06 Ene

Causas de los Movimientos Independentistas en América Española

  • Los españoles y los criollos constituían la élite de la América española. La minoría criolla era el grupo económicamente más poderoso, pero estaba descontenta porque los españoles dirigían la política y la recaudación de impuestos y controlaban el comercio.
  • Las ideas del liberalismo y nacionalismo que se difundieron fueron la base ideológica del movimiento emancipador, se le sumaron los ejemplos de la independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa.
  • Los intereses del Reino Unido, que deseaba la independencia de las colonias españolas para poder comerciar libremente con ellas.

Fases de la Independencia

De 1808 a 1815

En 1810 se crearon Juntas en varios territorios americanos que proclamaron su independencia. Trataron de establecer relaciones diplomáticas con el Reino Unido y promulgaron Constituciones. El regreso de Fernando VII al trono supuso la restauración del poder español en América. España recuperó los territorios, menos Río de la Plata.

De 1816 a 1824

El movimiento comenzó en Argentina bajo el liderazgo del general San Martín, proclamó la independencia de este territorio en 1816, derrotó a los ejércitos realistas en Chacabuco y Maipú, lo que originó la independencia de Chile en 1818. En el norte, Simón Bolívar consiguió la independencia de Colombia en 1819 y creó la República de la Gran Colombia, formada por las actuales Colombia, Panamá, Venezuela y Ecuador, que pervivió hasta su muerte. Durante el Trienio Liberal, Bolívar y San Martín atacaron Perú desde el norte y el sur y lograron su independencia en 1824. México logró su independencia en 1821 de la mano del general conservador Agustín de Iturbide. Bolivia se independizó en 1825 y Uruguay en 1828.

El Triunfo del Liberalismo en España

María Cristina se alió con los moderados, pero los progresistas populares y el motín de la Granja (1836) la obligaron a entregar el gobierno a los progresistas, que tomaron medidas para acabar con el Antiguo Régimen, como la desamortización promovida por el ministro Mendizábal en 1836 y la promulgación de la Constitución de 1837. En 1840, María Cristina dimitió por sus enfrentamientos con los progresistas y asumió la regencia el general Espartero, un militar progresista que había logrado grandes éxitos contra los carlistas. Espartero gobernó de forma autoritaria, lo que le granjeó la oposición de moderados y progresistas. La regencia acabó tras la sublevación de 1843 liderada por el general Narváez. Isabel II fue proclamada reina con 13 años.

La Década Moderada (1844-1854)

Isabel II encargó el gobierno solo a los moderados. El general Narváez presidió varios gobiernos. En 1845 promulgó una Constitución que establecía la soberanía compartida entre el rey y las Cortes, elegidas por un sufragio muy restringido (0,8% de la población). Se limitaron algunos derechos, como la libertad de prensa. El Estado se organizó de forma centralista. Los códigos civil y penal y la reforma fiscal igualaron las leyes y los impuestos en todos los territorios. La política ultraconservadora del gobierno condujo a la radicalización de los progresistas y a la escisión de los demócratas, que defendían el sufragio universal masculino, y de los republicanos, que deseaban la proclamación de la república. En 1854, el pronunciamiento de Vicálvaro dirigido por O’Donnell puso fin a esta etapa.

El Bienio Progresista (1854-1856)

Durante el Bienio Progresista hubo una gran actividad legislativa: la Ley de Ferrocarriles, una Constitución que no llegó a ser promulgada y la desamortización de Madoz de bienes de la Iglesia y de los ayuntamientos. La crisis económica, los conflictos y las luchas hicieron que en 1856 la reina encargara la formación del gobierno a O’Donnell.

Moderados y Unionistas (1856-1868)

O’Donnell había creado en 1854 la Unión Liberal, un partido centralista que alternó en el gobierno con los moderados hasta 1868. Fue un periodo de cierta estabilidad, pero la crisis económica se acentuó y desde 1866 los progresistas y los demócratas empezaron a conspirar para derrocar a Isabel II.

El Final del Reinado de Isabel II

  • Se produjeron revueltas en el campo y las ciudades causadas por los problemas económicos.
  • Los progresistas, republicanos y demócratas eran excluidos del poder y rechazaban el conservadurismo de los gobiernos.
  • Tanto la burguesía como los militares se distanciaron del régimen debido al autoritarismo del gobierno.
  • La reina era cada vez más impopular.
Progresistas, demócratas y republicanos firmaron el Pacto de Ostende, en el que acordaron derrocar a Isabel II y democratizar la vida política española.

La Revolución de 1868

En 1868 se produjo un pronunciamiento para deponer a Isabel II, liderado por los generales Serrano y Prim. Se crearon juntas revolucionarias para controlar las ciudades y las provincias. Esta revolución, conocida como La Gloriosa, triunfó rápidamente y la reina se vio obligada a abandonar España. Tras derrocar a la reina, se constituyó un gobierno provisional presidido por Serrano, que convocó elecciones a Cortes Constituyentes. Aprobaron la Constitución de 1869, el primer texto democrático de la historia de España. La monarquía se mantuvo como forma de gobierno y Serrano fue nombrado regente hasta que se eligiera un rey.

La Monarquía de Amadeo I (1871-1873)

Las Cortes eligieron rey a Amadeo de Saboya. Amadeo I fue un rey democrático, pero tuvo que hacer frente a la oposición de los monárquicos, la Iglesia y los republicanos. Parte de la población lo rechazó por ser extranjero. Estallaron una guerra en Cuba y una nueva guerra carlista. Incapaz de superar estas dificultades, abdicó.

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