01 Dic

Cultura: La Relación entre el Hombre y el Mundo

La cultura es un componente esencial de la persona, definiendo la relación entre el ser humano y el entorno en el que vive. El hombre, al ser un ser inacabado y en constante evolución, experimenta un crecimiento tanto interior como exterior a través de la cultura.

Crecimiento Interior: Cultivarse a Uno Mismo

El crecimiento interior, o cultura subjetiva, se refiere al proceso de cultivarse a uno mismo, expandiendo el conocimiento y enriqueciendo el interior. Este proceso se logra a través de la inteligencia y la voluntad, impulsado por la educación. Cultivarse implica completarse, superar la inacabación inherente a la condición humana y buscar la perfección a través del saber. A diferencia de los seres biológicos u objetos, que son completos desde su origen, la persona se completa a sí misma mediante el conocimiento.

Crecimiento Exterior: La Relación con el Mundo

El crecimiento exterior, o cultura objetiva, se manifiesta en la relación de la persona con el mundo que le rodea. El ser humano, a diferencia de otros seres adaptados a la naturaleza, necesita transformar su entorno, creando civilizaciones, organizando el espacio y construyendo su hábitat. La cultura objetiva refleja cómo cada sociedad configura su espacio vital, mostrando los rasgos característicos de cada lugar.

La Cultura y la Apreciación del Arte

La cultura también abarca la sensibilidad natural para apreciar el arte. Esta capacidad de descubrir la belleza en las cosas, sin un fin utilitario, demuestra la dimensión emocional del ser humano y su capacidad de admiración.

En resumen, la cultura es la forma en que el hombre configura su entorno, la organización del mundo humano, es decir, la sociedad.

Niveles de la Cultura

Cultivar: Humanizar el Entorno

Este nivel se refiere a la cultura en su sentido objetivo, buscando humanizar el cuerpo y sus actividades, así como dominar el entorno natural. Implica la creación de instituciones, leyes, sistemas económicos y educativos, y costumbres que identifican a un grupo social. La cultura objetiva se relaciona estrechamente con la cultura subjetiva, ya que la organización social facilita el crecimiento interior de las personas.

Cultivar en: El Crecimiento Interior

Este nivel se centra en el cultivo personal, la configuración de la esencia a través de la existencia. Representa el deseo de conocimiento, la búsqueda de completarse como persona. Al ser seres potencialmente inacabados, nos situamos en el horizonte del conocimiento con la voluntad de aprender, buscando la perfección a través del saber. Sin embargo, este proceso es infinito, ya que siempre habrá la aspiración de saber más. El problema actual reside en la tendencia a reducir la cultura a lo material, descuidando el aprendizaje y generando ignorancia.

Culto: La Dimensión Espiritual

Este nivel se refiere a la dimensión espiritual o religiosa, la relación con la divinidad o la trascendencia.

Interrelación de los Niveles

Es importante destacar que estos tres niveles están interrelacionados. La división es una herramienta para facilitar la comprensión, pero en la realidad, todos los aspectos de la cultura están intrínsecamente ligados.

  • La educación, como parte de la organización social, refleja la búsqueda del crecimiento interior.
  • El culto está influenciado por las costumbres de cada lugar, manifestándose en la creación de espacios y objetos para la práctica religiosa.

La cultura es la mediación simbólica entre el hombre consciente y la realidad, permitiendo al ser humano apropiarse de la realidad y hacerla suya.

Evaluación de las Culturas

La diversidad cultural nos lleva a cuestionar si existen culturas superiores a otras. Para evaluar una cultura, es necesario analizar si se adecúa a la verdad, la belleza y el bien de manera sincera, considerando si se rige por valores universales y no se deja llevar por el materialismo, el egocentrismo o la avaricia.

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