06 Jun

Trastornos Prenatales de la Visión

Entre los trastornos visuales más frecuentes de tipo prenatal se encuentran las cataratas congénitas y el glaucoma congénito.

Glaucoma Congénito

Es el resultado de un daño a consecuencia de un aumento de la presión intraocular del humor acuoso, lo que produce una compresión de las venas que nutren al nervio óptico. Esto produce una degeneración de las fibras nerviosas. La deformación del globo ocular debida al aumento de presión interna afecta a la retina. Al verse afectado el nervio óptico, el daño no es reversible. Los niños con glaucoma pueden presentar una visión severamente deteriorada y un campo visual muy reducido.

Cataratas Congénitas

Constituyen una alteración del cristalino. Se produce una pérdida de transparencia que impide que llegue la luz a la retina. En su grado más extremo pueden provocar ceguera. Pueden ser hereditarias o pueden producirse como resultado de una infección como la rubeóla (que puede padecer la madre durante el embarazo). Pueden tener tratamiento quirúrgico.

Trastornos Perinatales de la Visión

Entre los trastornos perinatales, el que posiblemente tenga más incidencia en la población infantil sea la retinopatía por prematuridad.

Características Evolutivas de los Niños con Discapacidad Visual

1. Desarrollo Psicomotor

Los bebés y niños ciegos tienen serias dificultades para utilizar las manos como instrumento útil de exploración de objetos y del entorno, a menos que sean entrenados para ello.

Posiblemente, la psicomotricidad sea uno de los aspectos más afectados por la ausencia de visión (Celeste, 2002).

Los niños ciegos congénitos sin otro trastorno adicional, pueden sostenerse de pie apoyándose en muebles, a los 17 meses (Norris, Spaulding y Brodie, 1957; Pérez Pereira y Castro, 1994).

Dan sus primeros pasos a los 24-30 meses. Es decir, transcurren unos 10 meses desde que tienen la fuerza muscular que les permite sostenerse en pie hasta que pueden caminar.

Para los niños ciegos la exploración manual, junto con la auditiva, es casi la única forma de percepción y conocimiento de los objetos y del entorno. Por eso es tan importante estimularla y desarrollarla.

Además de las dificultades que los niños ciegos pueden tener para emplear las manos en la exploración de los objetos y del entorno, la información que proporciona la percepción táctil es de naturaleza cualitativamente diferente a la que suministra la percepción visual.

Todo esto hace que la identificación de objetos en el bebé ciego sea más lenta que en el bebé vidente.

Así, mientras que los bebés videntes inician la búsqueda manual de un objeto que ven a los 5 meses, en los bebés ciegos la búsqueda de un objeto se retrasa bastantes meses.

Según Bigelow (1986), en los bebés ciegos esta búsqueda empieza entre los 17-20 meses.

2. Desarrollo Cognitivo

La mayor parte de los estudios sobre desarrollo cognitivo de los niños ciegos se han realizado desde la perspectiva piagetiana.

Estos estudios muestran que los niños ciegos tienen un retraso apreciable en su desarrollo cognitivo si los comparamos con los niños videntes (Ochaíta, 1993; Pérez Pereira y Castro, 1994).

Los niños ciegos tardan más en llegar al estadio III (descrito por Piaget). Es decir, tardan más en ser capaces de buscar un objeto sonoro que se les quita de las manos y se les pone enfrente de ellos.

3. Desarrollo de la Comunicación y del Lenguaje

En los bebés sin trastornos, las primeras formas de comunicación surgen hacia los 9 meses de edad y suelen ser conductas en las que los niños piden un objeto fuera de su alcance.

En ausencia de visión, el establecimiento de la atención conjunta se ve dificultado y afecta a la facilidad y frecuencia con la que participan en episodios de comunicación antes de que aparezca el lenguaje.

Por tanto, las situaciones de intercambio comunicativo previo al lenguaje y las situaciones de petición y atención conjunta han de ser mucho menos frecuentes en los niños ciegos.

Evaluación en Niños con Discapacidad Visual

La evaluación es esencial y una tarea previa a la intervención.

Para poder intervenir de manera adecuada tendremos que basarnos en una buena evaluación.

La evaluación debe realizarse sobre múltiples aspectos.

  1. Diagnóstico de la capacidad visual del niño. Esta prueba la realizará un oftalmólogo.
  2. Un aspecto importante es el de evaluar el uso funcional que los niños ciegos o deficientes visuales pueden realizar de su resto visual.

Mira y Piensa, es un programa de intervención para desarrollar habilidades y técnicas de exploración visual en los niños ciegos y deficientes visuales. Puede ser utilizado por los profesores.

Existen otras pruebas estandarizadas para evaluar el desarrollo psicológico del niño ciego y con deficiencias visuales:

  1. Escalas de Reynall- Zinkin (1986): diseñadas para diagnosticar el desarrollo mental de los niños ciegos o con déficit visual severo entre los 3 meses de edad y los 5 años. Por su estructura, podemos afirmar que es semejante a algunas escalas existentes para niños videntes como las escalas Brunet-Lezine.
  2. Escala Leonhardt (1992): diseñadas para evaluar el desarrollo de niños ciegos de 0 a 2 años.

Intervención en Niños con Discapacidad Visual

La intervención debe ser lo más temprana posible.

Cuanto antes se diagnostique a un niño y empecemos a trabajar con él, evitaremos que se cristalicen los problemas (Cicchetti, 1993).

Un aspecto inicial en la intervención debe ser el trabajo previo con los padres.

En muchos casos se producen reacciones emocionales ante el descubrimiento de la discapacidad de su hijo que pueden ser contraproducentes para el desarrollo del niño. Habrá que intervenir en:

  1. Desarrollo psicomotor
  2. El sentido del tacto
  3. Desarrollo cognitivo
  4. Lenguaje

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