04 May
El Quitasol:
Se encuentra en el Museo del Prado, sus autores son Francisco de Goya y Lucientes en 1777. Es de estilo rococó y de tema costumbrista. –Compositivamente las figuras aparecen en primer término bajo una forma piramidal cuyo vértice queda enmarcado entre las cabezas de los dos protagonistas. Por detrás de ellos, la presencia de una pared en diagonal separa la escena en dos mitades, la inferior con la figura de la muchacha y la superior con el personaje masculino y el paisaje arbolado, que confiere a la escena una gran profundidad. –La línea del horizonte baja enfatiza el grupo y nos lo muestra en contrapicado, lo que nos indica que debía decorar una sobrepuerta o la parte superior de una ventana. Pensado para ser pasado a tapiz, el dibujo domina todas las formas ayudado por un acertado claroscuro que utiliza las zonas claras para iluminar los rostros de los dos personajes. –Destaca la gama cromática, de tonos cálidos, entre los que resaltan el amarillo, el blanco y el azul del vestido de la muchacha, con notas de color oscuro como es el perrito que reposa en su regazo. El verde intenso de la sombrilla se funde con las tonalidades del arbolado del fondo. –Carácterístico de este primer Goya es el Realismo de la representación, a la vez que su espontaneidad y naturalidad. –La sociedad aristocrática española del último tercio del S.XVIII gustaba de imitar las maneras y formas de vida de las clases populares. De ahí surgíó el interés por las representaciones de la vida del pueblo. –No fue ajena a este gusto la realeza, que encargó a la Real Fábrica de Tapices series temáticas con estos motivos. El resultado fue un conjunto de tapices costumbristas, cuyos cartones fueron encargados a Goya, que ponen de relieve la cotidianeidad de la sociedad acaudalada a final del XVIII. –El quitasol hacía pareja con otro cartón de tema popular titulado El bebedor y formaba parte de un grupo de diez, destinados a decorar el comedor de los Príncipes de Asturias en el palacio de El Pardo. –La escena representa una jovencita vestida según la moda francesa que, en actitud un tanto maliciosa, se deja corteja por un criado caracterizado a los “majo”, ejemplo de aquellos acompañantes de las mujeres casadas de elevada clase social. –Diversas obras francesas de estilo Rococó, como por ejemplo Concierto en el parque de Boucher, coinciden como posibles modelos de esta obra. Sin embargo, es Vertumno y Pomona de Jean Ranc, un cuadro de estilo neoclásico, el que más a menudo se ha citado como antecedente de El Quitasol.
La familia de Carlos IV:
Se encuentra en el Museo del Prado, su autor es Francisco de Goya y Lucientes en 1800-1801. Es de estilo neoclásico / ROMántico. –Goya concibe esta pintura como un retrato familiar real de un modo absolutamente moderno, que se acerca a una instantánea fotográfica. –En una escena anodina despojada de ricas escenografías efectistas, el pintor concibe las figuras a la manera de un friso paralelo al plano del cuadro, con una alineación columnaria de influencia neoclásica, apartada de falsas posturas teatrales. Internamente, el pintor divide a los personajes en tres grupos de cuatro: uno central, con los reyes; uno encuadrado a la izquierda, dominado por la figura del futuro rey Fernando VII; y otro a la derecha, con los príncipes de Parma. En el tratamiento de los personajes destaca la capacidad psicológica de los retratos individualizados, mostrando, por ejemplo, la arrogancia y vanidad de la reina o la carencia de autoridad del rey. –La luz, que llega desde la izquierda, enfoca directamente al grupo central, potenciando la brillantez de las joyas y medallas que lucen, en especial, los monarcas. La pincelada, densa, vigorosa pero segura, deja en un segundo plano la línea y el dibujo, aunque no por ello abandona la perfección en el detalle. Cromáticamente, el conjunto presenta un gran esplendor, fundamentado en el dorado y el amarillo, perfectamente equilibrado por los azules y los rojos. –Goya realiza un retrato del grupo de la familia real española. En el centro aparece los monarcas Carlos IV y María Luisa, con sus dos hijos menores, el infante Francisco de Paula, que es el que va de rojo y María Isabel. A la derecha de la infanta se sitúa el infante Fernando, acompañado por su futura esposa, que por el hecho de no saber aún quién sería, se le oculta el rostro. En medio de ellos aparece la hermana del rey, María Josefa, y en el extremo, el infante Carlos María Isidro. A la izquierda del monarca se agrupan Antonio Pascual, hermano de Carlos IV, la infanta Carlota Joaquina y los príncipes de Parma, Luis de Borbón y María Luisa, que lleva en brazos a su hijo Carlos Luis. Detrás de Fernando VII y escondido en la penumbra, se halla el autorretrato de Goya. –Según las últimas fuentes documentales descubiertas, parece que Goya no tuvo la intención de caricaturizar a los personajes reales, aunque tampoco quiso hacer ningún tipo de imagen aduladora. –Goya siempre admitíó que había tenido tres maestros: Velázquez, Rembrandt y la naturaleza. Del primero acertamos ver aquí la influencia de su célebre cuadro Las Meninas, no solo por la naturalidad escénica, sino por la aparición del autorretrato mirando al espectador. De Rembrandt, recoge a la perfección el juego de claroscuros.
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