01 Nov
Deporte y Estructura Social
La desigualdad en la práctica deportiva se produce con mayor probabilidad cuando:
- Menor es el nivel socioeconómico de la persona.
- Menores son los niveles de equipamiento deportivo.
- Más se valoran subjetivamente los aspectos positivos del deporte.
- Más intensas y estrechas son las relaciones sociales que tienen lugar en el entorno deportivo.
Ejemplos:
- Deportes de “ricos” y “pobres”.
- En el campo “hay clases”.
- Deportes y clubs de “ricos” y “pobres”.
- En el campo frente al enemigo (desigualdad social).
Moda, Adorno y Sexualidad
Las propiedades de los adornos, el tacto de la ropa o el olor de la piel, están vinculados a los placeres corporales y erotizados, incluso fetichizados.
- Los adornos embellecen el cuerpo, le infunden sexualidad. La desnudez no es sexy.
- Al esconder el cuerpo, la ropa excita la curiosidad sexual y crea el deseo de quitarla.
Voyerismo y Exhibicionismo
- Chicos: desarrollan el deseo de mirar.
- Chicas: desarrollan el deseo de ser miradas y de estar sexys, suele naturalizarse.
El poder vestir se enfoca a la sexualidad, en su control para poder adquirir autoridad, respeto y poder en el trabajo. Esto ocurre con los uniformes.
- Lo femenino y lo sexual no se puede separar, y el traje femenino es una combinación de ambos.
- Los cuerpos femeninos son una desventaja en el trabajo, se asocia a la sexualidad.
Fetichismo
Es la conexión de adorno y sexualidad: los objetos se convierten en el centro de excitación sexual.
Travestismo
Empieza con un fetichismo de la ropa interior femenina y evoluciona a querer ponerse la ropa.
- Travesti: fetichista que obtiene placer llevando la ropa de mujer.
- Transexual: quiere convertirse en el sexo opuesto (es más común que lo hagan los hombres).
La ropa juega un papel esencial en expresar las identidades sexuales, que de lo contrario no se podrían percibir. Ha sido muy importante en los gays y lesbianas los estilos de ropa, sobre todo en ellas ha sido muy importante para hacer visible su orientación sexual.
El IPC y los Hábitos de Consumo
El IPC (Índice de Precios al Consumo), estudiado por el INE, es un indicador que permite conocer la incidencia de los precios en las economías familiares. Es un valor que configura el nivel de vida de las personas en los próximos meses. Existe un deseo interno de que ese valor les beneficie y, cuando no es así, se sienten defraudados. El índice mide una situación conjunta, nunca individual.
Pasaron los tiempos de autosuficiencia en que el hombre producía lo que necesitaba. Por esta razón, la incidencia de los precios es cada vez mayor en el hombre moderno y se presta más atención a tomar medidas de los mismos. La industria pone a nuestra disposición más y más comodidades; existe una propaganda persuasiva que nos incita a cambiar de hábitos. Hay un cambio de los precios y de las costumbres. Los precios cuesta separarlos de los hábitos de consumo.
El Nivel de Vida
Nuestro nivel de vida ha cambiado con el tiempo: se consumen otros artículos, vestimos de otra forma, usamos otros medios de transporte y acudimos a otros espectáculos y otras ciudades. Se ve influido por grandes crisis generales o individuales. Es posible que nos veamos obligados a reducir nuestros gastos porque nuestro nivel de vida ha cambiado, pero no por esto podremos decir que la vida se habrá abaratado. La variable que nos fija el concepto de lo que nos cuesta vivir es el nivel de vida. Por un encarecimiento de los bienes y servicios que se consumen se necesita más dinero ahora que antes.
Lo que Cuesta Vivir
El coste de vida no es lo mismo que lo que cuesta vivir.
Cesta de la Compra
El coste de vida se mide a través de un conjunto de bienes y servicios que las personas consumen o emplean en un periodo, lo que se llama cesta de la compra (se añaden todos los consumos a largo plazo) como son el televisor, recibo de luz, trajes, etc., y los servicios que usamos (peluquería, cine, mecánico, etc.), es decir, los gastos del individuo. Se mide en dinero corriente.
Los hábitos cambian (tienen una parte del momento del sujeto y de su situación familiar). Las crisis económicas afectan a los cambios de consumo y constan en el IPC. Los negocios o adquisiciones también limitan el cambio de consumo y debemos amoldarnos a las circunstancias, ya que a todos nos gusta vivir bien. Los seniors tienen más experiencia, por lo tanto, controlan más el gasto. Los hábitos de consumo evolucionan cronológica y biológicamente; se da mucha importancia al poder adquisitivo y los precios. También influyen los hábitos de consumo como las rebajas, promociones, etc. Adaptación a las circunstancias (paro, jubilación, viudez, etc.).
Hay diferentes tipos de hábitos en función de la clase, los estilos de vida, la edad, el grupo social, el ciclo familiar, etc. Hay que tener en cuenta la estacionalización y desestacionalización de los productos.
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