Bajos, y luchó por el título de emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Intentó integrar estos territorios sirviéndose de la religión y de la idea de una monarquía universal.

Carlos I enfrentó varios conflictos:

  • Guerra contra Francia: Por el control del norte de Italia.
  • Lucha contra el Imperio Otomano: Para frenar su expansión.
  • Expansión del protestantismo: Que rompió la unidad de la Iglesia Católica.

La Paz de Augsburgo (1555) puso fin a la lucha entre los príncipes alemanes y Carlos V, concediéndoles la libertad religiosa. El fracaso ante los protestantes llevó a Carlos V a renunciar al poder, dividiendo sus posesiones entre su hermano (que ostentaría el título imperial) y su hijo Felipe (que recibió los reinos peninsulares y otras posesiones europeas).

Felipe II

Felipe II heredó todos los territorios de Carlos I, excepto los que pertenecían al Imperio de los Habsburgo. Tras la muerte del rey de Portugal en 1580, forzó su designación como nuevo rey de este país. Con la incorporación del imperio portugués, la monarquía hispánica alcanzó su máxima extensión.

Felipe II se enfrentó a:

  • Sublevación de los moriscos: En las montañas de las Alpujarras granadinas. Aunque se habían convertido al cristianismo, recibían presiones para abandonar sus costumbres y su lengua. Fueron vencidos y expulsados desde Granada hacia Castilla.
  • Revueltas en Aragón: Sofocó una revuelta de aquellos que consideraban que no respetaba sus leyes y fueros.

Por la Paz de Cateau-Cambrésis (1559), Francia renunció a reclamar sus derechos sobre Italia, y el Imperio alemán ya no incumbía a la monarquía hispana.

Problemas durante el reinado de Felipe II

  • Sublevación de los Países Bajos (1568-1648): Un conflicto prolongado y costoso.
  • Guerra contra Inglaterra (1585-1604): El ascenso al trono de Isabel I en 1558 marcó el inicio de una rivalidad creciente. Inglaterra, en expansión demográfica y económica, competía con España en el comercio colonial. En 1588, Felipe II intentó invadir las Islas Británicas con la Gran Armada (o Armada Invencible), pero la campaña terminó en un fracaso. La paz con Inglaterra no sería posible hasta 1604, tras la muerte de Isabel I, en el reinado de Felipe III.
  • Amenaza turca en el Mediterráneo: Los dominios de Felipe II en Italia obligaban a estar vigilante ante la expansión turca. La monarquía hispánica, Venecia y la Santa Sede formaron en 1570 la Liga Santa y organizaron una flota que se enfrentó a los turcos en las costas griegas de Lepanto (1571), una victoria que frenó el avance turco, pero no supuso su derrota definitiva ni el fin de la piratería musulmana en el Mediterráneo.

El Conde-Duque de Olivares y las Reformas de Felipe IV

Gaspar de Guzmán, Conde-Duque de Olivares, asumió el papel de valido del joven rey Felipe IV. Sus principios fundamentales eran:

  • La «reputación»: Exigía volver a la tradición imperial de prestigio y recuperar el protagonismo en el exterior.
  • La «reformación»: Ambiciosos proyectos cuya finalidad última era fortalecer la monarquía y evitar su decadencia.

La población recibió mal sus proyectos de reforma.

Proyectos de Reforma

  • Banco estatal (red nacional de erarios): Los erarios pagarían un interés a quienes depositaran su dinero y lo prestarían a la Corona. Para constituir la red, todos los súbditos cuya fortuna superase una cierta cantidad (2.000 ducados) debían aportar capital fundacional. Las Cortes aceptaron el aumento de un impuesto sobre productos de primera necesidad. Este proyecto innovador fracasó y se sustituyó por un recurso tradicional de efectos limitados.
  • Unificación jurídica e institucional de la monarquía: Olivares buscaba la unificación bajo unas mismas leyes e instituciones. Se plantearon tres vías: fomentar los matrimonios entre naturales de Castilla y de otros territorios, conceder beneficios y dignidades en Castilla a los originarios de otros reinos. Este proyecto político no se intentó siquiera, la primera vía era demasiado complicada y lenta; y las otras dos, arriesgadas.
  • Ejército nacional permanente (Unión de Armas): La Unión de Armas era un ejército permanente integrado por 140.000 hombres reclutados de todos los reinos de la monarquía, capaz de atender hasta siete frentes simultáneos. Los objetivos eran: crear un ejército poderoso y eficaz, distribuir el coste de la guerra entre todos los territorios y fortalecer lazos de solidaridad. A Castilla le correspondía una aportación de hombres solo tres veces superior a la de Cataluña, cuando tenía una población quince veces mayor. El proyecto fracasó por la oposición de las Cortes de la Corona de Aragón.

La Crisis del Siglo XVII en España

Los factores específicos de la crisis española fueron el descenso demográfico y el agotamiento económico debido a las continuas guerras.

Crisis Demográfica

  • Grandes epidemias: Afectaron a toda Europa, con tres oleadas principales: la del cambio de siglo (1597-1602), la más letal; la de mediados de siglo (1647-1652), en Levante y Andalucía; y la de finales de siglo (1676-1685), en las mismas zonas que la anterior, más prolongada, pero menos mortífera.
  • Expulsión de los moriscos (1609-1611): Afectó principalmente a Valencia y Aragón.
  • Guerras constantes: Aumentaron la mortandad.
  • Dificultades económicas: Incrementaron la emigración y disminuyeron la natalidad, reduciendo el número de matrimonios por falta de recursos y aumentando el número de clérigos como medio de subsistencia.

Crisis Económica

  • Endeudamiento de la Corona: Disminuyó el volumen de metales preciosos que llegaban de América, y la Hacienda Real quebró en seis ocasiones entre 1607 y 1678.
  • Caída de la producción agraria: Debido a la disminución de la mano de obra campesina.
  • Disminución de la ganadería bovina: Incluyendo la trashumante.
  • Crisis de la industria textil castellana.
  • Acaparamiento por extranjeros del comercio con América: A través de agentes españoles.

Repercusiones Sociales de la Crisis

  • Aumento numérico de la nobleza: Consecuencia de las ventas de títulos. El descenso demográfico y la crisis agraria provocaron una disminución de las rentas señoriales, obligando a la nobleza a endeudarse para mantener su tren de vida.
  • Crecimiento del número de religiosos: Ingresar en el clero era una buena solución en tiempos de dificultades económicas.
  • Aspiración de la burguesía: Abandonar sus negocios e invertir sus beneficios en tierras, señoríos y rentas fijas.
  • El campesinado: Fue el sector social más afectado por la crisis económica, viéndose forzado a endeudarse y, con frecuencia, perdiendo sus tierras y teniendo que emigrar.

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