27 Jun
Infección Urinaria Alta
Sus síntomas y signos característicos son fiebre, habitualmente con escalofríos, dolor en el flanco o en la región lumbar, y hasta un tercio de los pacientes tienen también síntomas urinarios bajos.
En los ancianos las manifestaciones clínicas mencionadas pueden estar ausentes y ser reemplazadas por náuseas, vómitos y, a veces, alteraciones del estado mental.
SEGÚN SU COMPLEJIDAD
Bacteriuria Asintomática
Es la presencia de más de (10)5 UFC/ml de orina en ausencia de síntomas. Puede encontrarse en el 5% de las mujeres jóvenes sanas y es rara en hombres menores de 50 años.
Es una condición relativamente común y benigna, sin expresión clínica, que aparece acompañada por leucocituria. Hay un alto riesgo de complicaciones graves derivadas de la bacteriuria asintomática, como en embarazadas, receptores de trasplante renal, pacientes neutropénicos y los que han sido sometidos a cirugía urológica o protésica.
Infección Urinaria No Complicada o Benigna
Es la infección alta o baja que ocurre en la mujer adulta, no embarazada, sin alteración anatómica ni funcional del aparato urinario. Esta es la forma más frecuente de IU. Sus variedades clínicas son:
- Cistitis aguda en mujeres jóvenes: se presenta con síntomas agudos de disuria, polaquiuria y dolor suprapúbico. Una mujer joven sexualmente activa con disuria aguda puede ser portadora de una cistitis aguda o una uretritis aguda debida a Chlamydia trachomatis, Neisseria gonorrhoeae, virus herpes simple. La vaginitis por Candida o Trichomonas vaginalis puede confundirse por las manifestaciones clínicas con la cistitis aguda.
- Cistitis aguda recurrente en mujeres: la mayoría en las mujeres sanas son reinfecciones.
- Pielonefritis aguda en mujeres: presencia de fiebre (> 38 °C), escalofríos, dolor en el flanco, náuseas, vómitos y dolor en el ángulo costovertebral. Además, suele asociar los síntomas de la cistitis.
Infección Urinaria Complicada
Se presenta como una IU alta asociada, caracterizada por fiebre (> 38 °C), escalofríos, dolor en el flanco y dolor en el ángulo costovertebral y síntomas de cistitis. Además de los síntomas y signos clásicos de cistitis y de pielonefritis, la IU complicada puede tener síntomas inespecíficos como debilidad, irritabilidad, náuseas, cefalea, dolor lumbar o abdominal. En algunos casos se manifiestan como abdomen agudo y plantean el diagnóstico diferencial con patologías quirúrgicas. Esta forma de IU aparece acompañada por leucocituria y bacteriuria.
Un recuento de colonias > (10)3 UFC/mL es suficiente para el diagnóstico, excepto cuando el cultivo se obtiene a través de la sonda vesical, caso en el cual > (10)2 UFC/mL se considera evidencia de infección.
Las mujeres posmenopáusicas tienen bajos niveles de estrógenos, que conducen a la colonización de la vagina por el lactobacilo con el consiguiente aumento del pH vaginal y facilitan la adhesión de los patógenos al uroepitelio, fenómenos que favorecen la infección.
SEGÚN SU RECURRENCIA
Existen 2 tipos de infección recurrente:
- Recaída: es la IU con el mismo microorganismo que aparece hasta 3 semanas después de completado el tratamiento, y significa falla para erradicar la infección. Se asocia con patología renal cicatrizal, litiasis, quistes, prostatitis, nefritis intersticial crónica e inmunocompromiso.
- Reinfección: es la aparición de una nueva IU por otro germen, después de 7 o 10 días de haber sido erradicada la anterior. Esta forma representa el 80% de las infecciones recurrentes.
La IU recurrente es multicausal. Los gérmenes pueden presentar resistencia bacteriana natural, como la de Proteus a los nitrofuranos o la del estafilococo a las cefalosporinas de primera generación. La resistencia adquirida puede ser por mutantes resistentes o por transferencia extracromosómica.
DIAGNÓSTICO
El análisis de orina con un sedimento inflamatorio expresado por leucocituria (> 5 por campo), piuria y bacteriuria (1 a 10 bacterias por campo de 400 x) y la presencia de cilindros leucocitarios, certifica el diagnóstico de IU alta.
El urocultivo. Para su realización se recomienda utilizar la primera orina de la mañana, dado que se optimiza un mejor recuento bacteriano, y recolectar el chorro medio de la micción, previa higiene genital para evitar la contaminación de la uretra.
NEFRITIS TUBULOINTERSTICIAL
DEFINICIÓN
La nefritis tubulointersticial (NTI), se caracteriza por el compromiso del intersticio renal, los túbulos y los vasos sanguíneos. Se presentan dos formas posibles:
- Nefritis tubulointersticial aguda (NTIA).
- Nefritis tubulointersticial crónica (NTIC).
NEFRITIS TUBULOINTERSTICIAL AGUDA
El daño renal se relaciona con las infecciones, la toxicidad por medicamentos y, actualmente, el consumo de drogas. La NTIA usualmente ocurre en aquellos pacientes que presentan una base alérgica de tipo idiosincrásica, la cual es independiente de la dosis del medicamento utilizada. Sus síntomas son inespecíficos y requiere el diagnóstico anatomopatológico a través de la biopsia renal.
Etiología
Las NTIA más frecuentes son causadas principalmente por fármacos y por agentes infecciosos. Entre los primeros se hallan los antibióticos, los analgésicos y otro amplio grupo de medicamentos.
Las causas infecciosas pueden ser bacterianas, virales y por otros agentes. También se presentan NTIA, en menor grado, en enfermedades sistémicas autoinmunes como LES, sarcoidosis, enfermedad de Sjögren, uveitis, vasculitis con anticuerpos anticitoplasma de los neutrófilos (ANCA) positivos. En patologías malignas, como las enfermedades linfoproliferativas y las discrasias de células B, se han descrito lesiones de NTIA.
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