22 Oct
La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
Contexto Histórico
Entre junio y agosto de 1917, España se vio sumida en una profunda crisis que la llevaría a la quiebra. Tres revoluciones consecutivas marcaron este año:
- Revolución Militar: Las Juntas de Defensa se opusieron al ascenso por méritos de guerra, exigieron mejoras salariales y mayor respeto por parte del gobierno y el pueblo.
- Revolución Burguesa: Se demandó autonomía para las mancomunidades.
- Revolución Política y Social: Una Asamblea de Parlamentarios se organizó contra el gobierno, mientras que la UGT y la CNT convocaron una huelga general exigiendo la reducción del coste de la vida.
A estos acontecimientos se sumaron:
- El fracaso del sistema político del turnismo bipartidista.
- El creciente protagonismo del Ejército en la vida política, agravado por el desastre de Annual.
- El auge de los nacionalismos periféricos.
- La conflictividad social marcada por el pistolerismo, el paro y la inflación.
Este contexto desembocó en el golpe de Estado del capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, el 13 de septiembre de 1923.
El Directorio Militar (1923-1925)
Documento 1: Manifiesto de Primo de Rivera
En su manifiesto, Primo de Rivera justificó el golpe de Estado por la inestabilidad política, la conflictividad social y la crisis económica. Prometió un «remedio radical» a la situación y estableció un Directorio Militar en Madrid con carácter provisional. La dictadura contó con el apoyo de la alta burguesía, la Iglesia, el Ejército, los terratenientes y la oligarquía, incluyendo al rey Alfonso XIII.
El Directorio Militar declaró el estado de guerra, suspendió la Constitución, disolvió las Cortes y militarizó el orden público. Se reprimió a anarquistas y comunistas. Se crearon los delegados gubernativos y el Estatuto Municipal con el objetivo de acabar con el caciquismo, pero solo lograron sustituirlo por uno nuevo. La Unión Patriótica se convirtió en el único partido, reflejando el populismo y autoritarismo del dictador.
La Cuestión de Marruecos
La intervención franco-española en Marruecos culminó con la derrota de Abd-el-Krim en 1926. Este éxito le valió a Primo de Rivera el apoyo de la ciudadanía, el Ejército, los empresarios y la Hacienda.
El Directorio Civil (1925-1930)
Documento 2: Propuesta de Primo de Rivera
Tras resolver la cuestión de Marruecos, Primo de Rivera propuso al rey Alfonso XIII la sustitución del Directorio Militar por uno Civil en 1925, con el objetivo de «reconstruir y reeducar administrativamente y políticamente» a España. Aunque se mantuvieron suspendidos los preceptos constitucionales, el Directorio Civil intentó institucionalizar el régimen. Se creó la Asamblea Consultiva Nacional para elaborar un proyecto de Constitución, pero este fracasó al no lograr integrar a la oposición.
Economía Durante la Dictadura
Documento 3: Mis servicios a España de Calvo Sotelo
La dictadura coincidió con el auge económico internacional de «Los felices años 20». Calvo Sotelo, ministro de Hacienda, destacó en su obra las decisiones económicas tomadas durante la dictadura, basadas en el nacionalismo económico y el intervencionismo estatal. Se promovió el consumo de productos nacionales, se impulsó la industria y se fomentó la construcción de obras públicas como propaganda del régimen.
Documento 4: Crecimiento Industrial
La industria española experimentó un gran crecimiento. La producción de cemento pasó de 729 toneladas en 1922 a 1820 en 1930, y la del acero también aumentó considerablemente. Las ayudas estatales a las industrias contribuyeron a este desarrollo.
Caída de la Dictadura y Consecuencias
A pesar del crecimiento económico y los intentos de legitimación, la dictadura de Primo de Rivera cayó en 1930. La oposición de intelectuales, republicanos, anarquistas, comunistas, sectores del ejército y nacionalistas, junto con la crisis económica derivada del Crack del 29, contribuyeron a su fin.
Documento 5: Reflexiones de Ángel Ossorio
Ángel Ossorio, futuro diputado de las Cortes, señaló que la dictadura no había solucionado los problemas de España. La Hacienda estaba «rota», el ejército fragmentado, la educación en declive, la moneda desvalorizada y la justicia debilitada. Las fuerzas que impulsaban el progreso estaban «destrozadas», mientras que el caciquismo y los extremismos nacionalistas estaban en auge.
La Dictablanda y la Segunda República
Tras la dimisión de Primo de Rivera, se formó el gobierno de Dámaso Berenguer, conocido como la «dictablanda». Su objetivo era el retorno a la normalidad constitucional, pero este ya no era posible. El Pacto de San Sebastián en 1930 dio paso a la Segunda República, mientras que Alfonso XIII se exiliaba.
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