1º pag- La base del léxico castellano es el latín vulgar. De esta variante proceden la mayoría de las palabras que forman el léxico patrimonial de la lengua castellana. Así, muchas palabras que designan partes del cuerpo, parentesco, animales, vivienda, agricultura, etc., son ejemplos de latín vulgar: capillu (m): cabello. Derivan del latín vulgar en latín culto, sin apenas cambios fonéticos, proviene un numeroso grupo de palabras del castellano. Se trata de cultismos de algún campo específico del vocabulario. Ejemplo de latín culto: scientia (m): ciencia. En otros casos, ha habido una evolución fonética parcial al haber actuado de freno el contexto culto, eso son semicultismos. Ejemplo de semicultismos: ecclesia: iglesia.

2º pag- Cuando los griegos se apoderaron de Troya, el príncipe troyano Eneas (hijo de la diosa Venus y del mortal Anquises) huyó a Italia y desembarcó en la región del Lacio. Allí se alió con el rey indígena latino, se casó con su hija Lavinia y fundó la ciudad de Lavinio. Su hijo Ascanio fundó Alba Longa y Numitor fue destronado por su hermano Amulio. Amulio convirtió a su sobrina Rea Silvia en una virgen vestal consagrada a la castidad, pero Rea Silvia, violentada por el Dios Marte, engendró a dos gemelos: Rómulo y Remo. Para protegerlos de Amulio, su madre los abandonó junto al río Tíber. El río los depositó en el Palatino y allí los alimentó una loba y finalmente los recogió un pastor.

Cuando ya eran adultos, reunieron a un ejército y mataron a Amulio para restablecer el trono de Alba Longa a su abuelo Numitor y se instalaron en el emplazamiento de la futura Roma. Para decidir cuál de los dos sería fundador de Roma, recurrieron a la observación de vuelo de las aves, los augurios, y estos designaron a Rómulo como fundador en 753 antes de Cristo. Cuando ya Roma estaba fundada, sus habitantes se dieron cuenta de que no había mujeres y Rómulo invitó a una fiesta al pueblo vecino de los sabinos, con la intención de que cada uno rapte a una de las mujeres sabinas y se la lleve a Roma. Rómulo secuestró a Hersilia y mató a su esposo. Esta muerte provocó una guerra entre romanos y sabinos, pero las mujeres lo impidieron y finalmente los romanos y sabinos firmaron la paz y dispusieron que Roma fuese gobernada alternativamente por un romano y un sabino. Esta leyenda puede que tenga algo de cierta porque seguramente las tribus de los latinos que vivían cerca de la desembocadura del Tíber se establecieron en las colinas y crearon una federación para defenderse de sus enemigos más cercanos: los etruscos y los sabinos. A finales del siglo VIII a.C., los latinos y sabinos formaron una unidad política y religiosa, la Confederación del Septimontium.

3º pag- A partir de Rómulo y hasta el año 501 antes de Cristo, el gobierno de Roma fue monárquico. Durante esta etapa hubo 7 reyes que se dividen en dos grupos: los latinos sabinos y los etruscos. Todos los reyes, salvo Rómulo, fueron elegidos para gobernar con carácter vitalicio, pero a partir del quinto rey Tarquino Prisco, la monarquía fue hereditaria. Los reyes tenían la exclusiva del derecho de auspicium, que era la capacidad de interpretar los designios de los dioses en nombre de Roma. Este poder era muy importante porque en Roma no se podía llevar a cabo ninguna actividad pública sin la voluntad favorable de los dioses, y por ello el rey era considerado por el pueblo el jefe de la religión nacional y mediador de los dioses, por lo que era reverenciado con temor religioso. El rey disponía de un poder llamado imperium, que le otorgaba una parte de poderes militares y la capacidad de emitir juicios legales, aunque podía designar pontífices o sacerdotes para que actuaran como jueces. Un consejo asistía al rey durante todos los juicios. El rey podría nombrar a los senadores. En el Senado solo se podía reunir por orden del rey y podía aconsejarle, pero no imponerle sus decisiones. Los símbolos del poder del rey de Roma consistían en un séquito de 12 personas que llevaban los fasces. Esto era el derecho de sentarse sobre la silla curul, la toga picta, un calzado rojo y una diadema plateada sobre la cabeza.

7 reyes romanos: ROMULO (753-715 a.C.) durante su reinado se produjo el episodio del rapto de las sabinas. Nombrado senador compuesto por 100 senadores, se dice que fue elevado a los cielos durante una tormenta y divinizado con el sobrenombre de Quirino. NUMA POMPILIO (715-673) inspirado por la ninfa Egeria, estableció los fundamentos de la religión con la creación de los colegios sacerdotales y la elaboración del calendario de 12 meses. TULIO HOSTILIO (672-641) inició un periodo bélico que alcanzó su punto álgido con la destrucción de Alba Longa. Esto comportó la consolidación de Roma como la ciudad más importante del Lacio. ANCO MARCIO (640-617) continuó las gestas de su predecesor al expandir el poder de Roma hacia otras ciudades del Lacio. TARQUINO PRISCO (616-578) llevó a cabo grandes reformas políticas y urbanísticas. Construyó la Cloaca Máxima, que permitió la disminución de enfermedades como el paludismo. SERVIO TULIO (577-535) bajo su reinado se llevó a cabo el primer censo de la población romana y se instauró un sistema de división de la población según el patrimonio de cada uno. Fue el artífice de la construcción de la primera muralla defensiva de la ciudad. TARQUINO DE SOBERBIO (534-509) fue un rey tiránico y cruel. Asesinó a Servio Tulio junto a la hija de este. Se produjeron tensiones importantes con el Senado, finalmente logró enviarlo al exilio. De este modo, se inicia la etapa republicana.

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