26 May

La Crisis de la Monarquía Borbónica y la Guerra de la Independencia

1. La Crisis de la Monarquía Borbónica

Accede al trono Carlos IV, tras la muerte de Carlos III. Su carácter poco enérgico le llevó a estar condicionado por la influencia de su mujer María Luisa de Parma. Se dispuso a continuar la política reformista de su padre, el más importante representante del Despotismo Ilustrado en España. Mantiene en el poder a algunos de los políticos ilustrados como Floridablanca.

Todas las reformas que el rey emprendía se llevaban a cabo sin la participación de los ciudadanos, de ahí la frase «todos para el pueblo pero sin el pueblo», porque este sistema político obtiene sus ingresos de los impuestos que pagaban los sectores productivos. Por ello, las reformas eran inviables mientras sobreviviera el Antiguo Régimen.

El comienzo del reinado de Carlos IV coincide con el estallido de la Revolución Francesa. En Francia se estaba produciendo la primera revolución de tipo liberal que trataba de sustituir el modelo del Antiguo Régimen. El gobierno español modifica su política exterior y sustituye la amistad con Francia por la amistad con Gran Bretaña. Se produjo una censura ante todo aquello que llegara de Francia.

Manuel Godoy consigue la caída de Floridablanca y del Conde de Aranda, para beneficio propio con la ayuda de María Luisa. El Conde de Aranda había defendido una política pacifista. Su política fracasó. La guerra contra los revolucionarios franceses estaba próxima. El mismo Godoy trata de salvar a Luis XVI asilándolo en España. El rey francés fue guillotinado. Estos acontecimientos precipitaron una guerra de potencias europeas contra Francia. España, Austria, Rusia, Prusia y Reino Unido se enfrentaron a los franceses. Los franceses contraatacaron entrando en la península. Ante estos fracasos, España abandona la guerra. Francia devolvía a España sus conquistas realizadas.

Tras este fracaso, Godoy da un giro a su política que se había mantenido entre los Borbones de Francia y España. El valido extremeño firma el Tratado de San Ildefonso. Godoy es relevado del cargo por Jovellanos. Los ingleses vuelven a conquistar Menorca en 1801. España recupera Menorca, vuelve al poder y declara la guerra a Portugal: «La Guerra de las Naranjas».

Napoleón concentra todo el poder en Francia. Los ejércitos de Napoleón tenían carácter de invencibles, excepto en el mar. Las derrotas hispano-francesas produjeron la destrucción de la armada española. Los reyes y Godoy no captaron el malestar de los españoles, que acusaban a Godoy como principal responsable de la guerra. Esta situación produce una auténtica crisis de gobierno y pone fin al reinado de Carlos IV. Los partidarios del Príncipe Fernando llegaron a conspirar contra el rey. Esto se conoce como Conjura del Escorial.

Godoy y Napoleón firman el Tratado de Fontainebleau. Este tratado permite el acceso de las tropas francesas por el territorio español para invadir Portugal. El mismo tratado concretaba cómo este reino se dividiría. Una de ellas sería para Godoy. Las tropas francesas penetran en España estableciéndose en fortalezas y plazas fuertes de Cataluña y Navarra. Ahora Godoy comprende las intenciones de Napoleón e intenta poner a salvo a la familia real, conduciéndola a Sevilla para embarcar en América. Los reyes no aceptan y se dirigen a Aranjuez. Godoy fue detenido y Carlos IV fue obligado a abdicar en Fernando VII. El Motín de Aranjuez había sido orquestado por las clases privilegiadas que querían colocar en el trono a Fernando VII. El objetivo de Fernando VII era entrevistarse con Napoleón. Finalmente, lo consigue en Bayona, donde será conducido por Joaquín Murat. Napoleón obligó a devolver la corona de Fernando VII a su padre, Carlos IV. Éste traslada todos los derechos dinásticos a Napoleón, quien los cede a su hermano José Bonaparte.

El nuevo rey, José I, entrega el «Estatuto de Bayona», que se trataba de una carta otorgada, pero no llegó a ponerse en práctica por la Guerra de la Independencia. En el gobierno de José I participarían intelectuales y aristócratas. La marcha hacia Bayona de la familia real dejó un vacío de poder y una profunda insatisfacción en el pueblo. Murat, al mando del ejército francés, reprime este levantamiento.

Madrid queda en manos francesas, pero el levantamiento se generalizó por todo el país con la creación de Juntas Provinciales, quienes organizan su propia defensa en su zona frente a la ocupación francesa. Los miembros eran nobles, clérigos y burgueses. En septiembre, y buscando la coordinación entre las diferentes Juntas, a propuesta de Valencia se crea la Junta Suprema Central.

La guerra tuvo un carácter de independencia nacional, en ella participó el ejército y el pueblo mediante las guerrillas. La actuación de las guerrillas fue importante para la victoria final. Las guerrillas se componían por pequeños grupos de hombres que combaten al enemigo. La situación inicial de la guerra, favorable a España, hizo intervenir a Napoleón, quien volvió a ocupar Madrid. Europa obligaba a regresar a Napoleón a Centroeuropa sin finalizar la conquista, solo dominaría las grandes ciudades y principales rutas. La Junta Central firma una alianza con Inglaterra. Las tropas inglesas desembarcan en Portugal. Se configura un ejército anglo-hispano-luso. La guerra empieza a ser favorable para España. José I se retira a Valencia. Napoleón concentraba sus principales fuerzas en la campaña contra Rusia. José I se va hacia el norte. En abril, regresa al trono Fernando VII.

2. Los Comienzos de la Revolución Liberal: Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812

Los reformistas se dividían en tendencias:

  1. Los Afrancesados: De clase alta e ilustrada, aceptan a José I porque pensaban que en Napoleón había posibilidad de reformas. Fueron calificados de traidores por el pueblo. Muchos salieron de España. Defendían una monarquía autoritaria.
  2. Los Ilustrados: Seguidores de Jovellanos. Coincidían en realizar reformas. Admiraban el sistema político de Gran Bretaña. No eran partidarios de la separación de poderes. Se encontraban más cerca del Despotismo Ilustrado que del liberalismo.
  3. Los Liberales: Rechazan lo francés. Eran partidarios de una cámara única y de una constitución escrita. Pertenecían a la clase burguesa e intelectual. Destacan la importancia de la soberanía nacional, la división de poderes y el sufragio censitario.

Se disuelve la Junta Central. El proceso de elección de diputados a Cortes y su reunión en Cádiz fue difícil. En un país dominado por los franceses era imposible una elección de sus representantes. Los vencedores de la convocatoria fueron liberales. La primera sesión de las Cortes tuvo lugar en la Isla de León, fueron llevadas a la ciudad de Cádiz, a San Felipe Neri. Se apreciaba una clara división en dos grupos: los que deseaban el mantenimiento del Antiguo Régimen y los que tenían como lema «la soberanía de la nación». La opinión de los liberales triunfó y se eliminó el Antiguo Régimen.

La Constitución de 1812

Representa la obra de las Cortes de Cádiz. El proyecto constitucional fue elaborado por Antonio Ranz y la comisión fue presidida por Diego Muñoz. Las Cortes Extraordinarias, con sesiones extendidas, no se limitan al estudio de la situación del país. El objetivo es un estado basado en la monarquía parlamentaria. En ella se plasman las ideas salidas de múltiples sesiones. En cuanto a la división de poderes, el rey dispondrá solo del poder ejecutivo, la justicia en los tribunales y las Cortes el poder legislativo. Las Cortes eran unicamerales. Garantizaban algunos derechos individuales como la libertad, el derecho a la propiedad y la libertad de expresión. Proclamaban el régimen monárquico hereditario.

Las obras legislativas tienen las siguientes reformas:

Reformas Económicas:
  • Se introduce la práctica del liberalismo económico.
  • Los propietarios podrán vender fincas.
  • Se establece libertad de comercio, precios y salarios.
  • Se abolieron los gremios y el Consejo de la Mesta.
Reformas Agrarias:
  • Se realiza la expropiación de numerosos conventos que fueron suprimidos por el gobierno.
  • Podrán pasar a manos privadas mediante venta.
Reformas Ideológicas:
  • Está marcado por la abolición de la Inquisición.
  • Sus bienes pasaron al Estado y comienza el inicio de las libertades de expresión.

3. El Reinado de Fernando VII: Absolutismo y Liberalismo

El reinado de este monarca presentará la realidad de la España del siglo XIX. Podemos dividir su reinado en tres períodos:

  1. El Sexenio Absolutista: Comienza con la entrada del rey de España. Un importante sector de la nobleza absolutista le presentan el «Manifiesto de los Persas», solicitándole el regreso a la situación del Antiguo Régimen. El rey responde derogando la obra legislativa de las Cortes de Cádiz, restaurando el absolutismo, lo que producirá una profunda crisis económica. Esta situación exasperó a las fuerzas liberales, que ejercían una seria oposición a Fernando VII. Los pronunciamientos militares serán una constante que pretenden obligar al monarca a proclamar la Constitución.
  2. El Trienio Liberal: Se inicia con el pronunciamiento de Riego, que triunfa en distintos acuartelamientos. Fernando VII jura la Constitución de 1812. Los liberales derrotaron a los absolutistas. Se encuentran los liberales moderados y los liberales exaltados. La obra gubernativa de los liberales será una acelerada carrera de reformas. También se avanzó en materia religiosa y en la reforma de la Hacienda. Los enfrentamientos continuos entre los liberales y el rey llevarán a éste a pedir ayuda a las potencias absolutas europeas agrupadas en la Santa Alianza.
  3. La Década Ominosa y la Crisis Sucesoria: Será la última etapa del reinado de Fernando VII, caracterizada por la represión que inicia contra los liberales y el restablecimiento de un absolutismo anacrónico. La sociedad está inmersa en una profunda crisis que se observa en un atraso de la agricultura. Incorporan la institución del Consejo de Ministros. Fernando VII encontrará el rechazo de los sectores más absolutistas, que comienzan a agruparse en torno a la figura de Carlos María Isidro. Este será el primer aviso de las bases sociales que formarán el futuro movimiento carlista. El problema sucesorio se resuelve cuando se casa con María Cristina de Nápoles, que tuvo a Isabel. Aunque la Ley Sálica impedía el reinado a una mujer, Fernando VII aprobaría la Pragmática Sanción, que permitiría subir al trono a Isabel. Los carlistas no se darán por vencidos y son derrotados. Tras la muerte de Fernando, sube al trono su hija Isabel, pero como era menor de edad, reinará la regencia de su madre. Carlos María Isidro no acepta la proclamación de su sobrina y comienza la Primera Guerra Carlista.

4. La Emancipación de la América Española

Las raíces del proceso de independencia de las colonias españolas en América tenemos que buscarlas en distintas causas: las nuevas ideas y cambios culturales y políticos, la experiencia de autogobierno de la burguesía criolla ante la Guerra de Independencia Española contra los franceses.

El comienzo del proceso de independencia colonial en América: los criollos configuran sus juntas revolucionarias contra el poder español. Podemos establecer dos fases:

  • Nacen los primeros focos criollos rebeldes. La situación de guerra que sostiene España contra los franceses imposibilita una reacción contundente contra estos primeros núcleos independentistas. Con el final de la Guerra de la Independencia entre España y Francia…
  • Se produce una segunda oleada independentista. Es la época de las grandes campañas militares entre españoles e independentistas. Simón Bolívar obtiene distintas victorias y alcanza la liberación de Ecuador, Colombia y Venezuela.

España pierde su imperio colonial, excepto Cuba y Puerto Rico. Desde el punto de vista económico, estas pérdidas coloniales americanas marcaron un enorme desprestigio al régimen de Fernando VII, cada vez más asediado por las fuerzas liberales.

Deja un comentario