22 Ene
Explica las ideas que expone Platón en el texto
En este fragmento de La República, una obra fundamental en la historia de la filosofía escrita por Platón durante su periodo de madurez, se aborda la conocida alegoría del mito de la caverna. A través de esta alegoría, Platón expone su dualismo ontológico o metafísico, que establece una distinción entre el mundo inteligible y el mundo sensible.
Platón reflexiona sobre la complejidad de acceder al mundo inteligible y regresar al mundo sensible después de adquirir conocimiento sobre el primero. Según él, comprender las ideas del mundo inteligible, entidades metafísicas perfectas, únicas e inmutables, requiere un esfuerzo considerable, ya que no son objetos sensibles y su comprensión implica el uso de la razón. Sin embargo, también destaca la dificultad de enfrentarse al mundo sensible una vez que se comprende que es un mundo de apariencias, sujeto al cambio constante y engañoso, donde el conocimiento verdadero es inalcanzable.
Platón sostiene que aquellos que deseen entender la naturaleza del mundo y la razón de su existencia deben realizar un esfuerzo filosófico para acceder al mundo inteligible y comprender las ideas, que representan lo auténticamente existente y dan sentido al mundo sensible en el que vivimos. En este contexto, el dualismo ontológico o metafísico, junto con la teoría del dualismo antropológico, se manifiesta, ya que Platón argumenta que la parte racional del alma es la facultad responsable de acceder al mundo inteligible y aprehender la verdadera realidad debido a su capacidad de razonamiento.
Mundo inteligible
Para Platón, el mundo inteligible es una esfera de realidad que trasciende el mundo sensible. Este ámbito contiene las Ideas o Formas eternas y perfectas, que son la verdadera realidad y la fuente de todo conocimiento genuino. Las Ideas son conceptos abstractos y universales, como la justicia, la belleza o la bondad, que existen de manera independiente a las cosas concretas que percibimos en el mundo sensible. Acceder al mundo inteligible implica el ejercicio de la razón y la contemplación de estas Ideas, lo cual conduce a un conocimiento más elevado y verdadero que la mera percepción sensorial.
Opinión
En la filosofía de Platón, la opinión se refiere al nivel de conocimiento que se obtiene a través de la percepción sensorial y la creencia basada en la apariencia de las cosas en el mundo sensible. Platón sostiene que la opinión es menos confiable que el conocimiento derivado de la razón y la contemplación de las Ideas en el mundo inteligible. Dado que las cosas en el mundo sensible están en constante cambio y son susceptibles de engaño, la opinión se considera menos estable y menos veraz que el conocimiento basado en la comprensión de las Formas eternas.
Dialéctica
La dialéctica en Platón es el método filosófico que se utiliza para alcanzar el conocimiento del mundo inteligible. Se trata de un proceso de diálogo y debate crítico que busca alcanzar la verdad a través de la exploración y la confrontación de ideas. En el contexto de La República, Platón emplea la dialéctica para examinar y contrastar diferentes opiniones y creencias, llevando a sus interlocutores a un mayor nivel de comprensión. A través de la dialéctica, se aspira a alcanzar el conocimiento verdadero y a superar las limitaciones de la opinión y la percepción sensorial.
Relaciona las ideas del texto o la filosofía de Platón con la de otro u otros autores
En este extracto, Platón nos presenta la complejidad del conocimiento del mundo inteligible y destaca la importancia de cultivar el alma racional para cumplir su función primordial de razonar y controlar las otras partes del alma. Para entender esto, es útil comparar las ideas de Platón con las de los filósofos presocráticos que abordaron cuestiones similares.
En primer lugar, Parménides sostenía que lo realmente existente no podía cambiar, y cualquier cambio percibido era resultado de la imperfección de los sentidos. Heráclito, en cambio, afirmaba que todo estaba en constante devenir, y la mutabilidad era característica de todo lo existente. Los pluralistas buscaron una reconciliación entre estas posturas admitiendo la existencia de entidades eternas e inmutables como base para lo cambiante en el mundo sensible.
Platón, inspirándose en Parménides, defiende una división metafísica entre un mundo inteligible e inmutable, donde residen las ideas eternas, y un mundo sensible en constante cambio. Las ideas, únicas e inmutables, posibilitan las múltiples manifestaciones en el mundo sensible. Platón concilia así las ideas de Parménides y Heráclito, sentando las bases de la metafísica occidental.
En cuanto al dualismo antropológico, Platón coincide con los pitagóricos al afirmar que el ser humano está compuesto por dos entidades: el alma, espiritual e inmortal, y el cuerpo, material y mortal. El alma pertenece al mundo inteligible, mientras que el cuerpo al mundo sensible. La unión entre ambos es accidental, no substancial. Cuando el alma guía correctamente al cuerpo, contribuye a su purificación. Si el cuerpo actúa irracionalmente, impurifica al alma, que después de la muerte del cuerpo asciende al mundo inteligible para esperar una nueva reencarnación hasta lograr su propósito de permanecer eternamente como una idea más en ese mundo.
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