14 Oct

Impresiones e Ideas en el Empirismo de Hume

Noción 1: Impresiones e Ideas

Hume considera que las percepciones son los elementos del conocimiento y distingue dos tipos: impresiones, o conocimiento que nos proporcionan los sentidos en el presente, e ideas de impresiones que hemos tenido en el pasado. Por tanto, las ideas provienen de las impresiones, y a toda idea le corresponde una impresión.

Las impresiones son percepciones que se distinguen de las ideas por el mayor grado de fuerza con que inciden en la conciencia. Características de las impresiones: son vivaces, intensas y se presentan de forma involuntaria; son simples e independientes; y son originarias, ya que carecen de precedentes. Hume clasifica dos tipos de impresiones:

  • Impresiones de sensación: Surgen sin ninguna percepción antecedente. Son las primeras percepciones y preceden a todas las demás. Hipotéticamente, pueden surgir del objeto o pueden ser creadas por la mente. Ejemplos: ver un color o oír el sonido de un silbato.
  • Impresiones de reflexión: Proceden, o bien de alguna impresión original de sensación (la impresión de dolor me provoca tristeza), o bien de una idea derivada de impresiones de sensación (la idea de la muerte me provoca tristeza). Son sensaciones internas que surgen al reflexionar sobre las sensaciones externas.

Las ideas, por el contrario, son copias de las impresiones y proceden de ellas. Son débiles y no amplían nuestro conocimiento. Hume sostiene, al igual que Locke, que la mente es un papel en blanco en el que la experiencia escribe la información que el pensamiento utiliza después. Por tanto, no existen las ideas innatas. Pueden clasificarse en simples y complejas:

  • Simples: la copia de una impresión simple.
  • Complejas: el resultado de la combinación de unas con otras, a través de las leyes de asociación, que son: ley de semejanza (la idea de una figura nos lleva a pensar en el original); la de contigüidad en el tiempo o en el espacio (una habitación nos hace pensar en el edificio entero) y la de causa y efecto (una herida nos lleva a pensar en el dolor que le sigue).

Son «fuerzas suaves»; si en nuestra mente aparece la idea «A», es probable que aparezca después la idea «B», pero no es necesario. Estas conexiones son consecuencia de la imaginación, no de la razón.

La relación entre impresiones e ideas constituye el principio de la copia. Esta tesis empirista marca a la experiencia como el límite del conocimiento. Las impresiones son el tribunal de la experiencia ante el que comparecen las ideas para ser aceptadas como válidas.

Noción 2: Límites del Pensamiento y Principio de Copia

Hume distingue dos tipos de conocimiento: relaciones de ideas y conocimiento de hechos. El primero es el conocimiento que no se refiere a hechos, sino a la relación entre ideas. Son la lógica y las matemáticas, cuyas afirmaciones son ciertas de modo demostrativo, sin necesidad de referirse a hechos. Estos juicios son analíticos, en los cuales el predicado explica lo implícito en el sujeto. El conocimiento de hechos es el conocimiento referido a impresiones. Comprobamos su verdad recurriendo a la experiencia. Hume introduce un criterio acerca de la verdad de nuestras ideas: una idea es verdadera si podemos señalar la impresión de la que procede; en caso contrario, estaremos ante una ficción. Nuestros conocimientos están limitados por las impresiones. El conocimiento de hechos se expresa en juicios sintéticos. El predicado amplía la información que aporta el sujeto.

El principio de copia será el criterio empirista de conocimiento: es legítima solo aquella idea que tenga su base en una impresión; en caso contrario, será ilegítima. Hume utiliza esto para examinar la metafísica.

Este criterio resume la tesis esencial del empirismo: solo se puede conocer lo que se puede percibir. Utilizando este criterio, Hume criticará conceptos como la idea de Dios, del alma, del yo como substancia, etc. La experiencia es el límite del conocimiento, y Dios, el yo y el mundo se encuentran más allá de ella. En definitiva, el principio de la copia es usado por Hume en doble sentido:

  • En sentido descriptivo: toda idea tiene su origen en alguna impresión. Con esto, Hume explica lo que podemos pensar.
  • En sentido normativo: toda idea verdadera debe apoyarse en su impresión correspondiente. Las ideas que no provengan de la experiencia deberán rechazarse. En este sentido, Hume evalúa los pensamientos que debemos aceptar.

El empirismo no solo concierne al origen del conocimiento, sino también a sus límites. Por lo tanto, la metafísica, al tratar temas más allá de la experiencia, carece de sentido. Así pues, la experiencia es el origen y también el límite de nuestro conocimiento.

En cuanto a lo que puede ser conocido, los empiristas difieren: Locke acepta la posibilidad de conocer realidades más allá de la experiencia, como el alma, Dios y la existencia del mundo material. Hume argumenta que, si seguimos la experiencia como criterio de verdad hasta su conclusión, solo podemos estar seguros de nuestras propias percepciones, lo que nos lleva a negar la posibilidad de conocer el mundo físico, Dios y el alma humana, adoptando una perspectiva fenomenista.

Experiencia y Conocimiento a Priori

Para los empiristas, la experiencia equivale a impresiones sensibles. A eso, Kant le llama intuiciones empíricas, pero la experiencia es un conjunto de las intuiciones empíricas y las formas a priori o intuiciones puras. La experiencia es más compleja: es percibir objetos, y el objeto existe en tanto que estructurado por los conceptos puros. Cuando formulamos un juicio, lo hacemos a través de las categorías. Dice Kant que la exposición es un tipo de conocimiento que requiere entendimiento.

Los objetos de conocimiento se adaptan a nuestras categorías, que funcionan como reglas a priori.

Según Kant, las matemáticas son ciencias a priori basadas en intuiciones puras de la realidad. La aritmética se ocupa del tiempo y la geometría del espacio. Aunque las matemáticas no sean metafísica, se parecen. No hay una intuición empírica, pero es un conocimiento válido porque incluye las intuiciones puras de la sensibilidad. No se refiere a nada en concreto, pero es aplicable. Frente a la física, que sí es una ciencia empírica y cuyos conceptos se aplican a intuiciones empíricas. Sus juicios siempre son a posteriori, basados en su experiencia concreta, pero tienen un contenido a priori que lo dan las formas puras de la sensibilidad y el entendimiento. Los juicios de la experiencia son sintéticos a priori, basados en las categorías de substancia, causa y reciprocidad.

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