07 Jul


Tras el fin de la Guerra Civil, se instaura en España un régimen autoritario que estará vigente durante casi cuarenta años. España, tras la guerra, era una nación arrasada material, demográfica y emocionalmente. El nuevo Estado franquista se caracterizará por la centralización absoluta del poder en la figura del Gral. Franco. El régimen se caracterizó por una rotunda concentración de todos los poderes en Franco, todas las instituciones estaban subordinadas a él.


Fundamentos ideológicos del régimen franquista


  • Anticomunismo: Toda ideología opuesta al régimen. Eran los causantes de la guerra civil y de las dificultades que el Franquismo encontraba en el exterior. Hasta los años 60 el régimen franquista denunciaba un pacto entre la masonería (asimilada al liberalismo y la democracia) con los comunistas para acabar con su régimen.
  • Defensa del catolicismo, la Dictadura se identificó como nacionalcatólica, a la sublevación nacionalista la Iglesia la bautizó como Cruzada. Toda la vida social estará dominada por actos religiosos, procesiones, rezos públicos, misas de campaña.. censura en los medios de comunicación con una estricta moral católica, pública y privada.
  • Defensa del tradicionalismo: Defienden valores militares, unidad de la Patria, referencias a la Reconquista, a los Reyes Católicos (yugo y flechas en el escudo franquista), al Imperio Carlos V, eran antiespañoles los que pretendían deshacer esa unidad, en especial los nacionalistas, el nacionalismo español excluyente de cualquiera que pretendiera derechos propios y no se autorizaba el uso de otra lengua que no fuera el castellano…
  • La defensa de la religión, la familia, el orden y la propiedad. El régimen franquista duro casi cuarenta años, y es difícil catalogarlo, ya que fue camaleónico como defiende el historiador Juan Pablo Fusi Aizpurúa pero quizá el único rasgo que se mantuvo inatacto fue su carácter antidemocrático.


Apoyos sociales al régimen franquista


  • La oligarquía terrateniente y financiera recobró su hegemonía social y económica, grupos cercanos al poder franquista.
  • Los militares aseguraban materialmente la fuerza y su presencia se hacía sentir en toda la sociedad con el desarrollo de una mentalidad y disciplina jerárquicas, el apoyo popular por los desfiles y los uniformes, etc.
  • El clero El Estado se proclamó confesional y prohibió otras religiones, además, reconstruyó los templos y los colegios, hizo obligatoria la enseñanza de la religión.
  • Clases medias rurales del norte y de ambas Castillas y las clases medias urbanas, beneficiados de las depuraciones masivas al término de la contienda no estaban en condiciones de exigir nada que no fuera trabajo y fuertemente desmoralizadas por la derrota cuando no se habían mostrado ya en la guerra fieles a Franco.
  • Los trabajadores del campo (jornaleros) y los proletarios apoyan escasamente al régimen, pero la represión sistemática, el miedo a ser delatados, el hambre y la derrota desarmaron cualquier posibilidad de reacción durante muchos años, hacia 1946 comenzó una tímida resistencia en las ciudades de Barcelona, Bilbao y Madrid.


Familias políticas


En el “Nuevo Estado”, Franco se sirvió de falangistas y militares, pero tuvo también colaboradores en otros grupos ideológicos. Conocidas como las “familias” del régimen, se incorporaron al franquismo, junto a falangistas y militares, los siguientes grupos:
  • Falangistas: el partido único, Falange Española Tradicionalista y de las JONS (FET y de las JONS). En los gobiernos de Franco fueron disminuyendo el número de falangistas tras el fracaso del fascismo en Europa (finalizada la IIGM en 1945).
  • Los monárquicos, que nunca fueron un grupo de oposición muy combativo, estaban divididos entre carlistas y don juanistas. Los primeros que defendían la causa de don Javier de Borbón Parma, al que nunca pensó Franco dar el trono- recibieron algunos cargos en el seno del régimen, en cierta manera encarnaban el tradicionalismo católico y conservador que había defendido siempre el carlismo. Los partidarios de don Juan de Borbón. Algunos de estos monárquicos defendieron la solución de una «monarquía franquista» que encarnaría el joven Juan Carlos (hijo de don Juan), quien en 1967 era nombrado sucesor de Franco, y en 1969, juraba el acatamiento de los «Principios Fundamentales del Movimiento».
  • Católicos: numerosos colaboradores de Franco procedían de asociaciones religiosas (Asociación Católica, Opus Dei). Además Obispos y Prelados participaron directamente en Cortes franquistas. Desde la celebración del Concilio Vaticano II en 1962, se produjo un distanciamiento progresivo entre la jerarquía eclesiástica y la Dictadura.


Evolución política de la España Franquista (1939-1957)


1ª Etapa (1939-1945)

Finalizada la guerra civil, Franco cambiaba de gobierno en agosto de 1939. Por un lado, se seguía las pautas de todos los gobiernos de Franco –participan todas las familias políticas del régimen-, pero por otro, en esta primera fase hay un predominio cualitativo y cuantitativo de la Falange, debido al papel de Alemania en la escena internacional y a la reciente guerra civil. El hombre fuerte de esa etapa es Serrano Súñer «el Cuñadísimo».


2ª Etapa (1945-1957)

La coyuntura de 1945 es problemática para Franco. La derrota de las potencias del Eje (Alemania e Italia) suponía una verdadera amenaza para la supervivencia de la dictadura en España. Franco, como haría posteriormente siempre, se adaptó a las nuevas circunstancias, siguió contando con las mismas familias políticas, pero dándoles predominio en este caso a los católicos, a la vez que modificaba la orientación política del régimen mediante ciertos cambios institucionales y una ofensiva diplomática apoyada por la Iglesia que se convirtió en su gran apoyo internacional.


El conjunto de Leyes Fundamentales del franquismo (6 en este período) no responden a una determinada concepción del poder, sino que más bien son el intento de adecuar la organización legal del Estado a las circunstancias del momento. Así se fueron aprobando leyes orgánicas:
  1. El Fuero del Trabajo de 1938 definía a España como un Estado nacionalsindicalista, el ideal de Falange, regulaba las relaciones en el mundo del trabajo y creaba el Sindicato Vertical.
  2. Entre 1939 y 1942 se produjo la consolidación legal de un duro sistema represivo por medio de las leyes de Responsabilidades Políticas (1939), de Represión del Comunismo y la Masonería (1940) y de Seguridad del Estado (1941).
  3. Ley Constitutiva de las Cortes, 1942, éstas deliberarían sobre los borradores de las leyes, siguiendo las instrucciones del dictador, las cuales se aprobaban por unanimidad, se pretendía dar la imagen de una división de poderes y de representatividad social creando unas Cortes con más de quinientos procuradores, la mayoría de ellos nombrados directamente por el dictador.
  4. En 1945 se aprobará el Fuero de los Españoles, en apariencia una declaración de derechos, pero que sancionaba un régimen autoritario, de carácter confesional y derechos limitados, se reafirma el carácter tradicionalista y católico del sistema
  5. La Ley de Referéndum Nacional, 1945 que permitía al Jefe del Estado convocar un plebiscito para que el pueblo aprobara directamente una ley, tratando de demostrar que en España estaba reconocido el sufragio universal. Utilizando esta ley, se sometería a referéndum la Ley de Sucesión, que declaraba a España reino, confirmando a Franco como Jefe vitalicio del Estado y otorgándole la posibilidad de designar a su sucesor a título de rey.
  6. El franquismo recuperó parte de la retórica falangista en la Ley de Principios del Movimiento Nacional de 1958, donde se definía a España como una «unidad de destino en lo universal», una monarquía católica, social y representativa.


El aislamiento internacional

Todos estos cambios institucionales buscaban una imagen política que fuera aceptable en el ámbito internacional. Y ello era necesario, ya que, después de la Segunda Guerra Mundial se inició una campaña internacional que dejó aislada a España del mundo exterior. Los motivos no eran solamente la posición española en la II Guerra Mundial, sino también la propia guerra civil y, sobre todo, el régimen autoritario que existía en España, una dictadura. En febrero de 1946 la ONU rechazó la entrada de España. El 12 de diciembre de ese año, la Asamblea de la ONU vota la resolución por la que se prohíbe al gobierno de Franco a participar en organismos de la Naciones Unidas y recomendaba a los miembros de la ONU a retirar a sus embajadores de Madrid.
Se retiraron, en efecto, los embajadores (sólo permanecieron los de Argentina, Portugal y el Vaticano). España quedó fuera de la ONU, tampoco pudo recibir las ayudas del Plan Marshall.
A partir de 1948, la dinámica internacional favorece a España, por el clima de enfrentamiento que estaba entablándose entre EE.UU. y la URSS, es la “guerra fría”. España constituía un enclave estratégico de primer orden. En agosto de 1950 el Congreso Norteamericano aprueba la concesión a España de un préstamo. En noviembre de 1950 la Asamblea de la ONU deroga el acuerdo de diciembre de 1946; España, por tanto, ya podía ser admitida en los organismos internacionales (en 1951 es admitida en la OMS, en la FAO y, en 1953, en la UNESCO). Los embajadores volvían nuevamente en 1951.

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