09 Oct

La Unión Liberal y la Crisis (1856-1868)

O’Donnell restablece el régimen de 1845 y, buscando la estabilidad, no rompe con los progresistas, a quienes promete seguir con la desamortización y ampliar las libertades con un Acta Adicional a la Constitución de 1845. En 1856 funda la Unión Liberal, un partido centrista, formado por moderados poco conservadores y progresistas moderados. La Reina y los conservadores se oponen, destituyéndolo en 1856 y sustituyéndolo por Narváez, quien suprime el Acta Adicional y paraliza las leyes del periodo anterior. El regreso de O’Donnell busca una alternancia política pacífica y ampliar el apoyo social y político. La reactivación de las leyes del Bienio Progresista da sus frutos: la desamortización reduce la deuda y se construyen ferrocarriles. Son años de relativa paz. En 1861, Ramón Pérez del Álamo lidera una rebelión campesina porque la desamortización les priva de tierras municipales y exigen un reparto y la República. O’Donnell desarrolla una política exterior de prestigio, aunque poco rentable: campañas en Marruecos, expedición a Indochina y México, con Juan Prim como figura destacada.

Los sucesores de O’Donnell son moderados corruptos, autoritarios y represivos, como Narváez, apoyado por la Reina. Se crea una coalición que identifica el autoritarismo moderado con Isabel II. Intelectuales críticos son expulsados de sus cátedras, lo que provoca manifestaciones estudiantiles. Prim se subleva, fracasa y huye. Los sargentos del Cuartel de San Gil, que crean una junta revolucionaria progresista, son fusilados por orden de Narváez. En 1866, Prim acuerda con los excluidos en Ostende derrocar al gobierno y que unas Cortes elegidas por sufragio universal masculino decidan entre monarquía o república.

España sufre una crisis:

  • Parón en la construcción del ferrocarril y crisis internacional debido a la Guerra Civil estadounidense, que reduce la importación de algodón y genera desempleo.
  • Malas cosechas, que evidencian una agricultura arcaica y de subsistencia.

El sistema moderado de 1845 e Isabel II se quedan sin líderes. González Bravo intensifica la represión. La Revolución de Septiembre de 1868 despierta entusiasmo y optimismo, iniciando el primer ensayo democrático de la historia de España (1868-1874).

La Legislación Económica Liberal y la Nueva Sociedad de Clases

España era un país agrario, por lo que el número de personas que trabajaban en la agricultura era importante. Sin embargo, la producción se estancó y la propiedad no se podía vender fácilmente. Los propietarios explotaban las tierras con arrendatarios y la supremacía de la ganadería limitaba la libertad de cultivos. Desde la década de 1830, se produce una transformación por la modificación del régimen de propiedad de la tierra y la introducción de innovaciones técnicas, culminando este proceso con las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz. La venta de tierras impulsa la agricultura, pero no logra modificar la estructura de la propiedad ni generar inversiones en la industria. Los estamentos son sustituidos por clases sociales diferenciadas por el dinero, creando una nueva desigualdad propia del capitalismo:

Aristocracia

Sin privilegios jurídicos, mantiene sus propiedades y se adapta al nuevo régimen liberal conservador, enriqueciéndose con la desvinculación y compra de bienes, e invirtiendo en otros negocios. Es el grupo dominante, con un 40-50% de representación en el Senado, actuando como un freno conservador permanente.

Burguesía

Protagonista del cambio político. La alta burguesía milita en el moderantismo y busca emparentar con la aristocracia, preservando su estatus. Teme la sublevación popular, por lo que apoya al poder ejecutivo en un Estado centralizado. La baja burguesía, excluida del poder político por el sufragio censitario y el poder moderador de la Corona, milita en partidos liberales progresistas o radicales.

Campesinado

Dos tercios de la población, tradicionalistas y sumidos en el silencio. Perjudicados por la adaptación del régimen de propiedad agraria a una economía de mercado. Con la venta de los bienes desamortizados, surge el latifundismo en la mitad sur, extendiendo la proletarización, que será caldo de cultivo para los movimientos anarquistas del siglo XX. En el norte, los campesinos se empobrecen y se unen al carlismo.

Proletariado Industrial

Concentrado principalmente en Cataluña. El movimiento obrero se extiende a través de folletos foureristas y cabetistas. Hasta 1868, los obreros se sienten atraídos por demócratas y republicanos. A partir de 1868, contactan con la Primera Internacional de Trabajadores (1864-1876), afianzando su conciencia de clase.

Iglesia

Atacada por el liberalismo. A la evasiva del Papa para reconocer a Isabel II como reina, se suman la exclaustración de religiosos y la desamortización, reduciendo su poder e influencia, que será utilizada a favor de los carlistas. A partir del Concordato de 1851, recupera influencia en los sectores conservadores. Sin embargo, queda aislada, distanciándose de intelectuales y proletarios.

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