16 Abr

3.7 La Guerra de los 30 años
El fracaso de la política exterior se va a deber a la imposibilidad de conseguir los objetivos dinásticos y la defensa de los territorios patrimoniales debido a la escasez de recursos financieros. El reinado de Felipe III se caracterizará por la búsqueda de paz con Inglaterra en el Tratado de Londres (1604), con Holanda en la Paz de Amberes (1609) y acercamiento a Francia mediante política matrimonial. Se volvíó a registrar un claro intervencionismo en Europa. Con el comienzo de la Guerra de los Treinta años (1618-1648) se reanudan las hostilidades en los Países Bajos (1621). La Guerra de los Treinta años estalló bajo el pretexto de la defensa del catolicismo en el Sacro-Imperio pero lo que escondía era la lucha por la hegemonía europea. Hasta 1635 el resultado será favorable para la casa de Austria que se enfrenta consecutivamente a Boheemia, Palatinado, Dinamarca y Suecia. El rumbo de la guerra cambia con la entrada de Francia en el conflicto con derrotas como la batalla naval de las Dunas (1639) y la batalla de Rocroi (1643). Las derrotas acaban por llevar a España a firmar la Paz de Westfalia (1648) que significa la pérdida de la hegemonía española en Europa y del ideal de Carlos I de una Europa católica. A pesar de ello, continúa la guerra con Francia hasta 1659 con la Paz de Pirineos que supone la pérdida de plazas en Países Bajos, del Rosellón y la Cerdaña. Ventajas comerciales en muchos territorios españoles.
3.8 Crisis demográfica y económica
En buena parte de Europa, durante el siglo XVII se va a producir una crisis demográfica, económica y social producíéndose una inestabilidad social que llegó a afectar a la monarquía. Respecto a los cambios demográficos, hubo un descenso en la población por factores naturales como malas cosechas o epidemias de peste o factores sociales por la expulsión de los moriscos, la emigración a América y las continuas guerras. La población se redistribuyó del centro a la periferia, lo que contribuyó al despoblamiento de numerosas ciudades de Castilla. En relación con la economía, se estanca la agricultura: disminuye la producción, nuevos cultivos importador de América. Hubo un retroceso en la ganadería trashumante y un colapso en la producción artesanal y el comercio porque las rentas agrícolas no eran reinvertidas, descenso de demanda y caída de intercambios comerciales (José de Austria creó la Justa de Comercio 1679) Crecen los problemas con la Hacienda por el aumento de la presión fiscal y el endeudamiento. La sociedad continuó siendo estamental y crecen los privilegiados. La nobleza incrementa y se crea un documento, provanzas que probaban su origen. El clero fue el sector de mayor crecimiento. El grupo predominante es el de los campesinos que incrementa la mendicidad y el bandolerismo. La burguésía es débil y esta agrupada en gremios.


3.9 Crisis y decadencia de la monarquía
A la muerte de Felipe IV, Carlos II solo tenía 4 años con lo que comenzó la regencia de su madre Mariana de Austria (1665-1675) con el valido el jesuita Nithard: se firma el tratado de Lisboa (1668) que econocía la independencia de Portugal, provocó su caída tras un pronunciamiento militar de Juan José de Austria. Con Carlos II como rey efectivo (1675-1700) el poder siguió en manos de validos como el duque de Medinaceli y el conde de Oropesa que realizaron reformas económicas que estabilizaron la economía. No evitaría conflictos sociales como la Segunda Germánía en Valencia (1693) y el Motín de los Gatos en Madrid (1699). En la política exterior van a suceder cuatro guerras contra Francia: la guerra de Devolución (1667-1668), la guerra Franco-neerlandesa (1672-1678) donde cede el Franco condado, la guerra de las Reuniones (183-1684) que finaliza con Tregua de veinte años y la guerra de la Liga de Augsburgo (1690-1697). Carlos II se casó dos veces la primera con María Luisa de Orleans y la segunda de Mariana de Neoburgo. No tuvo descendencia dando lugar al problema sucesorio que trajo como consecuencia el final de la dinastía de los Austrias españoles. El candiato era José Fernando de Baviera pero fallecíó en 1699. Problema de elección entre el archiduque Carlos, hijo del emperador Leopoldo y Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV. Esto provoca una contienda en la que intervienen las principales potencias europeas en la Guerra de Sucesión (1700-1713).
4.1 La Guerra de Sucesión Española y el sistema de Utrecht. Los Pactos de Familia
Carlos II fallecíó sin descendencia el 1- 11-1700, nombrando sucesor a Felipe de Anjou, entrando al trono la dinastía de los Borbones. Se forma un bando en su contra, apoyando al Archiduque Carlos de Habsburgo, y comienza una guerra de sucesión en España y el exterior. Esta tensión aparecíó por la temida uníón entre España y Francia, lo que llevó a Inglaterra, Holanda y otras potencias a apoyar al candidato austriaco. La guerra termina con la victoria de Felipe V, donde destacan el triunfo en Almansa, Brihuega y Villaviciosa, y la herencia de Carlos de Habsburgo del Imperio (1711) que provocó un desinterés por su parte. Termina con el Tratado de Utrecht y Rastatt (1713), donde se acordó que Felipe reinaba en España sin opción a Francia, se pierden territorios españoles como los Países bajos y territorios italianos que pasan a Austria, o Gibraltar, Menorca y el asiento de negros para Inglaterra, por lo que España pasa a ser una potencia de segundo orden. La corona salíó reforzada y se concentró en la organización del Gobierno de España y América, reformas que dieron unidad y solidez al nuevo estado borbónico. . En política exterior destaca su alianza con Francia, firmando los dos primeros Pactos de Familia en 1733 y 1743, que dieron acceso a los dos hijos del rey a tronos italianos: Carlos III nombrado rey de Nápoles y Sicilia, y su hermano Felipe, duque de Parma. El objetivo de los pactos era contrarrestar el poder británico en las colonias americanas, pero sin éxito, por lo que Carlos III firma el tercer pacto de Familia (1761), lo que crea una guerra entre España y Gran Bretaña. La derrota británica en la guerra de la Independencia Americana permite a España, tras la Paz de Versalles (1783), recuperar Menorca y Florida.


4.2 La nueva Monarquía Borbónica. Los Decretos de Nueva Planta. Modelo de Estado y alcance de las reformas
La nueva dinastía borbónica crea importantes cambios en el estado, introducidos principalmente por Felipe V. Se implantó el absolutismo regio, concentrando en el rey todos los poderes. La reforma intenta centralizar el poder e implantar la uniformidad legal e institucional en los reinos de la Corona española, por ello se introducen los Decretos de Nueva Planta (1707 Aragón y Valencia, 1715 Mallorca, 1716 Cataluña) que abolía los fueros e instituciones propias de la Corona de Aragón, también los privilegios fiscales y se introduce un impuesto para igualar los pagos a la Hacienda. También anula los privilegios militares, teniendo que prestar servicio de armas. Los fueros en provincias vascas y Navarra se mantuvieron debido al apoyo de Felipe V en la guerra de Sucesión. Crea nuevo modelos de administración territorial, dividíéndose en provincias gobernadas por Capitanes Generales, se mantienen las Reales Audiencias para cuestiones judiciales y se crea la figura de los intendentes, funcionarios encargados de la económica. El consejo de Castilla se convierte en el órgano asesor del rey. Se crean la Secretarías de Despacho y se establece la Junta Suprema de Estado. Las Cortes generales del Reino se reunieron pocas veces y redujo su papel. Se intensifica la política regalista, buscando la superioridad de la Corona frente a la iglesia, por lo que hay un mayor control sobre la Inquisición y se expulsa a los Jesuitas. Para reformar la Hacienda, se unifican los impuestos gracias a el Catastro de Ensenada, se buscó la unificación monetaria y se implanta la Ley Sálica para regular la sucesión del trono.
4.3 La España del Siglo XVIII. Expansión y transformaciones económicas: agricultura, industria y comercio con América. Causas del despegue económico de Cataluña
El Siglo XVIII es una época de estabilidad debido a un ciclo de recuperación demográfica y económica. El ascenso de la nueva dinastía borbónica supuso cambios en la política. Aparece un pensamiento y cultura optimista,confianza en el progreso y la demanda de reformas propias de la ilustración. La agricultura era el sector dominante, con cultivos mayoritariamente de secano, aunque basada en el auto consumo con frecuentes crisis de subsistencia. Este gremio no se actualizaba debido a la propiedad de la tierra, ya que los propietarios no podían venderlas y no tenían interés en cultivarlas o mejorarlas, pero se le pone solución con el Informe sobre La Ley Agraria, de Jovellanos. A pesar de todo, la agricultura en España aumentó su producción durante este siglo, debido al aumento de tierras cultivadas. En cuanto a la industria, la producción se centraba en manos privadas y el estado, el cual creó las Reales Fábricas. Se desarrolló el comercio con América, exportando materias primas e importación de productos industriales españoles. Se traslada la Casa de Contratación a Cádiz, se combate el contrabando y las intromisiones de otros países, especialmente Reino Unido, utilizan el método de los navíos de registro. Aparecíó un foco de industrialización en Cataluña en el sector textil, gracias a la iniciativa privada, pero muy dependiente de América, y a finales de siglo se ve interrumpido por el bloqueo inglés.


4.4 Ideas fundamentales de la Ilustración. El despotismo ilustrado: Carlos III
El Siglo XVIII fue el Siglo de las Luces y de la Ilustración, lo que produce la aparición de intelectuales, cuyo objetivo era la reforma de la sociedad y la modernización cultural. Con el reinado de Carlos III, junto otros ilustrados (Jovellanos), intentan reformar la enseñanza y modernizar la economía o impulsar el desarrollo técnico y artístico. Por iniciativas privadas y el Estado surgen las Reales Academias y otras instituciones (museos). Aparecen los periódicos y las revistas. Se consiguen logros en ciencias, con la aplicación del método científico, en literatura destaca el Neoclasicismo y en arte sobresalíó Goya. Se implanta una nueva forma de gobierno, el despotismo ilustrado, mezcla entre el absolutismo monárquico y las ideas ilustradas, cuya finalidad era lograr la felicidad de sus súbditos, sin contar con ellos, logrando un progreso aplicando desde el poder reformas necesarias, pero sin alterar los privilegios del monarca. Carlos III con su grupo de ministros ilustrados, puso en marcha un programa reformista donde destaca el regalismo, medidas para controlar a la iglesia, como el Patronato Regio, derecho a nombrar cargos eclesiásticos, Regium Exequátur… La expulsión de los jesuítas 1767 por promover el motín de Esquilache, y reformas económicas como creación de la lotería nacional, embellecimiento de Madrid, creación de una red de carreteras… La revolución francesa pone fin las ideas ilustradas.

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