22 Jul

La economía durante el franquismo: de la autarquía al desarrollismo.

La etapa de la autarquía (1939-1959). El principal objetivo franquista tras la guerra fue conseguir la **autosuficiencia económica** (autarquía). Por ello, la política económica fomentó el aislamiento del exterior y la sustitución del mercado libre por la intervención del estado en la economía. Tres fueron los grandes ámbitos de actuación en la política económica autárquica:

  • La reglamentación del comercio exterior, totalmente controlado por el estado. Solo se importó lo que era imprescindible. El resultado fue un encarecimiento de los productos, gran escasez de bienes de consumo, de materias primas y un acusado descenso de la producción industrial.
  • Fomento de la industria con la creación de empresas públicas y la nacionalización de sectores imprescindibles de la economía. Se fomentaron las industrias estratégicas y de bienes de equipo con gran ayuda por parte del estado. Se nacionalizaron RENFE, Telefónica, y se fundó el INI (Instituto Nacional de Industria) destinado a promover una nueva política industrial. Se impulsó la creación de numerosas empresas públicas cuya finalidad era dotar de bienes y servicios que el sector privado no prestaba. Las principales empresas de este Instituto fueron: Iberia, Banco Exterior de España, Endesa, ENSIDESA, ENHER, etc.
  • Regulación de la producción, la comercialización, los precios y el consumo en el sector agrario. Los bajos precios agrícolas provocaron un descenso de la producción y de la productividad por hectárea. La rígida reglamentación de la economía autárquica española conllevó el control del mercado por el estado y trajo como resultado un desabastecimiento generalizado de alimentos y el consiguiente racionamiento de los productos de primera necesidad a través de las cartillas de racionamiento. Algunos productores escondieron parte de su producción para venderla en el mercado negro, con lo cual obtuvieron espectaculares beneficios, llegando a cuadruplicar los precios oficiales.

Fueron años de duras condiciones de vida, en los que la miseria se generalizó (salarios bajos, escasez de productos y precios altos). El coste de la vida en esta etapa llegó a incrementarse un **500%** con respecto a los años anteriores a la guerra. La población experimentó una caída en su nivel de vida, ya que sus ingresos estaban muy por debajo de los costes de la vida. El hambre afectó a una parte de la población y se extendieron por España fenómenos marginales como el **chabolismo**.

La etapa del desarrollismo (1959-1973)

En estos años, la economía española experimentó un **boom económico**, un salto sin precedentes con una rápida industrialización, de manera que España se aproximó al modelo de países industrializados de Europa occidental, si bien con niveles de renta inferior. Este salto se debió a dos factores: el cambio en la política económica (Plan de Estabilización y Planes de Desarrollo) y la buena coyuntura económica internacional.

A finales de la década de los cincuenta, la situación económica de España era preocupante. Por ello, Franco incorporó al gobierno a un grupo de técnicos expertos en economía, los **tecnócratas** (Navarro Rubio, Ullastres) que prepararon el **Plan de Estabilización de 1959**. Este plan, ideado por el economista Joan Sardà i Dexeus, tenía dos objetivos: frenar la inflación y liberalizar el sector exterior, es decir, facilitar la integración de la economía española en los mercados internacionales. Se flexibilizaron las importaciones y exportaciones, se autorizó la importación de capitales y se devaluó la peseta. Además, se consiguieron importantes créditos del FMI y de la OECE.

Los efectos positivos del Plan de Estabilización empezaron a notarse a partir de 1961, cuando se inició una etapa de **expansión económica sostenida**, bastante espectacular a partir de 1963: el producto industrial creció cerca del **160%**, la renta per cápita aumentó y el crecimiento del PIB fue superior a otros países europeos.

Factores del despegue económico

Este despegue económico se basó en la aparición de nuevos recursos económicos:

  • El hecho de que en España hubiera una dictadura en la que se reprimía el movimiento obrero dio lugar a una mano de obra más barata que en el extranjero, lo que atrajo inversiones del capital extranjero.
  • La llegada de un número creciente de turistas extranjeros a las zonas costeras de España, fenómeno relacionado con la fuerte devaluación de la peseta. Las divisas del turismo constituyeron una de las fuentes de financiación más importantes del desarrollo español.
  • El auge económico de Europa animó a muchos españoles a emigrar, lo que trajo un doble beneficio: incremento de las divisas con el envío de parte de su sueldo a sus familiares, y reducción del índice de paro.

Otra causa de la expansión económica de España fueron los **Planes de Desarrollo** impulsados por el gobierno: a imitación de Francia, eran orientativos y hubo tres, de duración cuatrienal, entre 1963 y 1975. El Estado preparaba infraestructuras y estimulaba al capital privado a invertir en determinadas áreas y sectores mediante subvenciones, créditos blandos o ventajas fiscales. Surgieron así nuevas ciudades industriales como Zaragoza, Pamplona, Valladolid, Huelva, Vigo, Coruña, Burgos, Sevilla, etc.

El resultado del desarrollismo fue un importante salto en la industrialización, con una gran importancia del sector público que giraba en torno al INI; los focos industriales tradicionales (Cataluña, País Vasco, Madrid, Asturias) siguen siendo los más importantes. Hubo un fuerte auge de las industrias de bienes de consumo debido al fenómeno del consumo de masas: menaje de hogar, industria automovilística.

No obstante, se mantienen fuertes desequilibrios regionales con zonas al margen del proceso de industrialización (Castilla La Mancha, Extremadura y Andalucía) y se trataba de una industria protegida por aranceles, poco competitiva en los mercados exteriores.

Modernización agraria y limitaciones del modelo

Desde 1960 tuvo lugar la **modernización agraria**: mecanización del campo, uso masivo de fertilizantes y de productos fitosanitarios y éxodo rural. Adquirió gran desarrollo la agricultura hortofrutícola del Mediterráneo, que se orientó hacia las exportaciones y hacia la transformación en la industria agroalimentaria.

A pesar de todo, el modelo de crecimiento de la economía española presentó grandes limitaciones debido a:

  • La actuación económica del estado se centró en el sector industrial y de servicios, quedando abandonada la agricultura.
  • La fuerte dependencia de la tecnología y de las inversiones extranjeras.
  • El estado no fue capaz de cumplir su papel de redistribución, ni de impulsar la creación de infraestructuras adecuadas para garantizar el crecimiento económico.

Todas estas deficiencias se pusieron de manifiesto cuando estalló la **crisis del petróleo de 1973** y las inversiones extranjeras en España se redujeron, y muchas de las empresas extranjeras recortaron empleo e inversión.

Deja un comentario