14 Sep
La Escultura Griega
a) Contexto Socio-Histórico
En el siglo XII a. C., los dorios, indoeuropeos procedentes de los Balcanes, invadieron Grecia. Conocedores del hierro, se establecieron en el Peloponeso tras dominar a los aqueos. Muchos de los anteriores habitantes de Grecia, como los jonios, huyeron ante su llegada hacia las islas y las costas de Asia Menor. A partir del siglo VIII a. C., los griegos comenzaron a fundar colonias por todo el Mediterráneo, lo que permitió el desarrollo del comercio y facilitó el contacto con otras culturas.
Los griegos se organizaban políticamente en ciudades-estado independientes, llamadas polis. Algunas polis, como Esparta, vivían de la agricultura, dominadas por la aristocracia guerrera y su régimen político era oligárquico. Otras, como Atenas, eran de economía comercial y su régimen era democrático. Atenas, gracias a las reformas políticas de Solón y Clístenes en el siglo VI, había llegado en el siglo V con Pericles a la democracia, sistema basado en el gobierno del pueblo y en la igualdad entre los ciudadanos. Este rasgo distinguía a Grecia de los imperios teocráticos y absolutos orientales (como Egipto y Mesopotamia). En Grecia, el individuo podía desarrollarse libremente; la cultura griega era antropocéntrica – giraba en torno al hombre.
Los griegos compartían una lengua, una cultura y una religión común. Eran politeístas. Sus dioses eran representados en forma humana y los imaginaban dotados con las mismas virtudes y defectos de los hombres, a los que podían ayudar o castigar. Les rendían culto en templos y santuarios (Delfos, Olimpia), lo que unía a todas las polis griegas. Los Juegos Olímpicos, celebrados cada cuatro años en honor de Zeus, son el mejor ejemplo de este culto panhelénico. Era una religión sin dogmas ni sacerdotes.
Fueron los griegos los primeros en intentar dar una respuesta racional, no mágica, a los misterios del hombre y la naturaleza, mediante la filosofía. Concebían el mundo como un cosmos ordenado y bello; lo bello es una idea, análoga a la verdad y la bondad. Existía armonía entre el orden humano y el divino. Para los filósofos pitagóricos y sus discípulos, Platón entre ellos, la música y las matemáticas eran la estructura oculta del cosmos. El arte debía reflejar esa belleza a través de la armonía y el equilibrio. Para Platón, “la medida y la proporción realizan en todas partes la belleza y la virtud”. La belleza, la bondad y el bien tienen una naturaleza ideal común.
b) Características Generales de la Escultura
- El escultor griego realiza sus obras por placer estético, buscando la belleza ideal, al margen de su significado religioso.
- La figura humana es considerada la expresión de esa belleza ideal, física y espiritual, (“kalokagazia”), especialmente el cuerpo masculino desnudo. El desnudo es democrático, como la muerte (Lange). Según Protágoras, “el hombre es la medida de todas las cosas”.
- Naturalismo idealizado en las esculturas, ya que se trata de representar al Hombre perfecto, sin defectos, verdaderos arquetipos.
- Búsqueda de la perfección formal a través de la medida y de la proporción. Para ello fijan un canon o sistema de relaciones matemáticas entre todas las partes del cuerpo.
- También buscan la armonía, serenidad y equilibrio entre el autodominio (ethos) y la expresión de los sentimientos (pathos), especialmente en los rostros.
- Estudio de la anatomía en tensión y del movimiento, pero equilibrado.
- Los temas preferidos son los mitológicos (dioses y héroes), pero también atletas.
- Materiales: todos (madera, piedra, oro, marfil, etc.), pero prefieren el mármol y el bronce.
- Esculturas policromadas, aunque se hayan perdido los restos de color por el paso del tiempo.
c) Evolución de la Escultura Griega
Se pasa por tres periodos o etapas (incluiremos en cada una de ellas el apartado d) Escultores y obras más representativas):
Etapa Arcaica (desde el siglo VII hasta el 480 a.C.)
Escultura Exenta
Las primeras muestras de la plástica griega fueron las xoana de madera, que no se han conservado, y exvotos en marfil y barro realizados como ofrendas a los dioses y destinados a los templos. La “Hera de Samos” y la “Dama de Auxerre”, en el Louvre, son versiones en piedra de las xoanas de madera.
También tenían función votiva los kouroi (atletas jóvenes desnudos, victoriosos en los juegos, heroicos y altivos, imagen simbólica de la aristocracia, la única que en esta época interviene en los Juegos Olímpicos) y las korai (sacerdotisas vestidas, con el “chitón” o el “himatión”, típicos de Atenas, o a veces con la rígida túnica dórica llamada “peplo”), que se colocaban alrededor de templos y santuarios, surgidos para cobijar imágenes de la divinidad a la que se dedicaban.
Ambos presentan influencia egipcia en su frontalidad, con brazos pegados al cuerpo y pierna izquierda avanzada, rigidez, geometrismo, ojos almendrados, rizada cabellera y “sonrisa arcaica” estereotipada.
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