19 Oct

La Generación del 98

La Generación del 98 es el nombre con el que tradicionalmente se conoce a un grupo de escritores (novelistas, poetas, ensayistas y dramaturgos) que se vieron afectados por la crisis moral, social y política que supuso la derrota militar de la guerra hispano-estadounidense y la consecuente pérdida de algunas colonias españolas. Inspirados en la crítica regeneracionista, participan en revistas literarias y acuden a los mismos centros de reunión. Comparten una visión artística, una preocupación por España, un gusto por el paisaje, un subjetivismo y un pesimismo, junto a un intento de renovación del lenguaje.

Autores Relevantes

Aunque los estudiosos discrepan en quiénes son los autores que pertenecen a esta generación, podemos afirmar que estos son los más relevantes:

Miguel de Unamuno

En su verso, Unamuno muestra preocupaciones de corte existencial (deseo de inmortalidad, religiosidad), la realidad nacional, el amor y sus circunstancias familiares. Estas preocupaciones existenciales aparecen en su Rosario de sonetos líricos. En El Cristo de Velázquez, reflexiona sobre la dimensión humana y divina de Cristo, mientras que sus años de destierro se recuerdan en De Fuerteventura a París y en el Romancero del destierro. Su Cancionero es una autobiografía poética, donde expone dudas, deseos y temores.

En su prosa, Unamuno pretende encontrar el sentido de la vida, un sentido que, al no hallarse, arroja al individuo a una crisis espiritual. Aunque publicó ensayos y relatos cortos, destacó en sus novelas de ideas, donde explora el mundo interior de los personajes. Quiso renovar el género narrativo con personajes en continua lucha vital, con monólogos y diálogos relevantes, y restando importancia a la ambientación espacial y temporal. Escribió Paz en la guerra, de tema histórico, y Amor y pedagogía, donde satiriza la posibilidad de demostrar científicamente que la felicidad puede ser alcanzada. Con Niebla inaugura el subgénero de la “nivola”, lo que le permite expresar abiertamente la angustia existencial, convirtiéndose él mismo en personaje para rebatir al protagonista su deseo de ser dueño de su propio destino. En Abel Sánchez trata el odio entre hermanos y en La tía Tula, el tema de la maternidad. También escribió tres novelas cortas: San Manuel Bueno, mártir, La novela de don Sandalio, jugador de ajedrez y Un pobre hombre rico. En la primera aborda la existencia de Dios, el destino del hombre y la inmortalidad, utilizando el perspectivismo y el simbolismo.

En sus ensayos abordó el tema de España y su cultura (En torno al casticismo, Vida de don Quijote y Sancho, Por tierras de Portugal y España) y el religioso y existencial (Del sentimiento trágico de la vida, La agonía del cristianismo).

En su teatro representó los conflictos humanos, como se aprecia en Fedra y El otro.

Antonio Machado

Para Machado, la poesía era “palabra esencial en el tiempo” y “diálogo del hombre con su tiempo”.

Su primera etapa poética se encuadra en el Modernismo intimista. A ella pertenece Soledades, donde buscaba captar con la palabra la esencia del mundo, lo que le aproxima a Bécquer y a Rosalía de Castro. En la segunda edición de esta obra, cambió su título por Soledades. Galerías. Otros poemas, eliminando las composiciones parnasianas y añadiendo poemas en los que, a través del sueño y de la memoria, pretende consolidar los símbolos como expresiones universales del sentimiento. El tiempo, la muerte, Dios y el amor son temas que se simbolizan en su poesía en la tarde, el camino, el agua o el jardín.

Su segunda etapa poética se encuadra en el noventayochismo propiamente dicho y a esta pertenece Campos de Castilla, un poemario en el que aborda principalmente cinco temas:

  • El paisaje: tanto de Soria, el río Duero y Castilla (donde los álamos, robles, olmos… son descritos con austeridad y rudeza y el amor por Leonor está patente), como el de Baeza y los olivares andaluces, punto de partida para el dolor y la nostalgia por Leonor muerta.
  • Las gentes: Machado analiza a los habitantes sumidos en la envidia, la ignorancia y las malas pasiones (lo que les arroja al asesinato o “cainismo”).
  • La temática existencial y filosófica: expresa sus inquietudes y su preocupación por el tiempo, la muerte y la fugacidad de la vida.
  • La temática política: análisis social e histórico, donde se muestran las “dos Españas” (la “vieja”, catolicista e intolerante, y la “otra España”, la de los humildes, los trabajadores y los jóvenes inquietos).
  • La religión: muestra su fe en un Dios vivo y milagroso.

En su última etapa poética, Machado escribe Nuevas canciones, en el que incluye referencias a proverbios morales y filosóficos, a Soria, sonetos y composiciones de inspiración andaluza y castellana. Después publica tres ediciones de sus Poesías completas y Poesías de guerra, donde incluye elegías, arenga al bando republicano y describe los efectos de la guerra.

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