28 Nov

5. LA MUERTE DE JESÚS
—->  ¿Cómo es posible que la pasión y la muerte de Cristo sean cosas tan importantes para mucha gente, pero luego resulta que eso no se nota en la vida de tantas personas?

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Hay una cosa evidente: nosotros hemos sacralizado la cruz, es decir, la hemos convertido en un objeto sagrado, que merece todo nuestro respeto y nuestra mayor veneración. Sin embargo, originalmente la cruz no fue algo sagrado o religioso. La cruz era, en tiempos de Jesús, el tormento, la humillación y la vergüenza que sufrían los esclavos, los delincuentes más peligrosos, los revolucionarios y subversivos que se rebelaban contra el Estado. En realidad, la cruz era «la más vergonzosa de las penas, además el que moría en la cruz sólo podía ser un blasfemo indeseable, que merecía semejante reprobación y desprecio. Y sin embargo, nosotros hemos convertido la cruz en una reliquia santa y sagrada, la hemos metido en los templos, la hemos colocado sobre los altares y de esa manera le hemos quitado toda su fuerza subversiva y revolucionaria.

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 De esta manera la cruz ha venido a perder su significación original. De un instrumento de tortura y reprobación hemos hecho un distintivo de honor, grandeza y poder.

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Pero hay más. Además de eso, la hemos manipulado en beneficio de los instalados ypoderosos. Como se ha dicho muy bien, pocos temas de la teología han sido tan manipulados y tergiversados en su interpretación como el de la cruz y la muerte de Jesús. Especialmente, las clases poderosas han utilizado el símbolo de la cruz y el hecho de la muerte redentora de Cristo para justificar la necesidad del sufrimiento y de la muerte en el horizonte de la vida humana. Así, oímos decir, piadosa y resignadamente, que cada uno debe cargar con sus cruces de cada día, que lo importante es vivir con paciencia y resignación…

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 Por eso es necesario analizar con alguna detención el sentido y el significado de la pasión y la muerte de Jesús.  

//// 1. JESÚS ANUNCIA SU MUERTE:

Los evangelios sinópticos dicen que Jesús anunció tres veces lo que le iba a pasar al final de su vida. Por lo tanto, según los evangelios, Jesús sabía de antemano lo que le iba a suceder.

//  ¿Sabía Jesús realmente el final que le esperaba?

//  Tal como fueron ocurriendo las cosas, Jesús se tuvo que dar cuenta de que su vida terminaba mal. Hubiera sido un ingenuo si no advierte que esto, más que una probabilidad, era un final irremediable. En realidad, si Cristo era un hombre medianamente inteligente y sensible, podía prever con bastante seguridad la posibilidad de su muerte violenta.

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Por otro lado, la conducta de Jesús fue de tal manera provocativa, que en repetidas ocasiones se puso al margen de la ley.

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Merece aquí especial atención la violación del sábado. Pero hay algo más concreto que debe retener nuestra atención. Tenemos numerosos ejemplos de que Jesús quebrantó el sábado. Cuando los discípulos arrancan espigas en sábado, Jesús es advertido públicamente de la falta.Pero, casi a renglón seguido, Jesús vuelve a quebrantar el sábado cuando cura, en plena sinagoga, al hombre del brazo atrofiado.  

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Estando así las cosas, merece especial atención el gesto de cuando expulsó a los comerciantes del templo. Es evidente que Jesús, al realizar el gesto simbólico del templo, se estaba jugando la vida.

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Por lo tanto, la cosa está clara: Jesús había perdido, por muchos conceptos, el derecho a la vida; se veía constantemente amenazado, de tal manera que sin cesar debía tener presente que su muerte habría de ser una muerte violenta. Hasta eso llegó la conducta de Jesús. De ahí el riesgo en que puso su vida. La libertad de Jesús fue provocadora. Y así terminó. Como tenía que terminar un hombre que se comportaba de aquella manera.

//// 2. POR QUÉ LO MATARON:


A)El fracaso de Jesús:

La predicación y la actividad de Jesús en Galilea no terminaron en un éxito, sino más bien en un fracaso, por lo menos en el sentido de que su mensaje no fue aceptado.  En realidad, ¿qué ocurrió allí?  Esto supone que había gente que se escandalizaba de Jesús, de lo que decía y hacia. Lo cual no nos debe sorprender. La amistad de Jesús con publicanos, pecadores y gente de mal vivir tenía que ser una cosa escandalosa para aquella sociedad. Y sobre todo las repetidas violaciones de la ley tenían que hacer de Jesús un sujeto sospechoso desde muchos puntos de vista.

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Por eso, en torno a la persona y la obra de Jesús llegó a provocarse una pregunta tremenda: la pregunta de si Jesús traía salvación o más bien tenía un demonio dentro. De ahí que hubo ciudades enteras que rechazaron el mensaje de Jesús.

// ¿Qué nos viene a decir todo esto?

 La respuesta parece clara: durante el ministerio público de Jesús no todo fueron éxitos populares. Más bien hay que decir que allí se produjeron conflictos y enfrentamientos, de manera que paulatinamente las grandes masas fueron abandonando a Jesús, hasta el punto de que incluso sus discípulos más íntimos llegaron a tener la tentación de abandonar el camino emprendido junto al maestro. La pasión y la muerte de Jesús fueron el resultado del conflicto que provocó su vida. Este conflicto se apunta ya en su relación con la gente en general. Pero, sobre todo, se puso de manifiesto en su enfrentamiento con los dirigentes y autoridades.
/// b)El enfrentamiento Con los dirigentes :
Ya hemos visto que los enfrentamientos con los dirigentes judíos se produjeron relativamente pronto. Por consiguiente, está claro que la vida de Jesús se veía cada día más amenazada, en mayor peligro. Y si no lo mataron antes es porque todavía una parte del pueblo estaba con él y los dirigentes no querían provocar un levantamiento popular.

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Ahora bien, estando así las cosas, lo más impresionante, en todo este asunto, es que Jesús se dirige a la capital, Jerusalén, muy consciente de lo que le iba a pasar, y allí se pone a hacer las denuncias más fuertes que uno pueda imaginarse contra las autoridades centrales. Por eso aquello terminó como tenía que terminar: la condena y la muerte de Jesús fueron el resultado de su vida. Es decir, Jesús se comportó de tal manera que acabó como tenía que acabar una persona que adoptaba semejante comportamiento.

// ¿qué es lo que Dios quiso?

 Dios no podía querer el sufrimiento y la muerte de su hijo. Ningún padre quiere eso. Lo que Dios quiso es que Jesús se comportara como de hecho se comportó. Aunque eso le tuviera que acarrear el enfrentamiento y la muerte. Así, sí. Entonces la muerte de Jesús no es el resultado de una decisión del Padre sino la consecuencia de una forma de vida, la consecuencia de su ministerio y de su libertad; en definitiva, la resultante de un comportamiento de compromiso incondicional en favor del hombre.  
// c)

La razón de la condena

A Jesús le hicieron un doble juicio: el religioso y el civil. Y en cada uno de ellos se dio una razón distinta de la condena a muerte.

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En cuanto al juicio religioso, está claro que la condena se produjo desde el momento en que Jesús afirmó que él era el mesías, el Hijo de Dios bendito. Los dirigentes religiosos interpretaron esas palabras de Jesús como una auténtica blasfemia . Pero al decir esas palabras, Jesús estaba afirmando que Dios estaba de su parte y que le daba la razón a él. Y, por tanto, estaba afirmando que les quitaba la razón a los dirigentes. Ahora bien, eso es lo que aquellos dirigentes no pudieron soportar. El verse descalificados como representantes de Dios fue lo que les impulsó a condenar a Jesús.

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Pero la cuestión es más complicada fue el silencio de Jesús ante el interrogatorio del sumo sacerdote , pues fue una postura crítica ante el tribunal.

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Después vino el juicio político.
Pero ahí la cosa está más clara. Por lo que pusieron en el letrero de la cruz, sabemos que a Jesús lo condenaron por una causa política: por haberse proclamado rey de los judíos .Por otra parte, Jesús explicó ante el gobernador que su reinado no era como los reinos de este mundo. En realidad, el gobernador militar dio la sentencia de muerte porque los dirigentes religiosos lo amenazaron con denunciarlo al emperador.

////  3. SIGNIFICADO TEOLÓGICO:


A) El profeta mártir:

Jesús fue considerado por las primeras comunidades cristianas como el último y definitivo profeta que Dios había enviado al mundo, y que, al igual que los demás, fue asesinado por la maldad de Israel.

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Pero, en realidad, la cosa resultó más problemática. Porque también es cierto que Jesús fue considerado como el «gran adversario», el falso profeta, que engañaba a la gente. Lo cual quiere decir que la vida de Jesús tuvo un sentido ambivalente, positivo y negativo al mismo tiempo. Por eso a partir de la resurrección Jesús fue presentado como el verdadero profeta, el auténtico enviado por Dios.
/// b) El plan divino de salvación:
Una segunda corriente de pensamiento en el Nuevo Testamento, interpreta la muerte de Jesús desde el punto de vista del plan divino de la salvación. Aquí no se trata ya de una descripciónde los hechos, tal como ocurrieron, sino de una reflexiónde los primeros cristianos sobre lo que había ocurrido para dar una explicación de ello.

// ¿Por qué era necesaria esta explicación?

Por una razón que se comprende enseguida: en el Antiguo Testamento se dice que «ser crucificado es una maldición divina. Por consiguiente, los primeros cristianos tuvieron que demostrar que Jesús, a pesar de ser un crucificado, no era un maldito. Ahora bien, para llegar a esa demostración echaron mano del siguiente argumento: la muerte de Jesús en la cruz responde al plan divino de la salvación; es decir, se trata de que Dios mismo ha sido quien ha querido y quien ha dispuesto que las cosas sucedieran como de hecho sucedieron. Esta corriente de pensamiento tiene su palabra clave en la expresión «debía» suceder así. Es decir, la muerte de Jesús «debía» suceder como de hecho sucedió.

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Así pues, la pasión y la muerte de Jesús se interpretan, en esta corriente de pensamiento, como un hecho que Dios mismo puso en movimiento y en el que es perceptible la intervención divina. Por otra parte, aquí los hombres aparecen como aquellos en cuyas manos es entregado el mismo Jesús.

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En definitiva, ¿qué es lo que todo esto nos viene a decir?
En aquel tiempo y en aquella sociedad tuvo que significar y representar la muerte de Jesús, tal como ocurrió. Para aquellas gentes, un crucificado era un maldito, un condenado, un desautorizado total por parte de Dios y de sus representantes en este mundo. Y Jesús murió así. Para nosotros hoy esto representa un heroísmo supremo. Pero entonces no era así. Representaba, por el contrario, el fracaso y la reprobación más absoluta. Por eso se imponía la necesidad urgente de demostrar que tal fracaso y tal reprobación significaban paradójicamente para los cristianos un «acontecimiento querido por Dios». Y un acontecimiento, además, que los creyentes tenían que imitar.
//// c)

La muerte expiatoria:

La tercera corriente de pensamiento que hay en el Nuevo Testamento sobre la muerte de Jesús interpreta como un sacrificio que Jesús sufrió en lugar de los demás, para salvarlos y redimirlos a todos.

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Esta interpretación supone que el hombre se encuentra, de una manera inevitable, en una situación de desgracia y de perdición, que se debe a la propia condición humana y al pecado personal, en cuanto que es ruptura con Dios. Ahora bien, esta situación sólo puede ser remediada por Dios mismo, que en Jesucristo se hace como uno de nosotros, y mediante su entrega total a Dios en la muerte hace posible lo que para el solo hombre era imposible: el acercamiento a Dios, la participación de su vida divina, la superación de la muerte y el destino feliz para siempre.

//// 4. EL CAMINO DE DIOS:

Dios no quiere el sufrimiento humano. Dios no quiere que el hombre fracase y se vea machacado. Dios es Padre de todos los hombres. Y eso quiere decir que Dios quiere la felicidad y la realización plena del hombre, de cualquier hombre. Lo que pasa es que de sobra sabemos que, en este mundo, luchar contra la opresión y la esclavitud es caer inevitablemente en el conflicto y en la contradicción. Porque los que oprimen y esclavizan no están dispuestos a soltar su presa. Ahora bien, es desde este planteamiento desde donde hay que entender el sentido histórico y concreto que tiene la cruz de Cristo, el destino y la muerte de Jesús. Por eso seguir a Jesús es ir derechamente a la cruz.

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Esto quiere decir que soportar la cruz no es aguantar con paciencia y resignación la injusticia de este mundo, sino que es rebelarse contra esa injusticia. Para que en el mundo no haya más atropellos ni más esclavitudes. Ahora bien, esto quiere decir que existe una relación esencial entre la cruz de Cristo y la situación de todos los crucificados de esta tierra: los pobres, los oprimidos, los marginados y los humillados.


6. LA RESURRECCIÓN DE JESÚS  —–>


LA RESURRECCIÓN de Jesús es el hecho central de esa historia. Porque es el acontecimiento decisivo en la existencia de Jesús; y en la vida y en la fe de los cristianos.

// ¿Por qué?

Jesús se presentó como enviado de Dios para anunciar la salvación de todos los hombres. Pero, en contra de lo que se podía esperar de él, murió en una cruz, abandonado por todos y con este grito en la boca: «¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?». De esta manera, la muerte de Jesús vino a enterrar todas las esperanzas que se habían puesto en él. Sin duda alguna, aquellos hombres se sintieron decepcionados, porque pensaban que Jesús había fracasado totalmente. Esto indica claramente que si no llega a acontecer la resurrección, el fracaso de Jesús se habría confirmado plenamente. Y con el fracaso de Jesús habría fracasado también su proyecto y el incipiente movimiento que él originó. 

//// 1. EL HECHO DE LA RESURRECCIÓN

a)

Un hecho incuestionable:

Algunos días después de la muerte de Jesús resonó en Jerusalén una noticia asombrosa: Dios ha resucitado al que fue crucificado. Nadie había visto el hecho mismo de la resurrección, pero la cosa se presentaba como incuestionable. Los seguidores de Jesús afirmaban que está vivo, porque ellos lo habían visto, se les había aparecido.  Ahora bien, a partir de este hecho se plantea una pregunta elemental

: ¿En qué argumentos se basa la certeza de este hecho?

Los argumentos, como enseguida vamos a ver, son fundamentalmente dos: el sepulcro vacío y las apariciones del resucitado.
/// b)

El sepulcro vacío:

Se ha dicho muchas veces que el primer argumento para afirmar la resurrección de Jesús es el hecho del sepulcro vacío. Este hecho, en vez de provocar la fe, causa miedo y espanto, hasta el punto de que «las mujeres salieron huyendo del sepulcro». Por su parte, María Magdalena interpreta este hecho como robo del cuerpo del Señor. Y para los discípulos la cosa no pasa de ser un chismorreo de mujeres. Las afirmaciones sobre el sepulcro vacío eran, en el fondo, afirmaciones de la fe en la resurrección.

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Por otra parte, parece que las afirmaciones sobre el sepulcro vacío estaban asociadas con una práctica, en la primitiva Iglesia, de peregrinación y culto al santo sepulcro.

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Todo esto quiere decir que la tradición del sepulcro vacío expresa, de manera indirecta, una fe sólida y profunda en la resurrección.
//// c)

Las apariciones a los discípulos:

El argumento definitivo para afirmar la resurrección de Jesús se basa en las apariciones del mismo Jesús a su comunidad de discípulos. Estas apariciones no fueron visiones subjetivas, sino hechos objetivos, que se podían afirmar con toda seguridad.

// ¿Cuántas fueron las apariciones?

Los datos que poseemos son inevitablemente fragmentarios e incompletos.

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En cuanto al modo, las apariciones son descritas como una presencia real y hasta carnal de Jesús. Come, camina con los suyos, se deja tocar, dialoga con ellos. Su presencia es tan real que puede ser confundido con un caminante, un jardinero, un pescador. El hecho es que los discípulos que lo vieron tenían la seguridad de que no era un «espíritu ni un «ángel» .El que murió y fue sepultado era el mismo que resucitó. Como conclusión de los relatos de apariciones se puede decir que tales relatos constituyen una base sólida de la fe en la resurrección.
//// d

) ¿ Un hecho histórico?:

Para entender correctamente la resurrección hay que hacer una distinción elemental: una cosa es resucitar y otra cosa es revivir. Jesús no revivió, sino que resucitó. En consecuencia, se puede decir que quien resucita traspasa para siempre las fronteras de este mundo.  

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Ahora bien, ¿se puede decir que la resurrección fue un hecho histórico?
Sí, si se entiende como lo que acontece realmente; pero si por hecho histórico se entiende lo que se puede comprobar en el espacio y en el tiempo, entonces hay que decir que la resurrección no fue un hecho histórico. Porque Jesús resucitado no estaba ya en el espacio y en el tiempo, es decir, no estaba en este mundo, sino que había rebasado definitivamente las condiciones de la historicidad.  

//// 2.SIGNIFICADO PARA LA COMUNIDAD CRISTIANA:

Ante los ojos de aquella sociedad, muerto de aquella manera y sepultado era un fracasado total, un desecho del que no vale la pena hacer caso.

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Ahora bien, con la resurrección todo cambia: Jesús es visto por los suyos como el hombre cabal y perfecto. De tal manera que las confesiones de fe que presenta el Nuevo Testamento en Jesús como Señor y como Hijo de Dios tienen su fundamento en la resurrección. A partir de entonces los discípulos predican con gran valentía delante de los judíos: «Ustedes lo han matado… Dios lo resucitó».

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Pero hay otro aspecto en la predicación de la resurrección que conviene resaltar. Según el testimonio del libro de los Hechos, cuando los apóstoles proclamaban la resurrección eran perseguidos y encarcelados. Esto quiere decir, obviamente, que el tema de la resurrección era un tema peligroso, que provocaba el enfrentamiento y que representaba una amenaza para quienes lo predicaban.

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Ahora bien, esto tiene dos consecuencias: 1ª :Cuando se predica la resurrección y eso no acarrea ningún tipo de persecución, hay que preguntarse si lo que se predica es la resurrección de Jesús o es más bien otra cosa. 2ª: Predicar la resurrección no es solamente decir que Jesús vive. Es mucho más que eso. Es persuadir a la gente de que Jesús tenía razón, es persuadir a la gente de que el camino de Jesús es el verdadero camino. 

//// 3. LA VICTORIA SOBRE LA MUERTE :

a)

Nuevo horizonte para la vida:

El mensaje del Nuevo Testamento sobre la resurrección se refiere no sólo a Jesús, sino también a los cristianos. Ese mensaje nos viene a decir lo siguiente: si Jesús ha triunfado sobre la muerte, también nosotros los cristianos tenemos resuelto el problema de la muerte. Porque el destino de Jesús es también nuestro destino. Y por eso, si Jesús ha vencido a la muerte, nosotros también la hemos vencido. La muerte ya no debe ser objeto de miedo, porque es simplemente un paso, cuestión de un instante, ya que enseguida tenemos la vida que no se acaba.

//

El problema concreto que aquí se plantea es que esta certeza de la resurrección solamente la poseemos en la fe. Y la fe es esencialmente oscura, es decir, no se basa en la evidencia, ni de ella podemos tener nunca evidencia alguna. Por eso la muerte será siempre un problema para el creyente, el problema decisivo de la vida. Un problema que sólo puede ser superado a través de la oscuridad de la fe, entre tanteos, dudas e inseguridades.
/// b)

Cómo será la resurrección:

El hombre resucita, no a la vida biológica, sino  la vida eterna, ya nunca amenazada por la muerte ni aun siquiera por cualquier tipo de limitación. Esta certeza acaba con el carácter dramático de la muerte. La muerte no es la última palabra sobre el destiño humano. La última palabra sobre el destino del hombre es la vida. Y por cierto, la vida sin ningún tipo de limitación.  
 /// c)

Cuándo tendrá lugar la resurrección:

La resurrección tendrá lugar al final de los tiempos, cuando venga el fin del mundo y se consume la historia. Esta concepción tiene su fundamento en tres afirmaciones básicas:

A/

  La muerte no es total: afecta sólo al cuerpo del hombre.

B/

La resurrección tampoco es total: afecta solamente al cuerpo.

C/

El hombre es fundamentalmente un compuesto de dos sustancias   incompletas, cuerpo y alma.
//  ¿Qué quiere decir esto en consecuencia?
Lo que llamamos la muerte no es propiamente una muerte, sino una transformación o, mejor dicho, una resurrección. Por eso el cadáver no es ya el cuerpo de la persona. Es la materia, el último despojo que queda de lo que fue esa persona en su condición carnal. Téngase en cuenta que la materialidad biológica no es lo mismo que la corporalidad. Nuestro cuerpo renueva casi todas las células cada siete años, o sea, cambia su realidad biológica. Pero sigue siendo el mismo cuerpo. Por eso cabe hacer la distinción, que hemos hecho, entre materialidad y corporalidad.

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