30 May

Estética Trascendental

Nuestros sentidos captan las sensaciones. A partir de las sensaciones, nuestra sensibilidad elabora una representación del objeto que es la intuición. La multiplicidad de las sensaciones que nos llegan son agrupadas y ordenadas en intuiciones por dos elementos a priori que posee el sujeto: el espacio y el tiempo.

El espacio y el tiempo son dos formas a priori de la sensibilidad; también «intuiciones puras». No proceden de la experiencia, sino que la preceden como condiciones que la hacen posible. Tampoco son conceptos elaborados por el entendimiento, sino representaciones de la sensibilidad vacías de contenido; son como dos coordenadas en las que se ordenan las sensaciones.

El espacio es una forma a priori de la sensibilidad externa: sintetiza y ordena las informaciones procedentes de la experiencia externa. El resultado de esta unificación y ordenación de las sensaciones en el espacio-tiempo es el fenómeno. Todo lo que vemos lo percibimos ante todo como un fenómeno en el tiempo y en el espacio. Antes de experimentar algo, sabemos que, sea lo que sea, lo captaremos como un fenómeno en el tiempo y en el espacio.

Distinción fundamental entre fenómeno y noúmeno. Nuestro conocimiento se halla limitado al mundo de las intuiciones sensibles, de los fenómenos. No podemos saber nada seguro sobre cómo es el mundo, las cosas «en sí».

Los juicios sintéticos a priori en matemáticas son posibles gracias a la existencia del espacio y el tiempo. La geometría se ocupa del espacio y la aritmética se ocupa del tiempo. Reciben su universalidad del hecho de que se apoyen en las formas puras a priori de la sensibilidad. Y recibirán su carácter sintético cuando se apliquen al contenido de la experiencia.

Analítica Trascendental

Entendimiento: para pensar los objetos. Cuando entiendo algo, lo expreso en juicios. El entendimiento, por tanto, puede ser considerado como la facultad de juzgar, es decir, coordinar y unificar los datos de la experiencia mediante juicios.

Tenemos unos fenómenos (experiencia). Y a estos fenómenos se aplican lo que Kant llama formas a priori del Entendimiento, que son las categorías. Son conceptos puros (causa, sustancia, unidad, simetría…), producidos espontáneamente por el entendimiento. El entendimiento comprende los fenómenos refiriéndolos a las categorías o conceptos puros que posee la mente humana de forma innata.

El principio básico que preside el entendimiento es la síntesis, mediante el cual reunimos las diversas representaciones en una unidad. Las categorías sólo tienen validez cuando son aplicadas a los fenómenos, a lo dado en la experiencia. Las Categorías del entendimiento, los grandes conceptos en los que toda realidad debe quedar clasificada.

Los juicios sintéticos a priori en Física. Gracias a las categorías es posible la Física como ciencia. La mayor parte de las explicaciones que se dan sobre los fenómenos físicos se basan en la aplicación del principio de causalidad. Pero la categoría de causa no proviene de la experiencia, sino que es previa a ella. Es un principio a priori y por tanto universal y necesario.

Dialéctica Trascendental

Kant se plantea si la metafísica puede ser o no ciencia. Significa para Kant una crítica de la razón y del entendimiento. Nuestro conocimiento comienza por los sentidos, pasa al entendimiento y termina en la razón. Pero la razón no se queda en lo fenoménico, sino que a veces va más allá, tratando de entender lo suprasensible, por lo que cae en una ilusión trascendental. Las ideas trascendentales son el universo, el alma y Dios. No son objeto de intuición sensible. Kant intenta demostrar las contradicciones en las que cae la razón en las 3 ramas de la metafísica. (psicología, cosmología y teología).

Psicología

Tiene por objeto conocer la naturaleza del alma, atribuye al yo pensante la categoría de sustancia, de donde se deduciría que el alma existe, es incorruptible… La psicología incurre en paralogismos. Sus argumentos son falaces, se basan en «yo pienso», que no deja de ser una representación sin contenido.

Crítica a la cosmología

Se basa en la idea de mundo como totalidad. Incurre en antinomias (anti-cantidad – composición del mundo, anti-cualidad – la sustancia se compone de partes simples, anti-relación – origen del mundo, anti-modalidad – dependencia del mundo).

Crítica a la teología

Tiene por objeto a Dios. Kant llama a la idea de Dios ideal trascendental. El ideal se diferencia de la idea en que está más alejado de la realidad objetiva y en que contiene todas las perfecciones, sirve de prototipo. Kant somete a crítica las pruebas de la existencia de Dios.

  • Argumento físico-teológico: El orden del mundo hasta el ser ordenador (Dios), nos habla de la ordenación del mundo, no de su creación.
  • Argumento cosmológico: Pasa de la contingencia del mundo a la necesidad de que exista un ser supremo. Es un abuso del principio de causalidad, que solo es válido en el ámbito de la experiencia sensible.
  • Argumento ontológico: Pretende demostrar la existencia de Dios a partir del concepto de Dios como ser perfectísimo, pero del concepto de algo no puede deducirse su existencia, puesto que la categoría de existencia no es un atributo.

Kant critica estos argumentos mostrando que son falaces, no niega la existencia de Dios, solo consideraba que no era posible su conocimiento científico. En conclusión, la metafísica no puede desarrollar juicios sintéticos a priori, por lo que no puede ser considerada como ciencia.

Juicios

La aplicación de las categorías a lo fenoménico hace posible la formulación de juicios. Kant se pregunta si existirán juicios específicos, típicos, genuinos de las ciencias. Para ello, se pregunta cuáles son las características de la ciencia, tomando de modelo las matemáticas y la física. Así que para ser considerado ciencia debe ser: universal (el conocimiento que es válido siempre y en todos los casos), necesario (es necesario lo que es de un modo y no podría ser de otro), y extensivo (todo aquel saber que amplía el conocimiento, no es un conocimiento meramente tautológico). Toda ciencia o conocimiento podría descomponerse en un conjunto de juicios, por lo que hay que analizar si son científicos o no. Lo serán si poseen las características de universalidad, necesidad y extensión. Kant distingue:

  • Juicios analíticos: aquellos en los que el predicado está incluido en el concepto del sujeto (el triángulo tiene 3 lados), los juicios son: universales, necesarios y NO extensivos porque el contenido del predicado ya está incluido en el sujeto y viceversa. Los juicios analíticos son evidentes (tautológicos). No cumplen los requisitos para ser fundamento de la ciencia.
  • A priori: son conocidos con independencia de la experiencia. No se necesita de esta para otorgarles validez, dado su carácter tautológico.
  • Juicios sintéticos: el predicado NO está contenido en el concepto del sujeto, son extensivos, amplían nuestra información (los españoles son morenos). Estos juicios solo cumplen una de las condiciones para ser fundamento de la ciencia, puesto que no son universales y necesarios.
  • Juicios sintéticos a priori: Son juicios extensivos y lo son a priori (la conexión entre sujeto y predicado se establece con independencia de la experiencia). Son universales y necesarios. Las ciencias puras se estructuran sobre este tipo de juicios (la recta es la distancia menor entre dos puntos).

En conclusión, los juicios científicos han de ser sintéticos a priori ya que cumplen los tres requisitos para ser considerados científicos. Una vez establecido esto, Kant se plantea cómo son posibles estos juicios en las matemáticas, física y si son posibles en la metafísica.

Giro copernicano

El conocimiento se produce por la síntesis de ambos elementos. Se puede afirmar que la teoría kantiana del conocimiento comparte con el empirismo la idea de que la experiencia es la fuente, la materia de nuestro conocimiento y la que dotará de contenido. A diferencia de los empiristas, no admite que todo nuestro conocimiento derive de la experiencia. Kant, como los racionalistas, admite la existencia de un elemento a priori, este planteamiento se conoce como giro copernicano (objeto – (ojo) sujeto). Los predecesores de Kant consideraban que todo nuestro conocimiento era regulado por los objetos (realismo) y que el sujeto no ponía nada, solo captaba los objetos. Según Kant, los objetos tienen que regirse por nuestro conocimiento. Es un reconocimiento del sujeto como elemento activo en la construcción del conocimiento.

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